Damiano Caruso, la metamorfosis

El ciclista italiano llegaba al Giro de Italia como gregario de Mikel Landa, pero las circunstancias de carrera le obligaron a asumir los galones y respondió de manera brillante

El gregario es el eslabón que hace funcionar un equipo y la parte esencial sobre la que se sustenta cualquier éxito deportivo en el ciclismo. Una figura clave para entender este deporte, plagado de atletas cuya función no es conseguir victorias, sino ayudar a otros a conseguirlas. Eso lo sabe muy bien Damiano Caruso, gregario de oficio desde que debutó en el WordTour con el Liquigas en 2011. Ahora, vistiendo los colores del Bahrain-Victiorious, participaba en el Giro d'Italia como compañero de lujo para Mikel Landa, pero tras el abandono del alavés, el italiano ganó en libertad de movimientos siendo la sorpresa de la corsa rosa con un segundo puesto en el podio final. Transformó, de forma brillante, su papel de gregario hacia el de líder.

Caruso, nacido hace treinta y tres años en Ragusa, al sur de Sicilia, es un tipo tranquilo y quizás poco amante de la exposición pública. Es poco activo en redes sociales y muy de su casa. Se deduce de, ya no solo por su forma de correr, sino por una de sus respuestas en el cuestionario sobre gustos personales que el Giro suele hacer a los ciclistas. ¿Lugar favorito para viajar? “Mi casa, Sicilia”, respondió Damiano Caruso. De hecho, al día siguiente de la fiesta en Milán, el ciclista italiano ya se encontraba rodando por su tierras natales, como indica su perfil de Strava, en un suave "giro pomeridiano" en el que subía la Serra di Burgio, a 15 km de su casa. Por ahí pasó el Giro en 2019, cuando la carrera volvió a Sicilia tras cuarenta años de ausencia. 

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Fue el más consistente de la carrera. No estuvo al nivel de Egan Bernal, que rozó la excelencia durante gran parte del Giro d'Italia, pero, en definitiva, fue el único capaz de poner en aprietos la victoria del colombiano. Se presuponía que sería un ciclista conservador en la última semana, pero nada más lejos de la realidad.

La vigésima etapa, aquella que se vislumbraba como la que podía dar un vuelco a la general se convirtió en una etapa de banderas blancas. La gran mayoría apostó por firmar la tregua, ante la falta evidente de fuerzas, salvo Romain Bardet y, de forma indirecta, el propio Damiano Caruso.

“No era un movimiento planeado, vimos a los corredores del DSM aumentar el ritmo y Pello Bilbao y yo decidimos que era momento de saltar a por ellos. Estar delante era la mejor estrategia”, reconocía Caruso. A partir de ahí, la etapa se convirtió en una guerra sin cuartel entre tres gregarios: Jonathan Castroviejo (INEOS Grenadiers), Michael Storer (Team DSM) y Pello Bilbao (Bahrain-Victorious).

Aquella jornada culminó con una de las imágenes del Giro de Italia: Damiano Caruso golpeaba la espalda a su compañero Bilbao en señal de gratitud por el trabajo realizado cuando este, exhausto por el esfuerzo, decidía levantar el pie. “Hizo una labor encomiable y pudimos rematar con la victoria en Alpe Motta”, declaró posteriormente Caruso.

En el Giro, supo asumir los galones en un giro de guión provocado por las circunstancias y responder logrando los dos resultados más importantes de su vida deportiva: su primera victoria de etapa en una gran carrera por etapas y la segunda posición en la general. "Es un momento increíble para mí. No tengo palabras para describir lo que siento, ya que es algo completamente inesperado. Los planes eran otros pero he acabado cumpliendo dos de mis sueños: etapa y podio", declaraba Damiano Caruso visiblemente emocionado. 

Caruso es un líder diferente, un ciclista que sabe lo que significa a ciencia cierta el trabajo en la sombra y que selló su manera de entender el ciclismo con ese agradecimiento sincero hacia su compañero.

Hasta entonces, un triunfo parcial en la Setimana Coppi e Bartali en 2013 y el Circuito de Getxo en 2020 habían sido sus únicas victorias. No se entiende la vida de un líder sin su gregario y en este Giro de Italia vimos como de forma accidentada, pero con excelente resultado, se produjo la metamorfosis de un gregario en líder.

Imagen de cabecera: Bahrain-Victorious

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