Después de que el francés Thibaut Pinot anunciara que no participaría la corsa rosa, los planes del Groupama-FDJ se vieron alterados. De tener ambiciones para luchar por la general pasaron a ser un equipo en el que los corredores podrían ser más combativos, moverse con libertad y tener una plétora de oportunidades sin un líder al que atender. Vista esta situación con la perspectiva que nos ha dado esta primera semana de Giro d'Italia, la absenció de Pinot podría verse como una bendición inesperada: le ha dado a Attila Valter la oportunidad de presentarse al mundo.
Con sólo veintidós años, el húngaro ha conseguido vestirse con la maglia rosa, convirtiéndose, así, en el primer ciclista del país centroeuropeo en hacerlo. Attila Valter se infiltró en la escapada de Sestola que le dio el maillot de líder a Alessandro de Marchi, pero en San Giacomo —con el italiano fuera de juego— resistió las acometidas de Egan Bernal y compañía. Ese pundonor, y sus grandes características como escalador, le dieron la oportunidad de cruzar la línea de meta con la diferencia necesaria para convertirse en el nuevo líder del Giro d'Italia.
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La carrera profesional de Attila Valter es muy precoz. Firmó con el Groupama-FDJ en 2021 para lo que sería su segunda temporada en el WorldTour. Pero sus inicios fueron con el conjunto CCC Development en 2019, dejando sus primeros destellos como escalador en carreras por etapas de menor categoría. En junio de 2019, terminó en un impresionante tercer puesto en la general del Tour de Hungría. Tan solo fue superado por el danés Krists Neilands —del Israel Start-Up Nation— y su buen amigo y compatriota Márton Dina (Eolo-Kometa), con quien corrió en el Pannon Cycling Team en la temporada 2018.
Pocos meses después, Valter se confirmó como una de las promesas del ciclismo gracias a su actuación en el Tour de l'Avenir, la carrera que se encarga de descubrir a la nueva generación de talentos. Egan Bernal y Tadej Pogačar la ganaron en 2017 y 2018 respectivamente. El hungaro no estuvo en la lucha por la clasificación general, pero sí ganó la etapa reina con final en Tignes, apenas 73 km pero con más de 2.500 metros de desnivel positivo acumulado.
Sus actuaciones a lo largo de aquella temporada fueron suficientes para convencer al CCC de que era merecedor de su primer contrato WorldTour. Aunque Valter continuó corriendo mayormente carreras de segundo nivel, se encargó de dejar muestras de su calidad allá por donde pasaba. Entre otros resultados, registró un impresionante top 10 en el Gran Piemonte. Pero su gran momento de la temporada llegó en su tierra natal, en el Tour de Hungría. Dominó con firmeza la única etapa de montaña, imponiéndose en solitario, y llevándose el triunfo en la general final. Era la primera vez desde 2005 que un húngaro ganaba la carrera y Valter lo hacía con solo veintidós años.
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Este fue el preludio perfecto antes del debut de Valter en el Giro d'Italia de 2020. Se esperaba que ejerciera el papel de gregario en apoyo de Ilnur Zakarin, el líder de su equipo. Sin embargo, las opciones del ruso para la clasificación general se desvanecieron rápidamente. Con más libertad, el húngaro evolucionó notablemente a lo largo de la carrera, siendo protagonista en Sestriere —con un top 10— en la última jornada de montaña de aquella edición.
Attila Valter también posee la "maglia bianca" de mejor joven (crédito imagen: Giro d'Italia)
Esta tendencia de crecimiento exponencial ha continuado en 2021. Su participación en la Volta Catalunya pasó de forma muy desapercibida hasta la última jornada en el circuito de Montjüic. Se unió a la escapada inicial y, en meta, tan solo fue superado por Thomas De Gendt (Lotto Soudal) —quien acabaría imponiéndose en otra de sus características cabalgadas— y Matej Mohorič (Bahrain - Victorious), una clara señal del pedigrí que atesora Attila Valter.
La pregunta que se nos presenta teniendo en cuenta estos ingredientes es si será capaz de defender el liderato en las jornadas que se avecinan. Sin duda, ha demostrado un desarrollo constante y cuenta con la valiosa habilidad de poder estar con los mejores en las etapas de montaña, o al menos cerca de ellos. Todavía es un ciclista muy joven, por lo que podría ser un test importante para medirse en estas circunstancias y saber hasta dónde es capaz de llegar.
Todavía eufórico por estar ataviado con la maglia rosa, Valter declaró: "Haré todo lo posible para llevarla con orgullo y mostrar mi respeto por el maillot. Además, soy el primer húngaro que lo viste y quiero dar un buen ejemplo".
A la pregunta de cuánto tiempo podrá mantener el maillot después de la sexta etapa, Valter respondió sereno: "Lo que es seguro es que ahora lo llevaré yo, dormiré con él. El Giro es una carrera muy exigente y hay que saber aprovechar tu oportunidad, en esta carrera puede pasar de todo. Espero permanecer lo máximo posible con este maillot tan bonito y especial".
Image de cabecera: Stuart Franklin/Getty Images
