Tour de Francia 2022 - previa etapa 8: incursión suiza

Jornada de media montaña a través de los Montes Jura camino de la ciudad suiza de Laussane. Un recorrido que invita a pensar en la posibilidad de que triunfe la fuga con una cota final de 5km al 4,6% y un pequeño tramo central que alcanza el 12%.

La ciudad olímpica. Así es reconocida Lausanne al ser la sede y el centro neurálgico del Comité Olímpico Internacional. En este caso, acoge un final de etapa del Tour de Francia por sexta ocasión, aunque la ronda gala no la visitaba desde la edición del año 2000 cuando la victoria fue para el velocista Erik Dekker en una llegada muy ajustada ante el dominador del maillot verde Erik Zabel. Ahora será un final muy diferente, con una cota final en las calles de la ciudad y un recorrido en el que los especialistas en las escapadas serán los grandes protagonistas.

Recorrido de la 8ª etapa: Dole - Lausanne (186,3 km)

Los Alpes comienzan a asomar en el horizonte, pero el recorrido primero hace un breve paso por los Montes Jura. En esta octava jornada, la ruta atraviesa esta pequeña cadena montañosa y se adentra en Suiza a través de un perfil de media montaña propicio para que triunfe alguna fuga. Tras un inicio llano, el terreno comienza a ser cada vez más sinuoso camino del esprint intermedio de Montrond, que dará paso a las primeras ascensiones categorizadas del día, aunque sin excesiva dureza: la Côte de Marechét y la Côte des Rousses. 

Una vez superado este tramo, la etapa recorre un altiplano durante cerca de 40 kilómetros antes de afrontar el pequeño Col de Pétra Félix, en las inmediaciones del Lago de Jeux. Seré el momento en el que los ciclistas abandonarán las altitudes superiores a los 1000 metros y entren en una zona favorable que les conducirá directamente hacia la ciudad de Lausanne, en la orilla del lago Léman. 

En su calles, los corredores afrontarán la cota final camino del Stade Olympique. Se trata de una ascensión ligeramente inferior a los 5 kilómetros y con una pendiente media del 4,6%, aunque tiene un tramo central que alcanza el 12%. Las calles son amplias y a pesar de que se suceden una serie de curvas no revisten mayor dificultad. Eso sí, sin duda, será un final explosivo. 

Favoritos

El perfil invita a pensar que una fuga podría tener opciones reales de luchar por el triunfo de etapa, siempre y cuando haya intención y se filtre un número importante de corredores para poner en jaque al pelotón. La exigencia de la última cota es suficiente para descartar a los velocistas puros, por lo que el trabajo de control quedará supeditado a aquellos equipos de hombres fuertes que piensen en la posibilidad del triunfo parcial.

Sin embargo, se trata de un terreno en el que un grupo compacto puede hacer camino y la ambición en la persecución por parte del pelotón no debería ser excesivamente elevada con la dureza alpina cada vez más próxima.

En caso de que una fuga consiga llegar a buen puerto, alguno de los nombres que podrían buscar un movimiento lejano podrían ser el de Ion Izagirre (Cofidis), Dylan Teuns (Bahrain-Victorious), al que este tipo de finales le benefician, el incombustible ciclista danés Andreas Kron (Lotto-Soudal), Benoît Cosnefroy (AG2R Citroën), un Mathieu van der Poel (Alpecin-Deceuninck) irreconocible hasta el momento tras la fatiga acumulada en el Giro o el francés Tony Gallopin (Trek-Segafredo), al que siempre se le han dado bien este tipo de jornadas de media montaña.

Aún así, no hay que descartar que veamos una situación parecida a la jornada de Longwy, aunque sin tanta dureza encadenada en la parte final. De esta forma, ciclistas con capacidad explosiva e implicados en la clasificación general como el insaciable Tadej Pogačar (UAE Team Emirates), el francés David Gaudu (Groupama-FDJ), que tiene una gran capacidad para desenvolverse en estas llegadas, Primož Roglič (Jumbo Visma), que se precipitó al arrancar el esprint en la sexta jornada, o el dúo del Ineos Grenadiers, Daniel Felipe Martínez y Adam Yates

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