Peter Sagan, una trayectoria carismática

Repasamos el palmarés del ciclista eslovaco, que se despedirá del ciclismo profesional de carretera al término del año 2023. Un corredor extraordinario, con un talento y una personalidad especial que brilló bajo el color verde del Tour y el arcoíris mundialista.

Apenas quince días después de que Thibaut Pinot anunciara sus planes de retirada al acabar 2023, y en medio de las continuas dudas sobre el futuro de Nairo Quintana, Peter Sagan confirmó que ésta será también su última temporada como ciclista profesional. La intención del ciclista eslovaco de treinta y tres años, triple Campeón del Mundo, es disputar el calendario completo este año, pero después dirá adiós a la carretera para centrarse en el ciclismo de montaña con el sueño de protagonizar un último baile en los Juegos Olímpicos de París en 2024.

Tras las recientes despedidas de grandes ciclistas como Vincenzo Nibali, Alejandro Valverde, Philippe Gilbert y Tom Dumoulin, lo cierto es que en los últimos años se ha producido una tendencia clara a un cambio de guardia en el pelotón masculino. Y Sagan, como los demás, ha tenido dificultades para seguir el ritmo de las nuevas generaciones y estar a la altura de los ciclistas más jóvenes que han brotado como auténticas estrellas.

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El nuevo ritmo competitivo y descarado, que en cierto modo él mismo introdujo en el pelotón con sus actuaciones, junto a las intermitentes lesiones y problemas de salud han contribuido a lastrar su estado físico y, por ende, a acelerar su declive. Pero indudablemente, también hay que reconocer que hoy en día, incluso en plenas condiciones, tan solo sería un posible aspirante más en las carreras que solía dominar, por detrás de Wout van Aert, Mathieu van der Poel o Biniam Girmay. El año pasado, además, ya dejó algún gesto de su temprano envejecimiento, en término ciclistas, al lamentar la “falta de respeto” de la generación más joven. 

Sagan durante la primera etapa del Tour de Francia 2022 (Fotografía: Zac Williams / SWPix)

En sus cerca de quince años de trayectoria profesional, porque él también fue un talento precoz saltando al campo profesional con tan solo veinte años, Peter Sagan ha logrado, hasta el momento, un total de 121 victorias. Estas cifras le sitúan como el decimonoveno ciclista con más triunfos de la historia, solo una victoria por detrás de Tom Boonen, según recoge el portal ProCyclingStats.

Estos datos adquieren una dimensión mayor si tenemos en cuenta que el ciclista eslovaco es quizás todavía más venerado por su numerosos segundos puestos y su asiduidad en los puestos altos que por ser un corredor con amplias rachas victoriosas. Aun así, entre 2011, su segundo año como profesional, y 2017 tan solo hubo una temporada que logró menos de diez triunfos.

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Sin embargo, si un elemento ha distinguido a Peter Sagan a lo largo de su carrera ha sido, sobre todo, su regularidad. Eso se refleja en su récord absoluto de siete títulos con el maillot verde en el Tour de Francia, una marca que parece poco probable que pueda ser superada, al menos durante un largo periodo de tiempo. El ciclista eslovaco fue capaz de hacer sencillo una situación excepcional, pues año tras año regresaba a la ronda gala en un gran estado de forma, con la ambición intacta y una actitud ofensiva brillante. Demostró una resistencia y un compromiso notable.

Sagan en el Tour de Francia de 2020 (Fotografía: Pauline Ballet / ASO )

La solidez que logró alcanzar Peter Sagan en la consecución del maillot verde del Tour de Francia es aún más imponente al coincidir con lo que fue una época dorada para los grandes velocistas del pelotón como Mark Cavendish, André Greipel o Marcel Kittel. A pesar de ello, por muy dominantes que pudieran ser en las volatas, no podían hacer frente a la versatilidad del eslovaco. Sagan se filtraba en fugas de jornadas montañosas, sumaba puntos en etapas con dureza y, al mismo tiempo, estaban en la disputa de las llegadas masivas. Abarcaba territorios muy variados y eso le hizo imbatible. 

