La Vuelta 2023 - crónica decimoquinta etapa: Firmado, Rui Costa

El portugués consigue su primera victoria de etapa en La Vuelta tras batir en un apretado esprint a Lennard Kämna y Santiago Buitrago en Lekunberri. El ciclista de Intermaché resuelve la escapada con la astucia que le caracteriza y vuelve a alzar los brazos en una gran vuelta diez años después.

Olfato, picardía y experiencia. Esas tres palabras definen la victoria de Rui Costa en Lekunberri, que a los treinta y seis años ha estrenado su palmarés en La Vuelta después de rematar con su sello personal la fuga en la decimoquinta jornada. El portugués siempre ha sido un experto en gestionar momentos de máxima tensión, desenvolverse como pez en el agua en situaciones de titubeo y mantener el control mientras aparenta una sensación de apatía absoluta. Ese talento especial, que le llevó a conquistar el Mundial de Florencia en 2013 y tres etapas en el Tour de Francia, le ha permitido volver a alzar los brazos en una gran vuelta diez años después: “Hay una dedicación enorme, horas de esfuerzo y mucho trabajo por detrás que la gente no ve”, explicaba el luso en la antesala del podio.

El ciclista del Intermarché-Circus-Wanty ha manejado el tempo de la llegada a su antojo, contemporizando con sangre fría y haciendo creer a Lennard Kämna (2º) y Santiago Buitrago (3º) que llevaban el mando de la situación. En esa batalla psicológica y táctica del último kilómetro, el alemán Kämna incluso ha rozado su segunda victoria en esta edición de La Vuelta —después de la que logró en el caótico final del Collado de la Cruz de Caravaca—, pero la figura de Rui Costa ha aparecido por su derecha en los últimos 25 metros para endosarse un esprint ajustadísimo y certificar que el instinto del portugués se ha reactivado tras su fichaje por Intermarché: “El equipo creyó en mí desde el primer momento”, comentaba. Esta es la cuarta victoria de Costa en el año 2023.

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El trío de cabeza se ha jugado el triunfo después de que en el segundo paso por el Puerto de Zuarrarrate, Buitrago rompiera una fuga en la que otra vez todos los ojos apuntaban a Remco Evenepoel. El colombiano ha atacado en la parte más exigente de la subida, pero soldado a su rueda se ha marchado Rui Costa. El portugués no es el mejor compañero de viaje, así que el dúo ha entrado en una fase de dimes y diretes en la que no hubo un gran entendimiento. “Le decía que me ayudara porque quería que no nos llegara nadie desde atrás", ha detallado el de Bahrain-Victorious. Aun así, tan solo Lennard Kämna pudo reaccionar desde el grupo perseguidor. 

Fotografía: GettyRemco Evenepoel sumó puntos importantes para afianzar la clasificación de la montaña (Fotografía: Sprint Cycling)

El ciclista de BORA-Hansgrohe ha forzado en el descenso tratando de sorprender, pero una caída en una curva ciega se ha interpuesto en su camino, aunque pudo reengancharse en el tramo final de la bajada para disputar la etapa. “La primera vez había visto que esa curva era engañosa. Kämna iba muy rápido y yo he tenido que frenar porque si entraba a esa velocidad sabía que nos íbamos a caer”, ha explicado Rui Costa en la línea de meta.

Mientras Costa, Kämna y Buitrago comenzaban a especular, el resto de perseguidores (Andreas Kron, Einer Rubio, Cristián Rodríguez y Chris Hamilton) han soñado con la posibilidad de victoria arrastrados por Remco Evenepoel (4º) hasta los metros finales. El belga hoy no ha tenido su mejor día después del desgaste acumulado camino de Larra-Belagua, como él mismo reconocía: “Di el máximo, pero me quedé sin fuerzas en el puerto final”.

Una presencia de Evenepoel en fuga que el Jumbo-Visma impidió durante el intenso inicio de etapa, con movimientos de un valiente e inconformista UAE Team Emirates. “Tuve que explicarle diez veces a Vingegaard que mi objetivo ya no es el maillot rojo”, destacaba el belga. Esa resignación también la comparte Mikel Landa: “A nada que arrancamos nos bloquean”, admitía con firmeza. Quizá en la tercera semana, el Jumbo-Visma es más laxo consciente de su superioridad.

Imagen de cabecera: Sprint Cycling

 

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