Análisis de las plantillas de los World Team 2024 (III parte)

Con el inicio de la nueva temporada cerramos nuestro particular análisis detallado de cada uno de las diferentes estructuras del World Team. Tercer y último capítulo de esta serie. 

Concluimos el análisis de las plantillas de las 18 estructuras World Team con este tercer bloque. Una serie en la que realizamos un repaso en profundidad a los nuevos fichajes, las bajas, los jóvenes talentos y los nombres de más peso junto con sus roles y objetivos de cara a esta nueva campaña. Las últimas seis escuadras que configuran esta tercera entrega son: Bahrain-Victorious, BORA-Hansgrohe, Groupama-FDJ, INEOS Grenadiers, Intermarché-Wanty y Team Visma-Lease a Bike.

En estos enlaces puedes recuperar la primera y la segunda parte de esta serie:

BAHRAIN VICTORIOUS

Altas: Alberto Bruttomesso (Cycling Team Friuli ASD), Finlay Pickering (Trinity Racing), Torstein Træen (Uno-X Pro Cycling Team).

Bajas: Mikel Landa (Soudal-Quick Step), Filip Maciejuk (BORA-hansgrohe), Jonathan Milan (Lidl-Trek), Hermann Pernsteiner (Team Felt-Felbermayr).

Pocos cambios en la plantilla. Dos bajas significativas, las de Landa y Milan, e incorporaciones escasas y más bien modestas. Bruttomesso viene en cierto modo a ocupar el hueco de Milan, a pesar de estar al menos por ahora unos cuantos peldaños por debajo. Es un ciclista para llegadas más o menos masivas que ya en 2022 fue el primer líder del Giro sub23 al vencer la primera volata. Llega a profesionales con 20 años y buenas credenciales pero tendrá que ratificarlo ante rivales superiores a los que hasta ahora se ha enfrentado. Pickering, de la misma quinta, también viene con una hoja de resultados bastante prometedora pero en su caso es de perfil escalador.

El noruego Træen, por su parte, es alguien más experimentado y puede ofrecer resultados inmediatos ya que cuenta en su haber con top10 en vueltas del prestigio de Dauphiné y la Volta. No es que vaya a ser el sustituto de Landa pero sí que es un refuerzo necesario para el bloque escalador del equipo, también teniendo en cuenta la pérdida del malogrado Mader.

Fotografía: Sprint Cycling

Talento emergente

Los principales hombres del equipo son un tanto veteranos, quizás Buitrago es la principal excepción. Con 24 años ya se ha ganado un estatus notable en la plantilla, sus resultados han sido claramente ascendentes, y parece pronto para asegurar que ha tocado techo.

Más jóvenes que el colombiano aparecen los dos neoprofesionales recién incorporados, Bruttomesso y Pickering, pero habrá que darles tiempo. Paciencia más o menos similar a la que se está teniendo con Zambanini, Govekar o Miholjevic, corredores que ya estaban en el equipo en 2023 y que, sin haber decepcionado en absoluto, los más impacientes quizás esperábamos algo más. A Tiberi, de la misma edad o más joven que alguno de ellos, sí que hay que pedirle que ya vaya asomando en las primeras plazas de algunas carreras. Por credenciales desde muy joven y porqué en 2023 ya empezó a mostrar capacidad para tomar más responsabilidades.

¿Cómo pinta el 2024?

Como se ha explicado en el primer bloque, algunos corredores importantes causan baja sin que se les haya encontrado reemplazo evidente entre los recién llegados. Eso significa que, o bien quienes ya llevan un tiempo en la plantilla suben el nivel, o los resultados globales del equipo apuntan a ser algo inferiores que en 2023.
Que ciclistas de 36 años como Poels o Caruso mejoren sus resultados no es muy probable, máxime contando que el neerlandés ya ganó etapa en Tour y Vuelta este pasado curso. Mantener el tipo a nivel individual y aportar su experiencia al colectivo ya resultaría satisfactorio.

