De líneas de ferrocarril a senderos naturales: 30 años de vías verdes

En 1993 el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente decidió transformar las líneas ferroviarias en desuso en espacios con vida. El objetivo era el de permitir la movilidad sostenible de los ciudadanos y convertirlas en puntos atractivos para un turismo diferente.

Hace ya tres décadas que en algunas mentes despiertas se generó una chispa que perdura hasta hoy en día. Fue en 1993 cuando el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA) encargó a la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, de manera conjunta con Renfe y FEVE, la realización de un informe con las líneas ferroviarias que estaban en desuso en España. Y es que miles de kilómetros de vías estaban inutilizados a lo largo y ancho de la geografía española sin ser aprovechados de ninguna manera.

Se trataba de grandes infraestructuras obsoletas y abandonadas que suponían una inversión perdida e incluso un impacto negativo para el medio ambiente por su simple estado de dejadez a las que alguien pensó que se les podría dar una nueva vida. El noble motivo de tener controladas todas estas vías en desuso era el de transformarlas y revitalizarlas, darles una segunda oportunidad para ayudar a la movilidad sostenible y, al mismo tiempo, abrir una nueva puerta al turismo. Es así como lugares caídos en el más absoluto olvido volvieron a aparecer en el mapa gracias a la iniciativa de Vías Verdes.

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Lo que comenzó como un ilusionante proyecto que tuvieron como espejo las Greenways de Estados Unidos o Gran Bretaña fue poco a poco creciendo, asentándose y haciéndose más fuerte hasta llegar 30 años después a ser una idea absolutamente consolidada. De hecho, la marca 'Vias Verdes' está registrada en la Oficina Española de Patentes y Marcas desde 1994 y ahora es todo un movimiento de referencia.

7.600 kilómetros en desuso

El inventario que realizó en 1993 la Fundación de los Ferrocarriles Españoles arrojó la escalofriante cifra de 7.600 kilómetros de vías ferroviarias en desuso. Unas estaban abandonadas, otras habían sufrido deterioro con el paso del tiempo, algunas se vieron afectadas por el cierre de minas, otras echaron el cierre por su baja rentabilidad... Incluso algunas de estas infraestructuras se construyeron pero nunca llegaron a utilizarse.

Tramo de la Vía Verde de les Terres de l'Ebre sobre la antigua línea ferroviaria de la Val de Zafán

Ahora, echando la vista atrás desde el proyecto Vías Verdes valoran de manera muy satisfactoria todo el camino recorrido: "Nuestro balance es muy positivo. El secreto del éxito de las Vías Verdes radica en el esfuerzo conjunto y en el entusiasmo de distintas instituciones y de la ciudadanía" afirman en su conversación con VOLATA. Desde la organización destacan, además, que la mitad de los itinerarios que existen ahora se han construido gracias al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y bajo el paraguas del programa de Caminos Naturales que vio la luz en 2004. "Este es el motivo por lo que muchas Vías Verdes llevan una denominación doble: Camino Natural-Vía Verde".

Al final se trata de una serie de voluntades comunes en cadena, porque es ADIF quien aporta los terrenos para estas Vías Verdes como propietaria de gran parte de las líneas y de las estaciones en desuso, mientras que la guinda la ponen desde la propia Fundación de los Ferrocarriles Españoles para promover, dinamizar y divulgar estos lugares tan peculiares.

135 itinerarios de Vías Verdes

Lo que comenzó como un sueño se fue convirtiendo poco a poco en una realidad y ahora mismo, con la celebración del 30 aniversario de la puesta en marcha de las Vías Verdes, España cuenta con una vasta red de este tipo de infraestructuras para el disfrute de todos los ciudadanos.

Itinerario abierto en diciembre en la comarca burgalesa de Las Merindades en el Camino Natural Vía Verde Santander-Mediterráneo

"En la actualidad hablamos de más de 3.400 kilómetros de Vías Verdes (incluyendo las que están en fase de obras) que se distribuyen en 135 itinerarios por toda España. Las hay en todas las Comunidades Autónomas, menos en las Islas Canarias. Además de 125 antiguas estaciones rehabilitadas para nuevos usos sociales y ecoturísticos, servicios de alojamiento y restauración, alquiler de bicicletas, información turística, medioambiental y cultural", comentan desde la FFE.

La más larga de todas es el Camino Natural-Vía Verde de Ojos Negros, con un total 67,5 kilómetros de longitud que discurren sobre el antiguo ferrocarril de Sierra Menera. Aquella línea transportaba el hierro de las minas de Ojos Negros, en Teruel, hasta el puerto de Sagunto, en Valencia, y ahora se puede transcurrir por aquella ruta andando o en bicicleta.

Porque esto son las Vías Verdes, lugares tanto de comunicación habitual entre distintos puntos como de un gran interés turístico que permiten el disfrute de miles de personas cada año. Por ellas no se puede transcurrir con vehículos a motor, así que su impacto en el medio ambiente es mínimo y permiten adentrarse en preciosos espacios naturales sin alterarlos. Tal es el alcance de estas infraestructuras que han recibido uno de los Premios Europeos de Vías Verdes que organiza la Euro-pean Greenways Association.

Vista del Puente de la Torica desde el Túnel de Montecico, en el tramo turolense de la Vía Verde del Val de ZafánMapa de las Vías Verdes en España. Puedes consultar todos los itinerarios aquí

Eso sí, la historia y el trabajo no se van a detener en estos 30 años de avance imparable, sino que la FFE tiene planes para el futuro: "Aún quedan más de 4.000 kilómetros de antiguas líneas de ferrocarril en desuso susceptibles de ser recuperadas como potenciales Vías Verdes en todo el país. Somos conscientes de que el potencial del cicloturismo y de las Vías Verdes es enorme, siendo un subsector turístico con camino recorrido pero aún por desarrollar en su total potencialidad", añaden. Toda una declaración de intenciones para seguir fortaleciendo este maravilloso programa.

*El texto fue publicado originalmente en el número 40 de la revista VOLATA

 

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