La Vuelta a España 2021: 10 ciclistas para el recuerdo

Más allá del triunfo incontestable de Primož Roglič, las tres semanas de La Vuelta han dado espacio al lucimiento a otros grandes nombres que se han hecho más grandes a sus trayectorias o han hecho que la carrera haya sido mejor.

La Vuelta a España ha dejado algunos rendimientos y resultados para la historia. Lo encabeza, por supuesto, el tercer triunfo final consecutivo de Primož Roglič, quizás el más especial de todos con días memorables como la conquista en solitario de los Lagos de Covadonga. Los podios de Enric Mas y Jack Haig, con sus evoluciones y capítulos finales dignos de serie documental (ah, ¿que ya existe, verdad?) que merecen un análisis a parte, así como el luchado maillot verde de Fabio Jakobsen poco más de un año después de su terrible accidente en el Tour de Polonia.

Sin embargo, con esta lista, en VOLATA queremos hacer un repaso más personal con corredores que, con su rendimiento, han hecho que la carrera sea mejor y han dejado bonitas historias que contar.

Egan Bernal (INEOS Grenadiers): Decidido a dejar huella.

"Este es el ciclismo que me gusta. He disfrutado cada kilómetro, aunque fuera duro. Durante toda la Vuelta he estado sufriendo bastante y esto es como reivindicarme conmigo mismo", dice Egan Bernal en la meta de los Lagos de Covadonga. El colombiano, vencedor de Tour y Giro a sus solamente 24 años, había empezado el día lejos de optar la lucha por la victoria final y arrancó a 60 kilómetros de meta. A su rueda salió Primož Roglič y la Vuelta 2021 dio el vuelco que todos sabemos.

Tanto él como su compañero Adam Yates repitieron operación en la penúltima etapa por la media montaña gallega y esos cortes acabaron con el podio de Miguel Ángel López, aunque el mismo Bernal tampoco entrara en el grupo del líder que tiró para adelante. Difícil encontrar un corredor tan influyente en la resolución de una gran vuelta en los últimos años logrando un rédito personal tan bajo. Bernal ha acabado la Vuelta 2021 en sexta posición final —ya avisó que poco le importaba "acabar quinto o décimo"—, pero, sobre todo, ha demostrado que es un corredor decidido a dejar huella en el ciclismo de su generación.

Magnus Cort Nielsen (EF Pro Cycling): Una Vuelta de culto.

El danés ya sabía lo que era ganar en La Vuelta. En su debut en una gran vuelta en 2016 se descubrió como un velocista incipiente, ganando en Gandia y en el icónico esprint de Madrid. Volvió a ganar la pasada temporada en Ciudad Rodrigo tras un día de abanicos, pero ningún momento en su carrera tiene comparación con la demostración que ha regalado en esta Vuelta 2021, donde se ha ganado la condición de corredor de culto: duros, rematador y polivalente, resistió en solitario a Roglic para ganar viniendo de la fuga en un final explosivo en Cullera, volvió a demostrar velocidad en Córdoba ganando en un sprint reducido y sumó el hat trick en Monforte de Lemos rematando la madre de todas las fugas que siempre hay en una gran vuelta.

A pesar de sumar tres triunfos, las derrotas icónicas también han formado parte de la Vuelta de Nielsen, como esta en Valdepeñas de Jaén / Fotografía: Cxcling/Unipublic

Seis triunfos en total en la que ya se podría considerar su carrera fetiche —"empiezo a notarlo, la gente me llama por mi nombre", decía en Córdoba, ¡y no es para menos!— y donde este año ha sumado, además de resultado, carisma por su actitud, derrotas de las que saben mal a cualquiera (cazado a 200m de meta en el muro de Valdepeñas de Jaén) e incluso una inesperada contrarreloj final cerca de la victoria cuando sabía que sería coronado como el Supercombativo de la edición. Un ciclista total de los que quedan pocos.

Michael Storer (Team DSM): Como un veterano.