Luego están dos corredores algo menos veteranos que, bajo mi punto de vista, deben asumir el liderazgo de esta estructura y la responsabilidad de aportar resultados. Hablamos de Bilbao y Mohoric. El vasco viene de hacer un Tour de Francia prácticamente inmejorable, con victoria de etapa y una 6ª plaza final, en una temporada global bastante sólida. Este 2024 se espera que vuelva al Tour y con repetir lo hecho tanto él como el equipo estarían más que satisfechos. Mohoric, por su parte, será el referente en las pruebas de un día. En 2022 se llevó la Sanremo, así que ya ha demostrado que la caza mayor está a su alcance, también en Flandes, Roubaix, Juegos o Mundial. Sin embargo, habrá que ver cómo afecta a su enfoque de la temporada el hecho de ser el vigente campeón del mundo de gravel.

Para buena parte de las clásicas y la caza de etapas en vueltas, la plantilla cuenta con otro nombre interesante, si bien con un favoritismo inferior al del esloveno. Hablamos del campeón británico Fred Wright, cuyo 2023 fue algo decepcionante e irregular pero que a los 24 para 25 años está en el momento ideal para confirmar lo que ha ido apuntando a retazos.

En la misma segunda fila, pero en otras parcelas de especialización, Bahrain Victorious incluye a hombres importantes como Haig -para vueltas por etapas- y Bauhaus -para sprints. Ambos, junto con los mencionados en el párrafo anterior Buitrago y Tiberi, tendrán oportunidades en distintos momentos del año para cosechar resultados.

BORA-HANSGROHE

Altas: Roger Adrià (Equipo Kern Pharma), Alexander Hajek (Tirol KTM Cycling Team), Emil Herzog (Hagens Berman Axeon), Filip Maciejuk (Bahrain Victorius), Daniel Felipe Martínez (INEOS Grenadiers), Primoz Roglic (Team Jumbo-Visma), Matteo Sobrero (Team Jayco AlUla), Sam Welsford (Team DSM).

Bajas: Sam Bennett (Decathlon AG2R La Mondiale Team), Matteo Fabbro (Team Polti Kometa), Patrick Konrad (Lidl-Trek), Nils Politt (UAE Team Emirates), Ide Schelling (Astana Qazaqstan Team), Cian Uijtdebroeks (Team Visma-Lease a Bike), Matthew Walls (Groupama-FDJ), Victor Koretzky (aún sin equipo conocido en el momento de cerrar este artículo), Shane Archbold (se retira).

El equipo coprotagoniza el fichaje más potente del año —el de Roglic— y seguramente el más controvertido —el de Uijtdebroeks—, que ha querido ser traspasado al Visma-Lease a Bike antes de terminar contrato. Un cambio de cromos al final, pero para nada planteado así de inicio por las dos escuadras. Desde el punto de vista del corredor esloveno, es un movimiento con todo el sentido del mundo: compartir equipo con Vingegaard no es la mejor manera de apurar las últimas opciones realistas de ganar el Tour de Francia. Desde el punto de vista de BORA-hansgrohe, ¿qué equipo no querría para sí un objetivo de tal magnitud?Fotografía: Matthis Waetzel

Así, la llegada de Roglic se lleva todo el protagonismo, pero la estructura ya había hecho algunos refuerzos de bastante nivel: el de Daniel Felipe Martínez, que a pesar de lo discreta de su última temporada es una pieza muy valiosa; el de Welsford, uno de los sprinters emergentes, cuya proyección actual parece mucho más halagüeña que la de Bennett, a quien sustituye; o los de Sobrero y Adrià, dos ciclistas interesantes en edad de dar el paso adelante definitivo que consolide sus trayectorias.

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Además, también cuentan con dos neoprofesionales a seguir: el austriaco Hajek y sobre todo el alemán Herzog, que llega de pasar un año de formación en el Axeon de Axel Merckx tras rubricar en 2022 una temporada de escándalo en juniors, con título mundial incluido. En el apartado de bajas, además de las mencionadas de Uijtdebroeks y Bennett, cabe fijarse en las de Konrad y sobre todo la de Politt, cuya ausencia deja la plantilla bastante coja en las clásicas del norte.

