Sake, ardillas y gravel extremo en Bend: probando el grupo Shimano GRX de 12 velocidades

Testamos la segunda generación de este grupo para gravel de la marca japonesa en un viaje a Oregón (EE.UU.), tierra de pinos ponderosa y cascadas imponentes, con centenares de kilómetros de pistas por explorar. Shimano ha puesto el énfasis en el estudio de cada detalle e incluso ha intervenido su departamento de pesca.

El entorno de Bend, una población de menos de 90.000 habitantes en el centro del estado de Oregón, al oeste de los Estados Unidos, es conocido por los amantes de las actividades al aire libre, con incontables kilómetros para el senderismo, la práctica de la pesca en el río Deschutes y del esquí en el monte Bachelor. También lo es para la práctica del mountain bike y, desde hace unos años, para el gravel. Alrededor de la ciudad se han creado innumerables pistas que transcurren entre frondosos bosques de abetos y pinos ponderosa que pueden llegar hasta los 35 metros de altura.

La corteza de esos árboles coníferos, muy típicos de la costa oeste norteamericana, tiene un aroma dulce, parecido al del azúcar moreno. Percibir estos detalles quizás sea una de las consecuencias del ciclismo, en especial del gravel y el mountain bike: saber detectar el aroma y los colores de los entornos naturales, así como los diferentes tipos de suelo y piedras. En aquella zona del centro de Oregón, la tierra era rojiza y arenosa, en parte por su origen volcánico, y era el escenario elegido por Shimano para presentar ante la prensa internacional la segunda generación de su grupo para gravel GRX.

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Todos los periodistas europeos comentábamos las impresiones climatológicas tan inusuales  con un clima desértico, seco y extremo a más de 1.000 metros de altitud. Pocas horas antes, habíamos podido hacer la primera salida en bici, plácida, de apenas 30 kms, para completar una primera toma de contacto e intentar dejar atrás el jetlag. Pistas muy sinuosas con alguna pequeña emboscada, zonas de arena, el olor a pino y muchos chipmonks, unas ardillas con el lomo listado que se mueven a gran velocidad y son muy esquivas.

Si mientras ruedas, sientes que todo fluye, que cambias de marcha como si tu cerebro, tus dedos y el cambio estuvieran conectados, notas que la bici y tú sois un todo unido, es que todo va bien. No tener que prestar atención a los elementos técnicos, no sentir que la cadena salte, incluso sobre los terrenos más rugosos, hace que podamos centrarnos en el pedaleo, en el terreno y disfrutar del entorno y de la conversación. Estaba rodando por los bosques cercanos a Bend y casi ni me estaba dando cuenta de que estaba probando por primera vez el nuevo grupo Shimano GRX para gravel.

De pesca por Shimano

Mientras la delegación japonesa de Shimano explicaba en la sobremesa de cena el proceso de elaboración tradicional del sake —el licor japonés por excelencia— le comenté a Hiroshi Matsumoto, ingeniero de la marca, mis impresiones sobre el nuevo GRX, en especial las sensaciones sobre el manillar y las manetas. "Pueden parecer muy grandes y aparatosas, pero están pensadas para que nunca dejes de tener un punto de contacto, especialmente cuando pedaleas de pie o sobre terrenos muy técnicos. Hemos usado un nuevo compuesto de goma inventado por el departamento de pesca de Shimano para que no se pierda grip en contextos de mucha agua y humedad...”, comentó. 

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Las nuevas manetas son más ergonómicas y con mayor agarre a través de un relieve determinante para conferir más seguridad y más facilidad de acceso a las manetas de freno, pero también comodidad. De este modo, Shimano responde a los cambios que el gravel está experimentando en los últimos años: los practicantes corren y compiten más, pero también son más aventureros y se lanzan al ultraciclismo.

Esta nueva generación del grupo GRX para gravel estrenado en 2023 abraza ya las 12 velocidades y se ha lanzado en su versión mecánica, aunque no se descarta a medio plazo que se comercialice en su versión electrónica Di2, tal y como ha ido pasando con casi todos los grupos de Shimano. Desde VOLATA probamos la versión con dos platos (48/31), aunque también está disponible en monoplato (de 40 o de 42 dientes), con cassette de 10-51, lo que comprende un gran rango de velocidades y lo sitúa cercano al mountain bike. 

En ambos casos, las novedades se centran en la mejora de la frenada, la transmisión, la manejabilidad y en poder disponer de unas ruedas de carbono específicas para el gravel, las WH-RX880-T preparadas para el tubeless que puede albergar neumáticos de 32 hasta 50 mm. Además, tener estas 12 velocidades facilita poder ampliar los límites de la conducción tanto para afrontar terrenos más empinados y técnicos como para poder rodar a más velocidad y afrontar mayores distancias.