Cuando destacábamos a Michael Storer entre los "corredores a descubrir" para esta edición de la Vuelta, ni las predicciones más optimistas contaban con el extraordinario papel que ha firmado el joven australiano en la que, además, es segunda gran vuelta del año. Con solamente veinticuatro años, Storer ha ocupado el clásico papel del escalador veterano, que no deja escapar las fugas clave y logra en ellas victorias de relumbrón de pura superioridad. Un final en alto inédito como el Balcón de Alicante y una etapa de media montaña como la del Rincón de la Victoria han sido los dos escenarios de los triunfos de Storer, que podría haber sumado un tercero de todavía más prestigio si el Movistar Team no se hubiera propuesto echar mano a su escapada, ya en solitario, camino del Altu d’El Gamoniteiru.

Compartiendo fugas con su compañero de Team DSM, un Romain Bardet ya curtido en mil batallas, se han turnado el maillot de un montaña que Storer ha lucido finalmente en el podio final de Madrid. Ya había avisado silenciosamente en la pasada edición (tercero en La Farrapona, sexto en La Covatilla), pero con el apodado Storer The Destroyer tenemos escalador para rato en las grandes citas.

Gino Mäder (Bahrain-Victorious): El paso adelante.

El ciclista que en marzo tuiteaba que "a lo mejor tenía que lograr estar un poco más fuerte" tras ser superado en la misma línea de meta de la penúltima etapa de la París-Niza por Primož Roglič ha dado, efectivamente, un gran paso adelante. En su tercer año profesional y después de lograr importantes triunfos de etapa tanto en el Giro d’Italia como en el Tour de Suiza, la carrera de su país, el suizo ha firmado la gran vuelta más sólida de su carrera, liderando el bloque de apoyo de un Bahrain-Victorious que ha logrado con éxito cambiar de la enésima esperanza de liderato de Mikel Landa a empujar a Jack Haig al primer gran podio de su carrera deportiva.

Concretamente, fue clave para ello el movimiento en la última y decisiva etapa en línea en la que Mäder, marchándose junto a su líder, Roglič, Mas y Adam Yates en la cima del Alto de Maugás, a casi 60 kilómetros de la meta de Mos, desmoralizando así a un Miguel Ángel López al que se estaba sacando de las posiciones de podio y, de paso, aupandándose a un enorme quinto puesto final que le hace acabar como el mejor joven de la carrera con veinticuatro años. Su reverencia en el podio de Santiago de Compostela deja muestra de la clase de este espigado escalador que, además, ha entregado un euro a causas medioambientales por cada ciclista al que ha superado durante las 21 etapas de La Vuelta, sumando unos más de 3.000 €.

Odd Christian Eiking (Intermarché-Wanty-Gobert): Líder por méritos propios.

¿Qué sería de una gran vuelta sin una fuga bidón? En la décima etapa de la carrera, el primer día tras la jornada de descanso camino del Rincón de la Victoria, un pelotón encabezado por un Jumbo-Visma sin ganas de defender el liderato las tres semanas completas dejaba una minutada a un grupo de 30 ciclistas, entre los que estaba el noruego Odd Christian Eiking, que se vestía de rojo. El segundo liderato que conseguía el modesto Intermarché-Wanty-Gobert en esta Vuelta 2021 tras el triunfo iniciático de Rein Taaramäe, pero lo que pocos contaban es que esta vez duraría más de una semana.

El noruego, quien tuvo que acabar su segunda participación en la gran vuelta española repentinamente un día antes de lo normal —expulsado por su equipo FDJ tras haber salido de bares antes de la etapa final de Madrid—, se ha demostrado como un ciclista rocoso, que ha defendido con dignidad el liderato en etapas complicadas como las de Valdepeñas de Jaén o el inédito Pico Villuercas, incluso ante los movimientos de su principal perseguidor y compañero de fuga bidón, Guillaume Martin. La defensa del maillot del equipo de Valerio Piva en etapas como la de El Barraco restará como referencia del peso que puede tener en carrera un equipo con el que no se contaba si la situación de carrera les lleva hasta allí, con determinación y trabajo conjunto.

David De La Cruz (UAE Team Emirates): Perseverancia y compromiso.

El catalán, que ya sabe lo que es levantar los brazos en la gran vuelta de casa, comenzaba la Vuelta con el deseo de un top 5 y una victoria de etapa. Su ambición máxima no se ha cumplido, pero el ya veterano, con treinta y dos años, ha firmado una de sus grandes vueltas más sólidas, alcanzando la séptima plaza final con méritos propios, firmando una de las actuaciones más combativas entre los que han copado puestos de honor que podría haber tenido el premio de la victoria de etapa si no llega a ser por el empuje de Miguel Ángel López en El Gamoniteiru. El de Sabadell no tiene claro en qué equipo correrá en 2022, pero quien lo firme se asegurará un ciclista comprometido —no ha dudado en trabajar en etapas en las que su equipo apostaba por el triunfo de etapa de Matteo Trentin— y que sabe sacar partido de la mejor manera a sus capacidades sin los fuegos de artificio que otros prometen sin que lleguen.

