Egan Bernal: está en el carácter, no en los números

El ciclista colombiano afronta este 2023 como el año de su recuperación y el retorno a las principales carreras del calendario tras el fuerte accidente durante la pretemporada de 2022. Laura Meseguer habla con Egan Bernal sobre el trabajo constante, la paciencia, la preparación mental, la actitud y sus expectativas de recuperar su mejor versión.

Previo al inicio de la sexta jornada en la Volta Ciclista a Catalunya, Egan Bernal hace un hueco para esta charla antes de subirse al rodillo para calentar. Según contaría después a quien escribe, la etapa que siguió sería la segunda más rápida de su carrera desde que tuviese que abandonar en el Tour de Francia de 2020. Entonces no sabíamos que nuestra conversación sobre el trabajo silencioso, la preparación mental o la aceptación, cobraría todavía más sentido cuando, horas después, se viese implicado en una caída y tuviese que abandonar la carrera. “Todo bien”, me diría. “Decidimos que era mejor que abandonase por precaución... Hoy se iba a un ritmo de locos”. Hicieron falta 100 kilómetros para que se formase la escapada de camino a Molins de Rei. 

Los percances de las últimas semanas le obligaron a conjugar de nuevo en tiempos futuros, en el del “regreso”. En el Tour de San Juan, en Argentina, cumplió un año de su terrible accidente ejerciendo de nuevo de ciclista. Una caída y el consecuente golpe en la rodilla alteraron sus planes y le mantuvieron en el banquillo durante tres semanas. La Volta era su retorno a la competición en Europa, en la exigencia del World Tour desde la Vuelta a España de 2021. A poco que se empatice y se elimine de la ecuación la identidad de semi-dioses que proyectamos en los ciclistas, se puede imaginar que la de Egan ha sido una tarea hercúlea de afrontar nuevos obstáculos con paciencia y de controlar el ansia por hablar por fin en tiempos presentes.

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“En cierto punto ya me estaba empezando a estresar un poco. Siempre he tenido mucha paciencia y mucha calma pero después de sentirme no tan mal en Argentina y de tener que parar tres semanas, ya la última semana se me estaba haciendo larga y quería que pasase. Pero, aunque suene repetitivo, después del accidente que tuve, todo es ganancia. Después de todos los males que tuve, sé que no me puedo quejar por esto”.

Egan Bernal intenta filtrarse en la fuga de la quinta etapa de la Volta (Fotografía: Ineos-Grenadiers)

El 24 de enero de 2022 Bernal sufrió un terrible accidente mientras entrenaba con algunos de sus compañeros del equipo Ineos - Grenadiers en Colombia. El parte médico era desolador. Menos de quince días después se puso en pie para enseguida subirse a una bicicleta estática y un mes y medio más tarde compartiría en sus redes sociales sus primeras pedaladas sobre el rodillo.

Fue una evolución siempre por delante de los plazos marcados por el equipo médico y la constante durante todo el proceso de recuperación. “En ningún momento hemos tenido un parón que nos haya frenado en su progresión —cuenta su preparador en el equipo, Xabier Artetxe—. Y eso que, tanto los médicos como nosotros, pensábamos que podría haberlo o incluso algún paso atrás que pudiese afectar mentalmente al deportista. Procuramos que estuviese preparado para ello, pero nunca se dio la circunstancia”. La clave para ello, cuenta, es que desde el primer minuto todo lo que hacía Bernal lo hacía pensando en volver a su máximo nivel. “Sin esa actitud y esas expectativas de ser el mismo que fuiste, no trabajas con la misma intensidad. Él trabajaba por ese porqué”.

Si dice Egan que puede llegar a sonar repetitivo es en cierto modo porque las preguntas también lo son. Él insiste: “Veo la vida de otra manera. Así no fuera a ganar nada más, estoy tranquilo. Gané un Tour de Francia y un Giro de Italia y tuve un accidente cuyas consecuencias no pude controlar, aunque sí hacerlo lo mejor posible en mi recuperación por mí mismo, por mi familia, por mi hermano, por la gente que me quiere y por el equipo que me ha brindado todo el apoyo. Creo que soy profesional y hago mi trabajo de la mejor manera posible”.

