La agridulce despedida mundialista de Annemiek van Vleuten

El último Mundial de la ciclista neerlandesa acabó con sentimientos encontrados. Un pinchazo en el peor momento impidió que estuviera en la batalla por las medallas, pero el público se volcó en una vuelta final en la que Van Vleuten sintió el apoyo incondicional de los aficionados. Ella les devolvió el cariño con un adiós muy especial.

La última vuelta de Annemiek van Vleuten al circuito urbano en el centro de Glasgow en los Campeonatos del Mundo fue una paradoja. Se empapó de los aplausos de los aficionados, saludando y lanzando besos al público que la vitoreaba desde el respeto y la admiración. Esta era la última participación de la neerlandesa en los Mundiales, y le estaban mostrando su agradecimiento por una trayectoría enorme. Pero mientras Van Vleuten rodaba por el recorrido, alejada de la lucha por las medallas tras un inoportuno pinchazo, lo hacía con lo que ella describió como "superpiernas". Aunque su vuelta de honor fue emotiva y especial, también fue agridulce, pues cree que podría haber hecho más.

Las declaraciones de Van Vleuten nunca suelen dejar indiferente a nadie, son cristalinas y precisas . "Aceptar, adaptarse y seguir adelante", comentó la ciclista neerlandesa cuando se le preguntó por sus sentimientos tras su problema mecánico. "Puedes enfadarte mucho por un pinchazo, pero lo cierto es que no puedes hacer absolutamente nada. Tienes que saber ver siempre el lado positivo y extraer la mejor parte. He disfrutado mucho los últimos kilómetros con el apoyo del público".

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Antes del pinchazo, Van Vleuten se encontraba en el grupo de las principales favoritas, del que acabaría saltando Lotte Kopecky a falta de seis kilómetros para hacer buenos los pronósticos y lograr el maillot arcoíris. La neerlandesa había sido crucial para recortar distancias con una destacada Elise Chabbey para que su compañera de selección, Demi Vollering, pudiera tener opciones de victoria. La veterana corredora de cuarenta años, que ya había cambiado de bicicleta en los primeros compases de la carrera, incluso se mostró activa, atacando y con un muy buen estado de forma.

Parecía que volvía a ser la Van Vleuten de antaño, con garra, con colmillo y su inigualable actitud ofensiva. Sin duda, una ciclista diferente a la que vimos en el Tour de Francia Femenino, mucho más diluida, agotada y superada por la situación. "Estoy súper orgullosa de haber estado en mi último Campeonato del Mundo todavía en la batalla por la victoria y ayudando para tratar de que el equipo consiguiera el triunfo. Sigo teniendo energía, no la he perdido en mi último año, y hoy tenía unas piernas estupendas", apuntó Van Vleuten.

Annemiek Van VleutenFotografía: Alex Whitehead

Esta confianza en su excelente estado de forma plantea algunas cuestiones sobre la táctica del combinado neerlandés. Si las piernas de Van Vleuten eran tan buenas como ella afirmaba, ¿podrían haber optado por jugar ambas bazas de forma estratégica en lugar de que la corredora de Movistar asumiera la persecución de Chabbey y sacrificar sus opciones?. La propia Van Vleuten fue muy clara al acabar la carrera, argumentando que el equipo se ciñó al plan establecido, en el que Vollering sería la única líder. “Demi me dijo que era el momento de tirar y le respondí que de acuerdo. Ella era la líder porque este año ha demostrado tener un nivel increíble", explicó Van Vleuten. "Aun así, sentí que hoy tenía un ritmo muy bueno. Creo que fue triste que no estuviéramos las dos en la parte final".

El pinchazo lo precipitó todo y echó por tierra definitivamente las opciones de reeditar el maillot arcoíris. De esta forma, Van Vleuten tuvo que aceptar la situación y forzar un cambio de mentalidad. Y, en cierto modo, esa capacidad forma parte de la fortaleza y el carácter de la neerlandesa, dejando rápidamente atrás la decepción y tratando de buscar la parte positiva de su infortunio. Allí, en medio del enrevesado circuito con espíritu de yincana de Glasgow, Van Vleuten encontró en el público su mejor aliado para despedirse con una sonrisa de los Mundiales, en los que ha conseguido dos títulos en línea y dos contrarreloj.

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"Se me puso la piel de gallina", comentó cuando se le preguntó por los últimos kilómetros de la carrera. "Me encanta la gente del Reino Unido, tienen un lugar especial en mi corazón y también pude sentir que yo tengo un lugar especial en el suyo. No fue agradable pinchar en la última vuelta, pero hay que aceptarlo como lo que es, simplemente un pinchazo. Me sacó de la carrera, pero no me enfadé ni me decepcioné. Sentí que la gente se daba cuenta de que era mi último Campeonato del Mundo, así que fue un bonito final".

Quizá no haya sido la ciclista dominante y exultante de otros años, pero las actuaciones de Van Vleuten a lo largo de esta temporada han demostrado que sigue teniendo un hueco reservado en la cima del deporte. De hecho, este 2023 la neerlandesa ha conseguido la victoria en la primera Vuelta a España Femenina y su cuarta maglia rosa en el Giro Donne, en la que además cosechó hasta tres triunfos de etapa. Victorias que en la carrera italiana, la más relevante en el ciclismo femenino hasta el regreso del Tour de Francia, amplían a un palmarés que asciende a dieciséis en sus nueve participaciones.

Por tanto, en el ambiente flota la cuestión de si su retirada a final de temporada es acertada, pero Van Vleuten admite que aunque ha tenido dudas confía en que su decisión es la correcta. "Cuanta más gente me ruega que continúe, más pienso que es un buen momento para parar. Es mejor que te pregunten cuándo vas a dar un paso al lado porque me da la sensación de que sigo divirtiendo a la gente. Estoy llena de energía, sigo en las posiciones de cabeza y puedo seguir exprimiendo lo mejor de mí misma, por lo que me enorgullece seguir teniendo esa actitud. Soy consciente de que si continúo más tiempo el nivel de energía bajará drásticamente, así que estoy orgullosa de poder decir adiós así del deporte", expresó Van Vleuten.

Fotografía: Getty

El último Campeonato del Mundo de Van Vleuten no podía estar exento de drama y desventuras. Siempre que compite con el equipo nacional parece haber algún tipo de controversia, ya sea ganar con un hueso roto como hizo en Wollongong el año pasado, o una celebración fuera de lugar tras una mala comunicación como vimos en los Juegos Olímpicos de Tokio. “Tengo momentos excelentes y otros que no lo son tanto, incluso desastrosos… vestida de naranja”, destacó entre risas. "No me libro, siempre tengo alguna especie de situación complicada y hoy me ha tocado pinchar una rueda”.

Sin embargo, Van Vleuten expresó una sensación de satisfacción al mirar hacia atrás y ver el amplio impacto que ha tenido para ayudar al crecimiento del ciclismo femenino. Es historia viva de este deporte y sus actuaciones ofensivas, sin raciocinio aparente, han cautivado y atraído al espectador durante años. Siempre quedará un pedacito de su trayectoria en el pelotón, como el de tantas otras pioneras —y en épocas todavía más complejas—, cuando cuelgue la bicicleta a final de año. “Poder retirarme cuando el nivel del ciclismo femenino es tan alto es sensacional. Cuando empecé era un deporte amateur y ahora es un deporte profesional del que estoy muy orgullosa de formar parte”, concluyó.

Imagen de cabecera: Zac Williams / SW Pix

 

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