Vuelta a España 2023 - previa etapa 13: etapa decisiva en el Tourmalet

Etapa reina con un fuerte aroma a Tour de Francia. Más de 4.000 metros de desnivel positivo en poco menos de 135 kilómetros a través del territorio francés en los que se encadenan tres colosos pirenaicos como el Col d’Aubisque, el Col de Spandelles y el final en el icónico Col du Tourmalet. Jornada clave en la batalla por el maillot rojo.

Entre la niebla, y casi sin visibilidad, Demi Vollering realizó una de las mayores actuaciones sobre el asfalto del Col du Tourmalet. La ciclista del SD Worx confirmaba el cambio generacional, dejando atrás a Annemiek van Vleuten y encaminando su primera victoria en el Tour de Francia femenino. Tres semanas antes, Jonas Vingegaard y Tadej Pogačar convertían la ronda gala en un mano a mano entre ambos ya desde la sexta etapa, atacando a más de 50 kilómetros de meta en las rampas del icónico coloso pirenaico. En La Vuelta, esta cima sinónimo de ciclismo, completa un triplete de apariciones este 2023.

La llegada al Tourmalet en la ronda española estaba prevista para la edición de 2020, pero la pandemia de Covid-19 obligó a cancelar esta posibilidad ya que el cierre de fronteras impidió que la carrera entrase en Francia. La estación de esquí de Formigal, salida de esta decimotercera jornada, fue la encargada de sustituir a la cima francesa con victoria para Ion Izagirre. Esta será la séptima ocasión que una carrera concluya en el Tourmalet, la cuarta para el pelotón masculino tras las ediciones de 1973, 2010 y 2019 del Tour de Francia. Esta etapa marca el punto de inflexión en la carrera. Comienza una Vuelta muy diferente.

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Hora de salida: 13:50h / Hora prevista de llegada: 17:30h

Recorrido de la 13ª etapa: Formigal - Col du Tourmalet (134,7 km)

En los preparativos previos al inicio de la decimotercera etapa, el rodillo será uno de los elementos más utilizados en la zona de autobuses. La jornada arranca ascendiendo los 4,4 kilómetros que separan la estación de esquí de Aramón Formigal, en Huesca, con el Col du Portalet, que marca la frontera entre España y Francia. A partir de esta primera subida tendida al 5,4%, el resto del día transcurre íntegramente en territorio francés. El primer tramo será un largo descenso, de más de 28 kilómetros, a través de la vertiente gala del Portalet camino de Laruns. Si un grupo no consigue abrir una pequeña diferencia en el corto ascenso inicial, parece complicado que la fuga pueda consolidarse antes del Col d’Aubisque.

Este histórico puerto, que comienza en el municipio de Laruns, será el primero de categoría especial en esta edición y aparece por tercera vez en La Vuelta. Incluso fue final de etapa en el año 2016 con victoria para el neerlandés Robert Gesink. Se trata de un ascenso de 16,5 km a un media del 7,1%, aunque la primera parte es más suave, los 10 kilómetros finales hasta los 1705 metros de altitud se mantienen de forma constante entre el 7,5% y el 8,5%. Un puerto muy exigente, idóneo para que se forme una escapada de grandes escaladores por delante y para que algún equipo del pelotón comience a imponer un ritmo intenso para comenzar a desgastar a los rivales con la mente puesta en el Tourmalet.

Col d'Aubisque Col de Spandelles
 

El descenso de l’Aubisque, que será rápido, no muy técnico salvo en su parte final y con un pequeño ascenso de 2 km al 5% en su tramo central, conduce a la base del Col de Spandelles (10 km al 8,2%). El encadenamiento de ambos puertos será la antesala perfecta para afrontar el duro desenlace final. Spandelles es un puerto muy constante, siempre con porcentajes superiores al 8% sobre una carretera muy estrecha y de firme rugoso que amplifica la sensación de dureza. Como si se tratase de una antigua pista forestal asfaltada. Durante la ascensión se enlazan varias curvas de herradura y pendientes que llegan a máximas del 12%, 13%, e incluso 15% en algún punto concreto. 

La bajada no es muy pronunciada ni técnica, pero mantiene la misma fisionomía de asfalto que en la subida, por lo que es posible que los ciclistas lo afronten con cierta cautela. El tramo de valle desluce la importancia táctica de Spandelles, más allá de seguir imponiendo un ritmo asfixiante. Una vez la carrera llegue a Argelès-Gazost, el camino hacia el Tourmalet entrará en una fase de estabilización durante cerca de 20 kilómetros a través del esprint intermedio de Pierrefitte-Nestalas camino de Luz-Saint-Sauveur. Este municipio marca el inicio del Col du Tourmalet. A diferencia del Tour, tanto masculino como femenino, en La Vuelta se asciende por la vertiente de Barèges. Y aunque no tendrá una incidencia muy notable, las previsiones apuntan a un cielo tapado y posibilidad de lluvia ligera en el puerto.

Cerca de 19 km y una media del 7,4%. Esas son las características de un puerto que puede convertirse en el juez decisivo de la clasificación general. Una ascensión con pendientes sostenidas sin ningún descanso que van mermando kilómetro a kilómetro la fuerza en las piernas y en el que la altitud comienza a jugar un papel importante a partir de los 1.800 metros. Imponer un ritmo muy alto de forma persistente podría hacer incluso más daño que un ataque fugaz. En este sentido, un ciclista como Remco Evenepoel, que se enfrentará al Tourmalet por primera vez, posiblemente apueste por tratar de atosigar a sus rivales. La lucha por el maillot rojo está muy interesante y el belga debe recuperar terreno con respecto a un Sepp Kuss que resistió en la contrarreloj de Valladolid

Imagen de cabecera: Sprint Cycling

 

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