Jay Vine (Alpecin-Fenix): Un ciclista de verdad.

Todo el mundo, nosotros los primeros, destacaba a Jay Vine como la curiosa historia del ciclista "que ha llegado al pelotón compitiendo en Zwift" antes de empezar la Vuelta a España. Tres semanas después, el australiano se ha sacado con creces el carnet de ciclista: ha ido de menos a más, con presencia en múltiples fugas, y para el recuerdo queda su subida al inédito Pico Villuercas, logrando el tercer puesto de la etapa con el maillot y dorsales completamente rotos tras sufrir una caída estando en la fuga que parecía que le mandaba para casa. Talento escalador y pundonor a raudales para un ciclista que se ha ganado a pulso su renovación con Alpecin-Fenix por dos temporadas más. Seguro veremos mucho más de él.

Florian Sénéchal (Deceuninck-Quick Step): El premio del lanzador.

Fabio Jakobsen pierde la rueda del treno de la manada de lobos que se autodenomina el equipo Deceuninck-Quick Step camino de Villanueva de la Serena y parece que el esprint tiene que entrar en una dimensión desconocida. Sin embargo, el color azul brilló igualmente: el lanzador francés Florian Sénéchal batía a todo un veterano como Matteo Trentin y lograba así su primera victoria en una gran vuelta tras ser cómplice de los dos triunfos que había sumado hasta el momento el renacido Jakobsen (tres días más tarde llegaría un tercero). El debate sobre la reacción posterior de su líder centró la atención de un día que lo que verdaderamente demostró es el talento con el que se necesita contar en un equipo para lograr firmar exhibiciones colectivas tan infalibles como inapreciables, como puede ser el lanzamiento de los esprints. Se podría decir que Sénéchal logró la foto que Michael Morkov se merecía en el Tour de Francia.

Fabio Aru (Team Qhubeka-NextHash): Un adiós con sonrisa.

Seguramente a muchos les cogió por sorpresa el anuncio de la retirada de Fabio Aru en esta edición de la Vuelta y más cuando, a sus treinta y un años, parecía estar recuperando el mejor nivel de las últimas temporadas al subir al podio final de la Vuelta a Burgos. El ganador de la gran vuelta española en 2015 ha logrado que el adiós precipitado de a una carrera deportiva que parecía apuntar a mucho más no fuera un drama, si no una celebración. Afectado por problemas estomacales que prácticamente le hacen abandonar la carrera después del primer día de descanso, el sardo ha sabido recuperarse para dejarse ver en prácticamente todas las etapas importantes de la última semana, luchando por unas fugas que él mismo ha admitido que nunca había buscado en su carrera y exprimiendo al máximo la experiencia del ciclismo de alto nivel junto a su inseparable sonrisa.

Antonio Soto (Euskaltel-Euskadi): Batalla, resultado y esperanza.

Si alguien ha tocado más palos en lo que Euskaltel-Euskadi ha definido como una Vuelta "de notable alto" tras sus ocho años de ausencia, seguramente este sea Antonio Jesús Soto. El murciano empezó la Vuelta siendo líder virtual en la fuga camino del Picón Blanco (finalmente le faltaron dos minutos), pero su presencia no ha ido a menos. Seguramente esté, junto a su compañero Xabier Mikel Azparren, entre los ciclistas que más fugas han cogido en la edición, destacando una última presencia camino de Monforte de Lemos en el que se le escapó por poco el corte bueno. Además ha decidido buscar los esprints, logrando unos resultados (séptimo en Córdoba, octavo en Villanueva de la Serena, noveno en Santa Cruz de Bezana) que le han dado más regularidad al equipo que su presumible hombre rápido, Juanjo Lobato. El que fuera dominador de la Copa de España amateur 2018 ya lleva tres años de profesional, y su solidez y oficio empiezan a dar su resultado en los grandes escenarios.

Fotografía de portada: INEOS Grenadiers / Getty Images

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