Talento emergente

En una plantilla con un ramillete tan amplio de nombres consolidados en la élite no suele haber mucho espacio para el lucimiento de los corredores más jóvenes. Para valorar su rendimiento hay que fijarse más, estar atento a detalles que apenas destacan en las tablas de clasificaciones y seguir carreras de rango más modesto. Así es como caemos en la cuenta que Lipowitz lleva una progresión interesante como hombre para hacer buenas generales.

Y bueno, quién sabe si podemos considerar a Meeus como talento emergente a pesar de contar ya con 25 años y tres campañas enteras en profesionales. ¿Y si la inesperada victoria en los Campos Elíseos es el espaldarazo para situarse este año en el grupo de élite de los velocistas? Para el recién incorporado Herzog todavía es pronto para pedirle resultados, ha cumplido este otoño los 19 años, pero cualquier destello que muestre será observado con atención.

¿Cómo pinta el 2024?

El fichaje de Roglic enfoca la estructura a un objetivo principal, ni más ni menos que el asalto al Tour de Francia. Un propósito encomiable pero francamente complicado si tenemos en cuenta que, si nada lo impide, enfrente estarán Vingegaard y Pogacar, los ganadores de las últimas cuatro ediciones.

Pero el calendario y la plantilla son muy amplios. El propio Roglic ofrece garantías durante todo el año, no hay ciclista en activo con semejante palmarés en vueltas cortas. De hecho, solo le falta el Tour de Suiza entre las más importantes, pero igualmente parece que este año optará por Dauphiné como última prueba antes del reto del Tour.

Más allá del esloveno, aún no ha trascendido oficialmente qué ciclistas de primer nivel le acompañarán en el Tour y quienes afrontarán el Giro d’Italia (la decisión sobre la Vuelta suele acomodarse a lo sucedido la primera mitad de campaña). Me refiero a los Hindley, Vlasov, Martínez, Higuita, Kämna o Buchmann, capacitados en mayor o menor medida para liderar en cualquier carrera por etapas y de quienes se espera resultados de cierto espesor.

Aunque más modesto en nombres por calidad y cantidad, otro ámbito en el que el equipo aspira a sacar resultados es en los sprints. Quizás no habrá hueco para ningún velocista en el ocho del Tour de Francia, pero Welsford, Meeus y Van Poppel tendrán el resto del calendario para intentar amasar victorias.

Por último, un apunte extradeportivo, ya que el pasado 3 de enero saltó la noticia que Red Bull se hacía con el 51% del equipo. No parece que la operación deba suponer efectos competitivos inmediatos, puesto que la plantilla ya está cerrada. Pero es una apuesta firme de un grupo empresarial muy potente, con lo que es de esperar que de cara a los próximos años el equipo siga creciendo y se equipare a poco tardar con las estructuras más poderosas.

GROUPAMA-FDJ

Altas: Cyril Barthe (Burgos-BH), Sven Erik Bystrom (Intermarché-Circus-Wanty), Eddy Le Huitouze (Equipe Continentale Groupama-FDJ), Rémy Rochas (Cofidis), Clément Russo (Team Arkéa Samsic), Marc Sarreau (AG2R Citroën Team), Matthew Walls (BORA-hansgrohe).

Bajas: Bruno Armirail (Decathlon AG2R La Mondiale Team), Arnaud Démare y Miles Scotson (Arkéa-B&B Hotels), Jake Stewart (Israel-Premier Tech), Michael Storer (Tudor Pro Cycling Team), Bram Welten (Team dsm-firmenich PostNL), Matthieu Ladagnous y Thibaut Pinot (se retiran).

