Caminos cruzados: la historia de Mireia Trias, Ariana Gilabert y Maria Banlles

Conversamos con tres ciclistas de la misma generación que a lo largo de los años han sido rivales, compañeras y amigas. Ahora, a los veintidós años, se han hecho un lugar en la élite del ciclismo desde el Laboral Kutxa y el Sopela Women's Team. Con ellas compartimos recuerdos, vivencias y sueños en común.

"Primero coincidí con Maria en carreras de mountain bike”, comenta Mireia Trias. “No, no, no. Fueron Mireia y Ariana las primeras en conocerse. Segurísimo”, responde Maria Banlles, aunque, entre risas, empieza a dudar. “Ay, bueno, puede ser que compitiésemos en MTB con Mireia, pero ellas coincidieron en el Catema antes que yo”. Ariana, por el contrario, exhibe memoria y recuerda con detalle cómo empezó lo que ha acabado siendo una fuerte historia de amistad a tres bandas. “A Maria la conocí en el Campeonato de Catalunya que se celebró en Lleida, éramos cadetes de primer año. Y me acuerdo muy bien porque Maria me caía fatal…”

Ariana Gilabert (Folgueroles, Barcelona, 12 de abril de 2000) estaba predestinada a ser ciclista a pesar de que sus inicios en el deporte fueron en la nieve: “Inicialmente hacía esquí alpino, en la zona del Puigmal, pero con el cierre de la estación nos pasamos a Font Romeu. Las cosas no salieron como esperábamos y como mi padre salía siempre en bici, le pedí una para mí, porque también quería probarlo. Así empezó”. Y es que Ariana y su hermano Arnau, actualmente en el equipo sub23 del EOLO-Kometa, tenían en quien fijarse, ya que su padre, Jordi, había sido ciclista profesional en los años noventa en el Santa Clara - Samara, donde llegó a coincidir con Jonathan Vaughters. 

Además, Ariana es, de largo, la que más habla de la tres. No solo recuerda cómo conoció a Maria sino también cómo Mireia Trias (Mont-ras, Girona, 22 de marzo de 2000) se convirtió rápidamente en algo así como su primera gran rival. “Nos conocimos en mi primera carrera de carretera, a finales de nuestro primer año de infantil. Ella ya competía con el Palafrugell y yo lo hacía con el Noel de Olot. En ese primer año, hice dos carreras a final de temporada y ahí empezó algo que continuó al año siguiente. Con Mireia siempre nos las teníamos, éramos o ella o yo para ganar las carreras”.

A partir de ese momento, sus carreras deportivas se unieron, como recuerda una Mireia algo más tímida. “En el Catema, en cadetes, compartimos equipo con Ariana”. Más tarde, también llegaría Maria al equipo y, con el paso de los años, esa relación deportiva sufriría cambios, idas y venidas y reencuentros. Sin ir más lejos, Mireia Trias acaba de fichar por el Laboral Kutxa para este 2023, donde coincidirá, de nuevo, con Ariana Gilabert. Sin embargo, de esto ya hablaremos. Volvamos a los inicios.

Ariana Gilabert, la segunda por la izquierda, durante el Trofeo Euskaldun 2022 en Markina-Xemein (Foto: Laboral Kutxa)

Maria Banlles (Alfarràs, Lleida, 15 de septiembre de 2000), empezó más tarde que sus dos compañeras y amigas en el ciclismo de carretera. “Fue en mi primer año de cadete”, comenta. Antes, había competido en bicicleta de montaña y, sobre todo, en la pista, una modalidad en la que coincidió con Gilabert en aquel Campeonato de Catalunya celebrado en Lleida.

Ariana, Ari como la llama siempre Maria, rememora aquel primer encuentro que no empezó precisamente bien. “Ya se lo he explicado muchas veces. El campeonato se celebró en el velódromo de Lleida. ¿Aún está en tan mal estado? —me pregunta, a lo que respondo “sí”, sin titubear. Y prosigue—. La gané y ella se lo tomó muy mal. Y, entonces, pensé, pero ¡¿qué hace esta niña, qué le pasa?! En los meses siguientes coincidimos en otras carreras, en Barcelona, e insisto, no me caía bien. Y, ya ves, ahora somos íntimas”, asegura entre risas.

