Tour de Francia 2023 - previa etapa 9: el regreso de Puy de Dôme

La primera semana del Tour concluye en una de las cimas que marcó la carrera durante el siglo XX: el Puy de Dôme. Una carretera de 13 km al 7,7% hacia la cima de este volcán en el corazón del Macizo Central, con los últimos cuatro kilómetros por encima del 11%. Escenario ideal para un nuevo capítulo en el duelo entre Tadej Pogačar y Jonas Vingegaard.

Cuando en 1988 el danés Jhonny Weltz y la italiana Maria Canins alzaron los brazos en la cima del Puy de Dôme, pocos sospechaban de que sería la última vez que el Tour de Francia visitara este volcán en el corazón del Macizo Central en más de tres décadas. Desde su estreno en 1952, este puerto se convirtió en uno de los colosos más temidos de la ronda gala, por sus pendientes desorbitadas en una época habituada a puertos más sostenidos. Eso sí, siempre fue el paraíso de los escaladores. 

En su estrecha carretera final, que se enrosca a través del cono volcánico, han conseguido la victoria ciclistas como Fausto Coppi, Federico Martín Bahamontes, Julio Jiménez, Felice Gimondi, Luis Ocaña o Joop Zoetemelk. Incluso ha acogido tres cronoescaladas: en 1959, el año de Bahamontes, en 1978, con victoria de Zoetemelk, y en 1983, cuando se impuso Ángel Arroyo.

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Este 2023, el Puy de Dôme, que domina el paisaje volcánico de la región de Auvernia, regresa al Tour después de 35 años de ausencia. Su frágil ecosistema, ubicado en un entorno protegido, ha alejado la gran infraestructura que acompaña a la ronda gala en las últimas décadas. Esa circunstancia, unido a que se trata de un monte de propiedad privada cerrado al tráfico, provoca que el puerto sea una novedad absoluta para todo el pelotón. Es probable que esta ascensión aguarde un nuevo capítulo en su historia particular con el Tour de Francia con un nuevo duelo por el maillot amarillo entre Tadej Pogačar y Jonas Vingegaard antes del primer día de descanso.

Hora de salida: 13:30h / Hora prevista de llegada: 18:05h

Recorrido de la 9ª etapa: Saint-Léonard-de-Noblat - Puy de Dôme (182,4 km)

La primera semana del Tour de Francia 2023 se despide con una jornada que supera los 3.600 metros de desnivel acumulado en el corazón del Macizo Central. El punto culminante de la novena etapa será el ascenso al de Puy de Dôme, pero el esperado regreso de este volcán estará precedido de un duro e intenso recorrido a través de la región de Auvergne. La velocidad desde el inicio será muy elevada y la formación de la fuga se presume complicada, especialmente por la rápida llegada al esprint intermedio y la intención por parte de los implicados en el maillot verde de intentar sumar puntos. No será sencillo para los velocistas, pues está situado en el Lac de Vassivière tras una subida de 5 km al 4,1%.

A partir de este punto, el pelotón se adentra de forma definitiva durante más de 120 kilómetros en un territorio en el que los metros llanos brillarán por su ausencia. Se trata de un terreno que encadena constantes tramos de ascenso y descensos, con hasta tres cotas puntuables como la Côte de Felletin (2,1 km al 5,2%), la Côte de Pontcharraud (1,8 km al 4,6%) y la Côte de Pontaumur (3,3 km al 5,3%), y otras tantas subidas que no reparten puntos para el maillot de la montaña pero que irán desgastando las piernas de los ciclistas. 

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Podrán reponer parte de la energía en el tramo favorable que durante 20 kilómetros conduce hasta Clermont-Ferrand antes de comenzar el ascenso definitivo a Puy de Dôme. El puerto estará dividido en dos partes conectadas por un pequeño falso llano en la zona central. La subida arranca con cinco kilómetros iniciales en carretera amplia y una pendiente que se mantiene estable en torno al 7,5% hasta La Barraque. Una vez superado el tramo más suave, la llegada a La Font de l’Arbre marca el inicio de la carretera estrecha.

Perfil del Puy de Dôme

Un primer kilómetro al 6,6% conduce al gran parking de la base antes de afrontar los últimos 4,5 km a través de la carretera que serpentea en el cono volcánico del Puy de Dôme, que ha marcado parte de la historia del Tour de Francia. Una ruta estrecha con una media del 11,5%, paralela al tren corredera que transporta a los turistas hasta la cima, y que por falta de espacio y por tratarse de un entorno protegido estará ausente de público. El calor sofocante, en un día en el que se esperan temperaturas por encima de los 30º, será un factor determinante en cómo respondan los ciclistas. Una pequeña crisis en esta parte final puede suponer la pérdida considerable de tiempo en la meta. El Puy de Dôme tiene esencia de verdugo.

Imagen de cabecera: Pauline Ballet / A.S.O.

 

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