Ventana de traspasos decepcionante para los simpatizantes de la estructura francesa. Desde inicios de 2023 se sabía que se trataba de la última temporada de Pinot y en agosto Démare fichó de forma inmediata por Arkéa. A cambio, no se ha efectuado ninguna incorporación que mínimamente pueda compensar estas dos bajas, estandartes del equipo las últimas 10 o 12 campañas.

Así, se afronta un cambio de ciclo y se hace con caras nuevas poco ilusionantes, corredores de equipo competentes pero que muy difícilmente llevarán el equipo a victorias de relumbrón. Un escalador (Rochas), tres velocistas de segunda o tercera fila (Sarreau, Walls y Russo), un par de rodadores apañados (Barthe y Bystrom), y una joven promesa de las contrarrelojes que sube del filial (Le Huitouze).

Talento emergente

A este concepto parece ampararse Madiot para afrontar las próximas campañas, a lo que puedan ofrecer ya a corto y medio plazo sus jóvenes activos, principalmente Lenny Martinez y Romain Gregoire. No hay que olvidar tampoco a dos corredores interesantes para los sprints y pruebas de un día tirando a llanas como son Lewis Askey y Paul Penhoët, a pesar de que éste último empieza el año lesionado.
Martinez ha aprobado con nota su primer año corriendo con los mayores. No solo no ha desentonado en el World Tour sino que ha cosechado generales bastante esperanzadoras para su edad e incluso tuvo la recompensa del liderato de la Vuelta a España durante dos jornadas a finales de la primera semana. Además, se ha adaptado a las pruebas de un día en las que la orografía se ajusta a su perfil de escalador ligero.

Gregoire, por su parte, quizás ha llamado menos la atención de los medios, pero su campaña también ha sido más que solvente para tratarse de un corredor de solo 20 años. De un perfil algo más puncheur y clasicómano, anduvo bastante adelante en toda una Strade Bianche, rozó la victoria de etapa en la Vuelta y ha sacado un buen puñado de puntos en el calendario francés inmediatamente inferior al World Tour. Estas hojas de resultados llevan a que ambos afronten 2024 con cierta ambición, con buena parte de la prudencia de hace un año ya transformada en expectativas.

¿Cómo pinta el 2024?

Lo expuesto en el anterior párrafo hace pensar que el éxito de la campaña dependerá en buena medida de lo que ofrezcan los jóvenes, al menos a nivel de ilusión. A nivel de resultados puros ya están sobre todo los tres corredores que quedan como referencia clara de la plantilla: Gaudu, Küng y Madouas.

El primero empezó 2023 muy entonado, con una magnífica París-Niza y una notable Itzulia, pero el resto del año bajó el rendimiento. Acabó por los pelos en el top10 del Tour de Francia, con muy poca presencia en carrera, algo insuficiente para un ciclista que reivindicaba un equipo entero para sí mismo, sin espacio para Démare. El francés es, sin duda, un ciclista talentoso pero parece haber llegado a su techo y se diría que depende de un cúmulo de circunstancias favorables para poder alcanzar el podio en el Tour o una victoria en alguna prueba de prestigio.

Una vez alcanzada la madurez deportiva, Küng es un derroche de entrega y de regularidad en clásicas del norte, pero no alza los brazos en una prueba en línea del World Tour desde 2019. También lleva años en la élite de las contrarrelojes y cada año cosecha alguna que otra victoria. Merece algún triunfo algo más sonado pero, con los rivales que tendrá, será complicado.

Madouas es un ejemplo de corredor versátil, hábil en clásicas quebradas, competente en vueltas por etapas, con un mínimo gen ganador… Un corredor de notable alto en distintas facetas, pero que casi siempre topa con la excelencia de algunos rivales. Esto le dificulta obtener triunfos vistosos en la primerísima línea, pero debe perseverar. Su perfil provee un buen número de puntos UCI al equipo, que no debe descuidarse en este aspecto, pero seguro que cambiaría una y mil veces su victoria en la Bretagne Classic (225 puntos) por una etapa en el Tour de Francia (210 puntos).