Maria Banlles (Foto: Sopela Women's Team)

La amistad

Esta anécdota explica muchas cosas del carácter de todas ellas. “Con Ariana nos parecemos más”, se sincera Maria. Mireia lo certifica: “Sí, de las tres, Maria y Ariana tienen más relación”. Aunque eso no siempre ha sido así. “Con Mireia, a pesar de tener caracteres muy diferentes —asegura Ariana—, teníamos una amistad muy fuerte. Pero no supimos mantener esta proximidad cuando cambiamos de equipo. Me ilusiona mucho volver a compartir equipo con ella”. Sin duda, aquella rivalidad dio paso a nuevos tiempos.

“Compartimos equipo los dos años de cadete en el Catema, júnior de primer y de segundo año—comenta Ariana sobre Mireia—. Después, en 2019, entramos las dos juntas en el Centro de Tecnificación de Banyoles, que fue cuando ella fichó por el Sopela y yo por el Bizkaia. Entonces, y a pesar de vivir en la misma residencia, no coincidíamos nunca por horarios ni en entrenamientos. Nos llevábamos muy, muy bien, pero perdimos el contacto”. Eran años de plena adolescencia para la de Folgueroles y la de Mont-ras que vieron, como después de sus dos años de cadete en el equipo Catema, al subir a júniors, se les unió una joven de Lleida que ya conocían tímidamente. Aquello lo cambió todo.

“Yo fiché en júnior de primer año —recuerda Maria—, y en mi segundo año fui Campeona de España”. Fue entonces cuando Maria, Ariana y Mireia pasan a compartir equipo, y también convocatorias con la selección catalana. Y éxitos. En 2018, Maria Banlles ganó el Campeonato de España júnior celebrado en Soria formando parte de la selección catalana junto a Mireia Trias, Ariana Gilabert, Alexandra Moreno y Nerea Ruiz. “Sí, yo gané el campeonato”, admite lacónica la de Alfarràs. Ariana se ríe al recordarlo. ¿Por qué? “Es que me lo he pasado muy bien con Maria. Aquel campeonato, en Soria, fue muy guay. Ella pilló una escapada al principio, en los primeros kilómetros y llegó en solitario”. Lo que no explica Ariana es que ella también volvió con una medalla, la de plata en la crono. Las tres ya acumulaban horas de entreno y competición juntas, y también buenos resultados.

Campeonato de España escolar de 2016, con Mireia Trias, Nerea Ruiz, Ariana Gilabert, Maria Banlles y Alexandra Moreno, todavía como cadetes. El mismoe equipo que dos años más tarde, ganaría el Campeonato de España júnior con  mateixes cinc eren equip quan Maria Banlles (Foto: archivo FCC)

Victorias entrelazadas 

Aquel Campeonato de España Júnior de Banlles de 2018 supuso una alegría para todas. “Quizá al llegar a la selección catalana no tenía nuestro mismo nivel, pero rápidamente mejoró”, asegura Mireia de su compañera. En aquella misma prueba en ruta, celebrada en Soria, Alexandra Moreno fue séptima, Ariana Gilabert, décima, Mireia Trias, decimotercera y Nerea Ruiz, décimoctava. El trabajo de toda la selección catalana para controlar el grupo fue básico para ayudar a que la escapada llegara. En la prueba contrarreloj, Ariana fue segunda y Mireia acabó cuarta. Ese mismo año, la de Mont-ras se impuso en la Copa de España júnior por delante de Gilabert.

Sin duda, el proceso de maduración como ciclistas seguía su curso. En  categoría júnior, las tres compartían equipo, el Catema. Fueron dos temporadas con los mismos colores para preparar el salto. “En el Catema éramos compañeras, pero también empezamos a ser amigas, creo que sí que nació algo ahí. Porque puedes ser compañera de equipo pero no amiga. Con Ari, además, competíamos en pista y, por lo tanto, estábamos muchas más horas juntas. Hablábamos siempre, quedábamos a lo largo de todo el año”, rememora Maria. Ari, por su lado, cierra el círculo: “Cuando Maria vino al Catema, aunque solo coincidimos dos años, empezó a caerme muy bien”.

Maria Banlles llegando en solitario en primera posición tras una larga escapada en los campeonatos de España en categoría júnior en 2018 (Foto: Ángel Vivar)

El salto

Llegamos a 2019 y, superadas las dos temporadas como júnior, los caminos de las tres ciclistas se separaron. Ariana Gilabert fichó por el Bizkaia Durango, Maria Banlles por el Massi-Tactic y Mireia Trias se fue al Sopela. Sin embargo, un año después, los caminos se volvieron a cruzar. Balles fichó por el Sopela y Trias hizo el camino a la inversa para incorporarse al Massi-Tactic, un equipo de su tierra.