Unidos por y en el gravel

El conocimiento más profundo de la comunidad gravel en estos últimos años ha sido clave para que Shimano haya tomado algunas decisiones. Con el lanzamiento del nuevo GRX, la marca nipona también estrenaba el lema "United in gravel", como una manera de aglutinar las distintas sensibilidades alrededor de esta disciplina. "Para nosotros es la modalidad más integradora del ciclismo. No importa qué nivel tienes, es la forma más fácil y cercana de montar en bici”, comenta Erik van Kooten, brand manager de Shimano en Europa.

Esta visión integradora del gravel está alineada con uno de los datos que puso sobre la mesa otro miembro del equipo de la empresa nipona, Dave Lawrence, jefe de producto de gravel para Estados Unidos: "A raíz del Covid, en los Estados Unidos hemos detectado que el gravel es la modalidad que más está proporcionando la entrada de nuevos usuarios, es decir, de más ciclistas nuevos. Algunos provenientes de la carretera y otros de otros ámbitos”. Y continúa: "el 75% del mercado continúa siendo mecánico así que... Por eso hemos optado por que el nuevo GRX sea mecánico en esta primera versión".

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Desde la marca japonesa ven el gravel desde una perspectiva global y proponen tres montajes para que el usuario pueda elegir el que mejor se adapta a su terreno de juego. De este modo, Shimano propone el montaje "Unbeatable", con sistema monoplato 1x12 RX820 (de 40 o 42) y con un casete de 10-45; el "Unstoppable", también monoplato 1x12 RX820 (de 40 0 42) y con una combinación de un casete 10-51; y, por último, el "Undroppable" de dos platos (48/31) 2 x 12 RX820 y con casete de 11-34 o de 11-36. Cada una de estas combinaciones tiene un cambio trasero específico que permite que nunca se pierda la precisión y la velocidad en la transmisión independientemente del desarrollo elegido.

En todos los casos se incluye la tecnología Shadow RD+12, un estabilizador de la cadena que hace que el cambio sea menos ruidoso manteniéndola en tensión. Además, el desviador delantero viene con 2,5mm más de amplitud con respecto al paso de rueda para que se vea menos afectado por la acumulación de barro en esa zona. Pequeños detalles que hacen que todo fluya y te olvides del cambio.

En este encuentro con los medios, desde el equipo de la marca nipona no se olvidaron de lanzar también un grupo más asequible, el RX610, cuyas manetas son combinables con los cambios de la serie RX820. De hecho, casi todos los componentes son intercambiables y compatibles entre ellos, lo que está alineado con esta política de "unidos en el gravel", sin olvidarnos de los grupos ya existentes en el mercado, como el RX810 (11 velocidades) —o RX815 en versión Diz—, el RX600 (11 velocidades) y el RX400 (10 velocidades).

Otras de las novedades del nuevo GRX es la mejora del frenado: los discos de freno ya no se deforman por la consecuente subida de temperatura por las constantes frenadas. Este grupo usa la tecnología ICE Technology Freeza que Shimano presentó en 2022, pero quedó algo eclipsada por otros lanzamientos.

Escenarios de Twin Peaks

Con todo este conocimiento, afronté la segunda salida de este campus con algo más de interés científico y centrando la atención en cada uno de estos elementos novedosos. Sin duda, las novedades que propone el nuevo GRX resultaban muy significativas en la conducción por senderos difíciles o con cambios bruscos de nivel, single tracks y pistas que te invitaban a coger velocidad a pesar de las piedras y de piso rugoso debido al paso de camiones y maquinaria forestal, típico en aquella zona de Oregón.

Lo cierto es que el entorno tiene algo salvaje, una sensación que toma sentido cuando también me cuentan que la ciudad de Bend se fundó en 1905, algo impensable para la mentalidad europea donde la historia se cuenta por siglos. Sea como sea, en rutas tan variadas fue especialmente útil poder contar con un grupo de 12 marchas y la nueva posición de las manetas de freno y las capuchas fueron muy cómodas. 

Al final de la ruta, terminada la aventura por un paisaje de pistas de lava, montañas de troncos en los laterales de los caminos y el ir y venir constante de las ardillas chipmonks que recuerdan a la serie de televisión Twin Peaks, volvemos a la base de operaciones para celebrar el día. Esta vez no habría tacos, sino salmón salvaje; no habría sake, sino margaritas. Lo que no cambió fueron los comentarios sobre el tiempo seco y desértico y las muestras del humor absurdo japonés. Matsumoto nos mostró la última tendencia en el país nipón, el extreme ironing cycling: ir en bicicleta mientras se plancha la ropa con una tabla incorporada sobre el manillar. Hay hasta competiciones en keirin así. Mejor buscadlo en Google. Que la aventura sea siempre explorar.

Más información en shimano.com

*El reportaje completo lo puedes leer en el número de la revista VOLATA#40

 

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