La Vuelta a San Juan Internacional, en Argentina, ha regresado al calendario ciclista tres años después con el eco, todavía resonando, de la victoria de la selección albiceleste en la Copa del Mundo de Fútbol. La euforia colectiva tras lo sucedido en Qatar ha dado paso a la celebración de los aficionados al ciclismo del país del tango, el mate, Borges y Cortázar por el retorno de esta histórica prueba, que se disputó por última ocasión en 2020.
La pandemia de la Covid-19 se interpuso en el camino durante las últimas dos temporadas, pero este 2023 ha retomado, junto con el Tour Down Under, su inherente naturaleza como escenario del inicio del año ciclista en carretera. Desde el pasado 22 de enero —y hasta el próximo domingo 29— los ciclistas vuelven a navegar por los paisajes áridos de la provincia argentina de San Juan.
Este rincón situado en la precordillera andina al noroeste de Argentina, protagonista en numerosas ediciones del Rally Dakar, aguarda una 39ª edición de la carrera que cuenta con un cartel de corredores de altísimo nivel. Entre ellos, destaca la presencia de Remco Evenepoel, actual Campeón del Mundo y, precisamente, ganador de la última ocasión que se disputó la Vuelta a San Juan en 2020.
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Junto al belga, también están participando ciclistas de gran relevancia como Peter Sagan (TotalEnergies), Sam Bennet (Bora-Hansgrohe), ganador de la primera etapa, o Fabio Jakobsen (Soudal-Quick Step), vencedor en la segunda jornada. Al igual que Sergio Higuita (Bora Hansgrohe), Daniel Felipe Martínez (Ineos Grenadiers) o Egan Bernal (Ineos Grenadiers), en el año que el colombiano espera recuperar su mejor versión tras el grave accidente que le apartó de la competición en 2022.
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Más allá de lo puramente deportivo, las carreteras de San Juan están inmortalizando a un Miguel Ángel López vistiendo los colores del Team Medellín, como nuevo compañero del español Óscar Sevilla, pero sobre todo, los últimos kilómetros como profesional de Maximiliano Richeze. El ciclista de treinta y nueve años, que viste los colores del combinado nacional argentino al estar sin equipo, despedirá una trayectoria brillante en casa, ante su público.
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El velocista argentino, ganador de dos etapas en el Giro d’Italia de 2007, se labró una carrera en Europa gracias a su incalculable trabajo como lanzador en equipos como Lampre, Quick Step y UAE Team Emirates. Aunque también supo aprovechar las oportunidades de brillar en solitario. Ahora, en el ocaso de su trayectoria, quiere despedirse por todo lo alto y en el hipódromo de Villicum rozó el triunfo en la tercera jornada. “Di todo lo que tenía y eso me tranquiliza”, comentó Richeze tras subir al podio claramente emocionado por los aplausos del público local.