Gilabert, cuando fichó para el Bizkaia Durango en 2019 (arriba, foto: Bizkaia Durango) / Mireia Trias, en cambio lo hizo para el Sopela. Aquí la vemos durante la crono de la Madrid Challenge by La Vuelta 2019 (abajo, foto: PHOTOGOMEZSPORT2019)

“Maria estuvo en el Catema cuando ya existía el Massi. Se fue al Sopela para seguir en un equipo UCI. Yo salí del Sopela para fichar por el Massi, sobre todo, por comodidad —recuerda Trias que, asegura que en momentos de cambio, la amistad también jugó a su favor—. Me acuerdo que entonces hablé con Maria para conocer el ambiente del equipo. Sí, te sinceras mucho. Hablas del calendario, de la estructura del equipo, un poco de todo. Me vino muy bien. Así, en 2020, mientras Ariana Gilabert afrontaba su segunda temporada en las filas del Bizkaia, Mireia Trias se incorporaba al Massi y Maria Banlles, al Sopela. Era la segunda temporada en equipos UCI para ellas.

En esos primero años en la élite, Trias completa un calendario muy extenso, con participaciones en pruebas por etapas importantes como la Setmana Valenciana, Emakumeen Bira, el Tour de Bretaña, el Lotto Belgium Tour, el Tour International de L’Ardèche y la Madrid Challenge by La Vuelta. Gilabert, por su lado, también disputa pruebas de primer nivel, aunque en menos cantidad, pero se estrena en el prestigioso Giro d’Italia. Banlles es quien tiene un calendario de carretera menos completo aunque a partir de 2021, se empieza a intensificar, gracias a que el calendario femenino va creciendo a lo largo y ancho en aquellos años. Se crean nuevas pruebas y de más nivel. La repercusión mediática de las competiciones femeninas vive un bum y la consagración global llega con el nuevo Tour de Francia organizado por ASO, junto con la consolidación de grandes nombres como primeras figuras del deporte. 

Mireia, Ariana y Maria ya habían hablado entre ellas de que algo bueno estaba ocurriendo en su deporte, pero en ningún momento llegaron a soñar con esto. “Yo viví un cambio de chip con la creación del equipo femenino Movistar. En ese momento pensé que realmente sería posible ser profesional en España — admite Mireia—. Ahora, quizá ya no lo veo tanto como una referencia, porque, a pesar de que aquello fue un paso adelante, no salió ningún equipo más. Pero el proyecto del Laboral Kutxa me parece que invita a pensar en grande”.

Maria y Ariana coinciden. “Sí, el año en que salió Movistar fue un paso adelante —explica la primera—. Yo siempre lo había visto cómo algo muy difícil llegar a profesional, pero pasan los años y ves que te va bien. No esperaba seguir en el ciclismo con veintidós años, pero aquí estoy, me gusta y es lo que siempre he querido hacer desde pequeña. La situación para las mujeres está mejorando, pero todavía queda muchísimo”. Ariana, por su parte, añade: “Creo que nunca hablamos de sueños entre nosotras. Pero también es cierto que en el momento en que podíamos soñar, no estaba tan consolidado el hecho de que una chica pudiera profesionalizarse. La aparición de Movistar todavía no era oficial. A lo máximo a que aspirábamos era poder estar en un Mundial o en un Europeo como grandes objetivos. El poder imaginarnos que nos podíamos dedicar realmente a esto, no… Creo que me lo he empezado a plantear hace pocos meses”.

Presente y futuro

En 2023, Banlles completará su cuarta temporada en las filas del Sopela vasco. Gilabert, después de tres temporadas en el Bizkaia Durango, fichó el año pasado por el Laboral Kutxa, la que será su casa también en 2023. Ahí, se ha consolidado un proyecto muy importante, con una apuesta fuerte por un equipo que mejorará considerablemente sus condiciones y prestaciones. Llegan nuevas corredoras y una de ellas es Mireia Trias, que deja el Massi-Tactic después de tres temporadas para reencontrarse con Ariana. No compartían equipo desde la época como júniors en el Catema. “Me hace mucha ilusión volver a coincidir con Ariana. El año pasado empecé a ver que ella mejoraba y esto había coincidido con el cambio de equipo y tengo ganas de recuperar los viejos tiempos”, se sincera Trias.