Ineos Grenadiers

Altas: Andrew August, Tobias Foss (Jumbo-Visma), Óscar Rodríguez (Movistar Team), Theodor Storm (NPV-Carl Ras Roskilde Junior).

Bajas: Tao Geoghegan Hart (Lidl-Trek), Daniel Felipe Martínez (BORA-hansgrohe), Luke Plapp (Team Jayco AlUla), Pavel Sivakov (UAE Team Emirates), Ben Tulett (Team Visma-Lease a Bike).

Una ventana de mercado desconcertante, con bajas sustanciales e incorporaciones de perfil más modesto. Resulta sorprendente pero no tanto si tenemos en cuenta que ahora hace un año hacíamos un análisis parecido. Así, una posible conclusión es que la otrora poderosísima estructura británica ya no lo es tanto, ya sea por pérdida de capacidad económica o por reencaminar su estrategia a otro modelo de equipo.

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Llega el campeón del mundo de contrarreloj más insospechado de los últimos tiempos, Foss, un ciclista con credenciales pero con la mencionada victoria como único éxito aislado. Óscar Rodríguez aportará profundidad al banquillo de gregarios pero no deja de ser un fichaje algo sorprendente para un equipo de este nivel. Y luego llegan dos juniors de lo mejorcito de la categoría, August y Storm, pero son eso, corredores de 18 años sin ni siquiera experiencia corriendo contra ciclistas sub23. Por el contrario, en las despedidas de Tao, Martínez, Plapp, Sivakov y Tulett no se adivina ningún ciclista amortizado, demasiado veterano o probadamente fallido. Más bien al contrario.

Talento emergente

A pesar del 2023 algo decepcionante de algunos de sus jóvenes corredores, el mayor activo de la plantilla seguramente es la concentración de talento por debajo de los 25 años: Pidcock, Carlos Rodríguez, Sheffield, Arensman, Leo Hayter, el nuevo prodigio de las contrarrelojes Tarling, los dos nuevos júniors… Una auténtica constelación de estrellas en ciernes en los que la estructura parece apoyar su proyecto a no tan largo plazo.

Es evidente que no todos llegarán al primerísimo nivel. Está por comprobar por ejemplo la adaptación del pequeño de los Hayter a la élite tras un primer año lastrado por problemas físicos, pero aun así dio pinceladas prometedoras. O hasta donde pueden crecer -si lo consiguen- corredores a pocos pasos de la primera línea como Arensman o Sheffield. Asumiendo las incógnitas inevitables y las posibles decepciones, la materia prima con la que cuentan es altamente ilusionante. Otro asunto será si les alcanzará para batir a los rivales más consolidados.

¿Cómo pinta el 2024?

He empezado a abordar esta cuestión en el apartado anterior, debido a lo troncal del talento joven en sus aspiraciones presentes. Pidcock y Rodríguez se deben contar ya sin ambages entre los líderes del equipo, y Tarling aspira a todo en las contrarrelojes más importantes de la temporada, la de los Juegos Olímpicos y la del Mundial. Pidcock ha orientado su foco en las Ardenas y en el Tour de Francia, pasando algo de puntillas por la temporada de ciclocross, aunque con un ojo puesto en la cita olímpica con la bicicleta de montaña. Carlos Rodríguez, por su parte, también tiene previsto regresar al Tour, una carrera que ya se le dio muy bien en su primera participación. Todavía no existen muchas certezas en cuanto al resto de su calendario pero, por poco que tenga una primavera menos accidentada que la anterior en lo que refiere a lesiones, dejará su impronta en otras carreras.

A los 37 años, Geraint Thomas está gozando de una decadencia muy leve, muy progresiva, muy dulce, probablemente por ser un ciclista que en los últimos años lo fía a poco menos que un único pico de forma: calcula mucho sus objetivos en lugar de exprimirse durante todo el año. Apunta al doblete Giro-Tour aunque con la ronda italiana como apuesta por la general y una Grande Boucle previsiblemente más enfocada a un rol más oportunista.

