Relatos Sonoros. Merlin-Plage, el Grand Départ que no encontrarás en los mapas

En los años setenta, el complejo turístico de la Costa de la Luz francesa entabló una singular relación con el Tour de Francia.

Desde que en 1903 la cafetería Au Réveil Matin de Montgeron dio el pistoletazo de salida de la primera edición del Tour de Francia, muchas localidades han albergado el llamado Grand Départ de la ronda gala.

París lo hizo durante la mayoría de las primeras ediciones y la internacionalización de la prueba la llevó hasta grandes capitales europeas como Bruselas, Ámsterdam o Berlín. También han sido protagonistas pueblos y ciudades de la Francia de provincias, todas fácilmente localizables en un mapa a excepción de una: Merlin-Plage, un complejo turístico construido por un gran promotor inmobiliario que se convirtió en el Grand Départ más insólito de la carrera francesa.

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Se trata de un complejo residencial construido a principios de la década de los setenta por el promotor Guy Merlin en la pequeña localidad de Saint-Hilaire-de-Riez, en plena Costa de la Luz francesa. Esta ciudad de vacaciones es pariente lejana de construcciones que, como la castellonense Marina d’Or, han sido acusadas de llenar el litoral de hormigón. Un proyecto que se erigió con capacidad para trece mil personas en una población que entonces ni tan siquiera llegaba a los cinco mil habitantes.

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Merlin, hijo de una familia humilde que se había criado cuidando vacas en los prados de la campiña del centro de Francia, quiso medrar a lo grande. Posteriormente abrió una tienda de alimentación de barrio en la periferia de París que le llevó a descubrir que los agentes inmobiliarios se ganaban muy bien la vida. Así fue como este self-made man a la francesa decidió construir en poco tiempo un auténtico imperio del hormigón a base de alzar apartamentos a primera línea de mar. 

Y como quien construye apartamentos tiene que venderlos, una de las estrategias comerciales por las que optó Guy Merlin fue promocionar sus construcciones asociándolas a uno de los deportes más populares de la Francia de la época: el ciclismo. Así fue como, en 1972, el empresario llegó a un acuerdo con Félix Lévitan, el codirector del Tour de Francia y responsable de reclutar a numerosos patrocinadores, para llevar dos etapas de la Grande Boucle a Merlin-Plage

Así es como empieza esta historia singular de tocho y ciclismo que se alargó hasta mediados de los ochenta y que te contamos en un reportaje del periodista e historiador Ramon Usall en el número 28 de la revista VOLATA. Recupérala ahora en formato audio en este primer episodio de Relatos Sonoros en VOLATA Radio. 

VOLATA Radio es un podcast con el apoyo de la marca de ropa ciclista NDLSS

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Imagen cabecera: Presse Sport / L'Equipe

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