“Sí, nos reencontramos —explica Ariana—. Seguía a Mireia en las carreras, pero no con esa relación de amistad de antes. ¡Qué ilusión volver a coincidir, no tengo ninguna duda de que recuperaremos nuestra vieja amistad!”.

Mireia Trias mira al futuro con ilusión. Ha acabado el 2022 de baja por una operación que requiere de una recuperación lenta y progresiva que le hará empezar tarde la temporada, pero el Laboral Kutxa le ha mostrado su apoyo. “Durante el verano me llegaron muy buenas referencias del equipo. En noviembre hicimos una concentración y me parecieron muy profesionales al mismo tiempo que un equipo muy familiar. Las empresas que visitamos nos conocían a todas. Vi que había una cultura ciclista muy potente, cosa que en Catalunya quizá nos falta. Es un conjunto que apuesta fuerte y el salto que da es importante. ¡Lo de tener un sueldo respetable es muy importante!”. “Joder… ¡Qué bien volver a coincidir!”, insiste Ari.

Este 2022, Mireia Trias (Massi-Tactic) subió al tercer escalón el podio en la prueba contra el crono del Campeonato de España sub23, y Maria Banlles (Sopela) fue subcampeona (Foto: RFEC)

Falta Maria. “En el Sopela estoy muy bien, muy contenta. Siempre hemos tenido muy buen equipo, con muy buena relación entre las compañeras, pero que Laboral Kutxa haya empezado este proyecto tan bueno pues… Es una motivación verlas así. A corto plazo nos perjudicará, porque serán mejores, pero a la larga esto nos ayudará, será una motivación y un reto llegar a su nivel”.

¿Juntas de nuevo?

Las tres formarán parte de equipos vascos la temporada 2023, así que no estarán lejos las unas de las otras. En realidad, nunca lo han estado. “Con Maria no he tenido tiempo de echarla de menos, porque quedamos constantemente —cuenta Ari—. Incluso, con ella y otras compañeras del País Vasco, quedamos a menudo. Ahora hemos programado una concentración en Altea con compañeras del equipo y ella también viene. Yo luché para que fichara por nosotros, pero no pudo ser. Es una persona que me encantaría que estuviera en mi equipo, suma muchísimo como amiga, pero también como compañera de equipo. Al igual que Mireia. Pero es que con Maria estos últimos años hemos creado una relación muy estrecha. Me encantaría estar juntas”.

Su amiga lo certifica.“Con Ari nos hemos visto siempre. Hablamos de todo, siempre hay algo de ciclismo, porque lo que nos une es la bici, aunque a veces dices basta —comenta Banlles—. Nuestra relación va más allá de la bicicleta, hemos compartido de todo. Y cuando ella está por Olot, entrenamos juntas”.

Trias pasará a vestir los colores del Laboral Kutxa en 2023 (Foto: Massi-Tactic)

Les pregunto por esos entrenos que no tienen una ruta fija ni preferida. Maria, entre risas, lo tiene claro: “Ariana entrenando es muy competitiva, mucho, mucho. Sabe sufrir mucho. Hacemos rutas largas, y cuando viene su hermano el nivel sube aún más”. “Sí que soy competitiva, es verdad—reconoce Gilabert entre risas—. Pero es porqué me gusta ir a ritmillo en las subidas. Nos lo pasamos muy bien”.

Los ciclos de la vida parece que vuelven a conectar a las tres viejas amigas. Ya no se caen mal, ya vuelven a coincidir para recuperar viejas sensaciones. Las tres acaban de pasar unos tiempos complicados o, por lo menos, intensos, y los estudios tienen buena parte de culpa en ello. Mireia y Maria viven inmersas en sus exámenes de Medicina y Educación Social, respectivamente, y Ariana anda atareada con su Trabajo de Fin de Grado de Ciencias de la Actividad Física y Deporte. Y es que todavía hoy la carrera deportiva de las ciclistas es más compleja y difícil que en el caso de los chicos y los estudios son irrenunciables. Sin embargo, también es cierto que hay más oportunidades que hace pocos años, cuando ni siquiera se podía soñar. Ellas tienen la oportunidad de hacerlo a lo grande. 

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