Ganna fue el ciclista del equipo que el año pasado cosechó más puntos UCI. Contra el reloj, por supuesto, pero también destapó sus cualidades como velocista heterodoxo y rozó la victoria en una Milano Sanremo muy selectiva. Con el plus de la cita olímpica, donde también competirá en la pista, éste es un año muy importante para un ciclista que parece haber alcanzado la madurez, de nuevo con aspiraciones en el Giro de Italia.

En un momento u otro del año también habrá que contar con la aparición de Kwiatkowski que, a pesar de no tener la presencia que tenía temporadas atrás, sigue saliendo a triunfo relevante por campaña.

Y luego está la incógnita Bernal, para quién este 2024 será ya el de la verdad, tras un 2023 en el que ha ido reintegrándose paulatinamente en el pelotón tras su grave accidente de ahora hace dos años. Soy partidario de concederle todavía algo de crédito, tal vez no para volver a ser el ganador de grandes vueltas que fue, pero sí para ofrecer con algo de consistencia un rendimiento superior al visto estos últimos meses. De aquí un año volvemos a ajustar expectativas.

INTERMARCHÉ-WANTY

Altas: Vito Braet (Team Flanders-Baloise), Francesco Busatto, Alexy Faure Prost y Roel van Sintmaartensdijk (Circus-ReUz-Technord), Kevin Colleoni (Team Jayco AlUla), Gijs Van Hoecke (Human Powered Health).

Bajas: Niccolò Bonifazio (Corratec), Sven Erik Bystrom (Groupama-FDJ), Rui Costa (EF Education-EasyPost), Aimé De Gendt (Cofidis), Laurens Huys (Arkéa-B&B Hotels), Loïc Vliegen (Bingoal WB), Julius Johansen (aún sin equipo conocido en el momento de cerrar este artículo).

Solo una temporada ha permanecido Costa en la escuadra belga y no por carencia de buenos resultados precisamente. El veterano ciclista portugués deja a la plantilla sin un activo que se había mostrado todavía valioso y es la baja principal de cara a la nueva temporada. Bonifazio no había acabado de cuajar, Vliegen andaba un poco estancado y Bystrom es una pérdida no residual pero se puede asumir.
El problema principal, más que las despedidas, es que las caras nuevas que llegan al equipo no parecen gran cosa.

Quizás a excepción de dos neoprofesionales que suben del equipo filial y a los que seguiremos con atención. Por un lado, el italiano Busatto, ganador de la última Lieja sub23, carrera que parece ejemplificar sus cualidades, y quien ya ha demostrado buen nivel en algunas carreras que ha disputado con los mayores. Por el otro, el francés Faure Prost, más joven, de solo 19 años y menos hecho. Aun así, 2º en Aosta, 5º en el Giro Next Gen y campeón de Francia sub23 son unas buenas credenciales para un ciclista de perfil escalador que se halla en un equipo donde encontrará oportunidades para mostrarse si las piernas acompañan.

Talento emergente

Los dos nombres mencionados sirven perfectamente para este apartado, pero añadiré tres nombres más con ya alguna temporada completa en profesionales a sus espaldas. El mayor de ellos, de 24 años, es Laurenz Rex, percherón que ya cuenta con un 9º puesto en la Paris-Roubaix que no pareció fruto de la casualidad y un Giro completado con cierto protagonismo en escapadas.

También altos pero más orientados a la punta de velocidad son los otros dos ciclistas que quería apuntar: Hugo Page, ya un habitual en el top10 de un buen puñado de carreras al que solo le falta acabar de rematar más a menudo (en 2023 solo alzó los brazos en el Tour du Limousin, en un final que picaba algo para arriba), y Madis Mihkels, bisoño corredor estonio de solo 20 años que ya se ha estrenado en el Tour de Alemania, batiendo a velocistas como Danny Van Poppel o Phil Bauhaus.

¿Cómo pinta el 2024?

