Marion Rousse, espíritu del norte para dirigir el Tour de Francia femenino

Es pura energía, siempre en movimiento. Al parecer, eso va en su ADN, como también el ciclismo, algo que le viene de familia. Marion Rousse, la actual directora del Tour de Francia femenino, está decidida a que la vuelta de la grande boucle al calendario de féminas sea un punto de inflexión para la normalización de este deporte. 

Se crió en Valenciennes, en el norte de Francia, a pocos kilómetros de la frontera con Bélgica. Marion Rousse se define como “una auténtica norteña”. “Vivíamos en el campo, en un pueblo de 600 habitantes en el que ni siquiera había panadería —recuerda—. Y como norteños, mirábamos con orgullo el velódromo de Roubaix. Es un lugar especial para mí, porque estuve en una academia de ciclismo cerca de allí y también solía hacer salidas por los sectores de pavé con mi padre”.

Para el francés medio, la percepción del departamento del Norte es la de un lugar aburrido en el que no pasa nada. Esa zona es famosa por su queso blando y cuadrado de sabor muy fuerte. Además del queso, en los últimos años la película independiente Bienvenue chez les Ch'tis (2008) ha contribuido a generar estereotipos de los lugareños. El argumento gira en torno a un empleado de Correos que es traslado de la Provenza a una desangelada oficina en un pueblo del norte y allí descubre que la gente es cálida, inquieta y con un carácter fuerte y muy particular. Quizás podría decirse lo mismo de la propia Rousse. 

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El ciclismo siempre ha estado presente en la vida de Rousse. Sus primos mayores eran corredores profesionales, y su padre Didier competía en carreras amateurs. "Un día le pedí a mi padre que me dejara participar en una carrera. Se negó porque pensaba que era demasiado joven y que sería demasiado duro para mí. Así que, mientras él estaba trabajando, mi madre me inscribió en secreto en un club local”. Así fue como, a los seis años, Rousse empezó a correr en bicicleta. Finalmente su padre acabó convirtiéndose en su entrenador y terminó acompañándola a todas sus carreras. 

Con el tiempo fichó por el Vienne Futuroscope (ahora FDJ Nouvelle-Aquitaine Futuroscope), y en 2012 consiguió ser Campeona de Francia de ruta en Saint-Amand-les-Eaux, en su región natal. Como no era posible vivir solo del ciclismo, Rousse se ganaba la vida con otros trabajos, pero lo que realmente le interesaba era el periodismo y la comunicación. 

Correr en el Lotto-Belisol le abrió las puertas a una oportunidad como presentadora ocasional en Les Rois de la Pédale en Eurosport. "Ser ciclista y presentadora de televisión era difícil de compaginar y no sentía que estuviera haciendo bien ninguna de las dos cosas. Así que tuve que plantearme mi futuro y me dije que tal vez podría aprovechar esta oportunidad de oro y seguir trabajando en los medios de comunicación”. 

La oportunidad de dirigir el Tour

"Cuando Christian Prudhomme me llamó y me dijo que estaba pensando en mí para el papel de directora de la carrera, me sentí realmente honrada y acepté sin dudarlo. Cada vez hay más carreras importantes para las mujeres, pero nos faltaba una carrera por etapas de referencia. Así que tener un Tour de Francia femenino es lo mejor que ha podido pasar. Cuando acepté ser la directora, tenía que estar segura de que A.S.O. iba a tratar la carrera con la misma atención que al Tour de Francia masculino. Tenían que querer hacerlo de verdad, y espero que las chicas jóvenes puedan ver esta carrera y sentirse inspiradas para convertirse en ciclistas".

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Y en este nuevo Tour de Francia, ¿dónde se librarán las grandes batallas? "Bueno, todas las etapas han sido diseñadas para que haya algo para las velocistas, las corredoras polivalentes, las ciclistas con garra y las escaladoras —comenta—. La etapa de Bar-sur-Aube, con 13 km de pistas de tierra, es una etapa atípica en el Tour de Francia, ya que tendrá la apariencia de una carrera clásica pero en el mes de julio. Creo que puede ser una etapa para Lotte Kopecky o Annemiek van Vleuten, aunque será difícil, ya que los tramos de grava estarán precedidos por pendientes pronunciadas. Sin duda, sería una etapa peligrosa para la clasificación general". 

Rousse es optimista sobre el futuro del ciclismo femenino. Continúa: "Es cierto que las mujeres no siempre han estado en la posición actual y el nivel de profesionalismo que existe ahora en las carreras femeninas nos parece normal, cuando antes no lo era. Es estupendo que tengamos cosas como el salario mínimo, pero es una pena que hayamos tenido que esperar tanto tiempo para que esto ocurra. Tiendo a ser optimista y espero que haya más cosas positivas para el ciclismo femenino y el deporte femenino en general, aunque sé que aún nos queda camino por recorrer".

**Este artículo que se puede leer al completo en #VOLATA34

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