— Entiendo que has hecho un trabajo mental brutal para llegar a ese nivel de aceptación. Sin embargo, todo sigue girando en torno a “la mejor versión de Egan” y a volver a ganar. ¿Crees que la prensa entiende tu mensaje?

— No. Es que si uno no lo vive, no lo va a entender. No digo que no lo vaya a lograr, pero la gente sigue preguntándose cuándo voy a regresar a mi mejor nivel, cuándo vamos a ver a Egan contra Pogacar o Roglic, etcétera. Me gustaría, pero si no pasa, no pasa nada. Yo ya gané esa carrera por la vida. Yo quiero inspirar a personas, a la vez que trabajo duro y ojalá algún día vuelva a mi mejor nivel.

Egan Bernal llega al control de firmas de la primera etapa de la Volta a Catalunya 2023 (Fotografía: Ineos-Grenadiers)

Dicen quienes bien le conocen, que su gran mérito es su sacrificio diario en pos de un objetivo que no sabe realmente si va a conseguir. Artetxe lo explica: “El grado de sacrificio y autoexigencia que este chico ha tenido desde que tuvo el accidente, no es normal. Lo hace porque él quiere volver a ese nivel que tuvo. Va en una buena progresión y todos estamos convencidos de que hay que seguir trabajando en esa línea”.

La fe de un ciclista excepcional

En la Vuelta al País Vasco nos volvemos a encontrar. El equipo tuvo dudas de si convocarle o no; él nunca. Y es que Egan, por fin vive, el presente y no quiere pensar más en el mañana. “Quería estar aquí y ayudar al equipo. Es un ganador de Tour, pero no se le caen los anillos y sabe que sus compañeros le necesitan”. En la meta de la primera etapa de la Itzulia el colombiano era pura alegría. El equipo había estado trabajando todo el día para rematar con la victoria de Ethan Hayter en Labastida. 

En Argentina había arrancado la temporada mejor que como terminó en 2022, aunque aún no se permite comparaciones con los que serían sus rivales directos. “Sería muy triste por mi parte hacerlo en este momento. Me estoy comparando conmigo mismo, procurando llevar el cuerpo al límite todos los días. Aunque me suelten en el primer kilómetro, intento terminar la subida a lo que pueda e ir mirando mis números y compararlos con los de hace un mes, hace dos...”. Se dará por satisfecho en 2023 si alcanza su mejor nivel posible. “Si eso significa ser trigésimo en el Tour, con eso estaría tranquilo, como si es ser segundo, primero o lo que sea. Sin que una molestia en la espalda o en la rodilla me impida haber dado mi 100%. Se trata de encontrar la mejor versión de Egan”.

Egan Bernal apoya a Filippo Ganna en el Alto del Colorado en la Vuelta a San Juan 2023 (Fotografía: James Startt)

Madera no le falta, puesto que de él se dice que jamás se lamenta. Cuando habla de su madre y del cáncer que padeció el año pasado, habla de una mujer luchadora, a la que la vida no se lo ha puesto fácil y de la que nunca ha escuchado una queja. Su padre también sufrió algún achaque de salud, por lo que el último año las circunstancias de la familia han restablecido las prioridades en la vida y les ha endurecido aún más frente a las embestidas vitales.

El suyo es un proceso que aún no ha terminado. Algún día, quizás agotado del esfuerzo, Egan se para y le pregunta a Artetxe en busca de fe: “¿Y tú crees?”. Y el preparador, que ha convalidado con los años como ángel custodio desearía contar con una bola de cristal para saber hasta dónde va a llegar el ciclista colombiano. “Por desgracia no la tengo, pero nadie le puede quitar esa ilusión de la cabeza. Si no llega, no será porque él no lo haya intentado. Esa es la diferencia entre un ciclista muy bueno y un campeón. Más que en los números o en la fisiología, está en el carácter”. 

Imagen de cabecera: Ineos-Grenadiers

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