Es una plantilla relativamente modesta, sin corredores muy punteros, cuya principal figura es Girmay en el caso de ratificar su rendimiento de 2022, ya que su última temporada ha sido bastante más discreta. En cualquier caso, debe seguir siendo el referente para sacar resultados en carreras importantes. Por lo pronto debuta ya en el Tour Down Under, lo que invita a pensar que empieza la temporada motivado.
Más allá del eritreo, en el equipo abunda un puñado de secundarios que deben aportar protagonismo, aunque sea enfocados desde atrás como suele ocurrir en el caso de Louis Meintjes. Bromas aparte, el surafricano seguirá siendo un año más su hombre para las generales.

Para un rol más peleón se cuenta con corredores como Zimmermann o Rota, habituales en escapadas, en la media montaña y en pruebas de un día con algo de desnivel. El alemán tal vez está aún en edad de subir un poquito el nivel, así lo ha hecho año a año desde que subió a profesionales. El italiano lleva años rondando alguna victoria de prestigio, pero por ahora se queda en un notable proveedor de puntos UCI, cometido muy valioso para un equipo modesto. Parecido se puede decir de Thijssen, pero en el ámbito de los sprints: en 2023 lo tuvieron corriendo un puñado de pruebas 1.Pro y 1.1 y sacó un buen botín, incluidas cuatro victorias.

Teunissen es otro nombre de cierto peso para pelear en las mejores clásicas y probar suerte en las escapadas de las vueltas. A menudo está allí, en una nutrida segunda fila, recabando puntos, pero lejos de los resultados de hace 4 o 5 años, cuando fue capaz de ganar en el Tour y frecuentar posiciones más delanteras.
Por último, refrendar las buenas sensaciones esporádicas de corredores como Herregodts o Goossens debe ser otra de las aspiraciones del equipo para esta campaña.

TEAM VISMA-LEASE A BIKE

Altas: Per Strand Hagenes, Johannes Staune-Mittet y Loe van Belle (Jumbo-Visma Development Team), Matteo Jorgenson (Movistar Team), Bart Lemmen (Human Powered Health), Ben Tulett (INEOS Grenadiers), Cian Uijtdebroeks (BORA-hansgrohe), Julien Vermote (sin equipo profesional la temporada pasada).

Bajas: Tobias Foss (INEOS Grenadiers), Gijs Leemreize y Timo Roosen (Team dsm-firmenich PostNL), Sam Oomen (Lidl-Trek), Primoz Roglic (BORA-hansgrohe), Rohan Dennis, Lennard Hofstede, Jos van Emden y Nathan Van Hooydonck (se retiran).

No contentos con ser el equipo que ha dominado las tres grandes vueltas de 2023, también han sido protagonistas del período sin carreras de los últimos meses. Primero por la fusión o absorción de Soudal-Quick Step que al final no se produjo; luego, en vísperas navideñas, por el fichaje poco ortodoxo de Uijtdebroecks.
Dicen adiós a Roglic tras ocho temporadas, ocho años en los que la estructura ha pasado de ser una de las modestas del WT a la dominadora actual, evolución que nos invita a reflexionar quién le ha dado más al otro, si el equipo al corredor o viceversa.

En cualquier caso, el impacto de la pérdida del esloveno es indudable, pero los refuerzos que llegan son notables y seguramente suficientes para no echarle de menos en demasía. Máxime si tenemos en cuenta que Vingegaard ha demostrado ser el hombre de tres semanas dominador de la presente época y que, si las circunstancias son favorables, Kuss puede asumir galones en la general de una gran vuelta. La llegada de Uijtdebroeks, además, añade opciones a la plantilla para este ámbito, de cara al futuro, pero quizás ya en un futuro inmediato: el joven belga acudirá al Giro con libertad para intentar una buena clasificación.

El otro fichaje de peso lo protagoniza el californiano Jorgenson, un corredor versátil, un perfil muy del gusto del equipo al que llega, que tanto es competitivo en clásicas del norte como apto para sacar buenos resultados en vueltas de una semana, además de añadir recursos a un hipotético ocho de gran vuelta. Además, cumplirá 25 años el próximo verano, por lo que es una incorporación que, de salir mínimamente bien, tiene muchísimo recorrido.