Pero además del verde, hubo otro maillot que acompañó a Peter Sagan: el arcoíris. El eslovaco se impuso en los Campeonatos del Mundo de Richmond 2015, Doha 2016 y Bergen 2017. Lo hacía con una soltura envidiable y en circunstancias muy diferentes. Esos tres triunfos le auparon al escalafón más alto de la historia mundialista, igualando el récord de Alfredo Binda, Rik van Steenbergen, Eddy Merckx y Óscar Freire. Sin embargo, se convirtió en el único ciclista que lo consiguió de forma consecutiva. Además, lejos de sufrir la legendaria maldición del maillot arcoíris, durante esas tres temporadas disfrutó de los mejores años de su carrera.

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El primer título mundial en 2015 marcó un antes y un después en su trayectoria profesional. Antes de ese resultado, en torno a su figura se generó cierta incertidumbre y crecía la preocupación de que, a pesar de su excepcional talento, carecía de la capacidad necesaria para ganar las carreras más importantes. Esa primavera no fue capaz de lograr la victoria en ninguna Clásica, llevaba dos ediciones del Tour de Francia sin conseguir un triunfo de etapa y, por supuesto, aún no había ganado ningún Monumento. Como si fuese fácil.

Evidentemente, todas esas dudas quedaron ampliamente despejadas durante su primera temporada con el maillot arcoíris. El año 2016 se convirtió en un annus mirabilis en el que consiguió esa ansiada victoria en un Monumento como el Tour de Flandes, ganó tres etapas del Tour y su quinto maillot verde consecutivo, y, a su vez, defendió su título mundial en el desierto qatarí. Las victorias siguieron llegando en 2017 y 2018. Ese último año vistiendo el arcoíris —cediendo el testigo a Alejandro Valverde— se despidió con la que puede haber sido su obra maestra. Peter Sagan se alzó con una heroica victoria en París-Roubaix tras un ataque a más de 50 kilómetros para la meta. 

Peter Sagan celebra exultante su victoria en la Paris-Roubaix de 2018 (Fotografía: Jeff Pachoud / AFP)

Desde que se desprendió del arcobaleno, su inseparable compañero de viaje, el número de victorias se redujo drásticamente. A pesar de ello, en 2019 logró el séptimo y último maillot verde del Tour de Francia, en 2020 se hizo con una espléndida victoria de etapa en el Giro de Italia que quedará en la retina de todos los aficionados del ciclismo por sus constantes ataques en las cotas camino de Tortoreto y en 2021 cerró el círculo italiano logrando su primera maglia ciclamino en el Giro. 

¿El único pero a la carrera de Peter Sagan? Quizá que tan solo pudo hacerse con la victoria en dos Monumentos. El eslovaco sufrió por ser un hombre excesivamente marcado en estas carreras y nunca logró encontrar la manera de superar los dilemas tácticos que esto planteaba. Dicho esto, cualquiera que ame el ciclismo sabrá que la grandeza de Peter Sagan iba mucho más allá de sus resultados. Su técnica sobre la bicicleta era asombrosa, capaz de hacer cosas casi imposible sobre ella, pero por encima de todo su personalidad trascendía el deporte. Se ganó el cariño del público, entre otras cosas, por su contagioso sentido del humor, sus cortes de pelo, sus celebraciones extravagantes y sus vídeos pastiche de la cultura pop.

Y aunque gran parte de este artículo está escrito en pasado, lo cierto es que la carrera de Peter Sagan todavía no ha terminado. Su decisión de retirarse a final de temporada tiene más que ver con un cambio de estilo de vida y la posibilidad de pasar más tiempo con su hijo que con la aceptación de que ya no es capaz de competir al más alto nivel. Puede que en el ocaso de su carrera todavía le aguarden muchos más éxitos.

Imagen de cabecera: Michael Steele / Getty Images

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