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También despierta expectativas el encaje de Tulett, tras dos años en INEOS no del todo fructíferos teniendo en cuenta su calidad, y lo que puedan ofrecer los ciclistas que suben del equipo de desarrollo, sobre todo los dos noruegos, Hagenes y Staune-Mittet, dos talentos generacionales de los que me extenderé un poco más en el siguiente apartado.

Talento emergente

Una plantilla tan poderosa a la fuerza debe tener ciclistas jóvenes en progresión, algunos de ellos potenciales estrellas de este deporte. El más evidente, también por protagonizar titulares recientemente, es Uijtdebroeks, que por ahora se ha mostrado como un escalador clásico, no excesivamente explosivo ni trabajado sobre la cabra, pero fiable y con capacidad de recuperación. Lo que vendría a ser un hombre para las tres semanas.

De Tulett ya hemos hablado, pero no es el único británico interesante de su quinta —la del 2001— en la plantilla: Gloag ha tenido una primera temporada algo corta, con un inicio muy prometedor y luego una participación en el Giro de emergencia, como sustituto de un Tratnik que se lastimó a 24 horas del inicio. No son las mejores circunstancias para debutar en una vuelta de tres semanas, pero la acabó y le dejó sabor positivo. Una lesión de rodilla en una caída entrenando en pleno agosto le privó de correr en la recta final de temporada.

A Olav Kooij se le puede incluir en este apartado por edad, pero lo cierto es que ya ha demostrado estar prácticamente en la élite de la velocidad. Solo le queda consolidarse e ir amasando palmarés. Así que pasamos ya a hablar del dúo noruego. Staune-Mittet es el vueltómano. Segundo en el Tour de l’Avenir del 2022 (tras Uijtdebroeks), vencedor solvente del último Giro sub23… Puede que este año ya le lleven a una gran vuelta, sin presión, pero a la vez con las expectativas de verle ya un buen rendimiento. Para ello el Giro parece la opción más lógica. Hagenes, el más joven de los dos, tiene por ahora un perfil más clasicómano, más alto y fuertote, pero para nada es negado cuesta arriba. En casi cualquier otro equipo ambos estarían ya para ofrecer resultados individuales; en una plantilla con tanto nivel habrá que ver si consiguen hacerse ya con el espacio propio necesario.

¿Cómo pinta el 2024?

Sin Roglic, Vingegaard y Van Aert han quedado como los dos referentes máximos. El danés quiere su tercer Tour de Francia consecutivo y, además, añade de nuevo la Vuelta a España a su programa donde querrá acudir como líder sin paliativos. De darse así, Kuss deberá adoptar el rol secundario y ayudante que fue habitual en él hasta la pasada Vuelta. Pero todo esto habrá que verlo, las carreras hay que disputarlas y llegar de una pieza hasta la línea.

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Van Aert, por su parte, quiere dejar atrás su facilidad para amasar segundos y terceros puestos en las pruebas de un día más importantes. Quiere ganar y para ello ha elegido un calendario selectivo muy enfocado a Flandes y Roubaix, al Giro de Italia -donde debutará con ánimo de amasar unas cuantas etapas- y, en el segundo bloque del año, a los Juegos Olímpicos y los Mundiales, tanto en línea como contra el reloj. Sin Tour de Francia, solo carreras donde es el líder. Aun así, en muchas de ellas tendrá a su lado los Van Baarle, Laporte o Benoot, ciclistas de primer nivel en pruebas de un día y especialmente hábiles en aprovechar sus oportunidades.

Si se han fijado, en el repaso a esta plantilla llevamos un puñado amplio de nombres mencionados y aún no ha habido ocasión para citar a ciclistas del talento de Kelderman, Valter o incluso Vader o Bouwman. El calendario es muy amplio y más allá de labores de equipo tendrán alguna ocasión para el propio lucimiento.

 

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