La voracidad de las bestias es indomable. En la primera jornada montañosa decisiva de la Tirreno-Adriático, Jonas Vingegaard ha asestado un golpe casi definitivo en la clasificación general a falta de las dos últimas etapas. El danés ha enterrado de un plumazo cualquier atisbo de duda que asomara tras una contrarreloj inaugural un tanto anodina (sí, aquella en la que el equipo Visma —y la marca Giro— presentó su estrafalario nuevo diseño de casco). En la subida a San Giacomo, Vingegaard ha vuelto a demostrar que se trata del mejor escalador del momento marchándose en solitario a 30 km, y de paso nos ha regalado una nueva exhibición marca de la casa que se está convirtiendo en una bendita constancia.
El danés transmite el pavor de quien culmina una salvajada, en términos deportivos, casi sin inmutarse, como si nada de lo que sucediera a su alrededor fuera con él. Atacó cómo y dónde quiso, sin que nadie tuviera siquiera la opción de reaccionar. La mirada impasible mientras echaba un trago de agua junto al auxiliar del equipo en el momento que Juan Ayuso, Jai Hindley, Ben O’Connor, Thymen Arensman, un fantástico Isaac Del Toro y su compañero Cian Uijtdebroeks se disputaban la segunda posición en la meta de Valle Castellana es el reflejo de esa superioridad manifiesta. “No me extraña porque estamos acostumbrados. Todos sabíamos que pasaría, pero ninguno podía evitarlo”, comentaba un resignado Juan Ayuso ante los micrófonos de la organización.
Relacionado – París-Niza 2024: la irracionalidad como motor
Relacionado – Suscríbete a VOLATA, tu revista de cultura ciclista
Jonas Vingegaard ha sellado la quinta etapa de la carrera de los dos mares con una diferencia de un minuto y doce segundos, estableciendo la renta ascendiendo y afianzandola tanto en el descenso como en el falso llano final. En cierta manera, ha refrendado que el dominio en O Gran Caminho no fue una cuestión aislada. Bajo esa coraza de frialdad el danés tiene hambre, y a través de movimientos que se alejan de cualquier razonamiento lógico, poco a poco va ganándose el respeto y el cariño de quien lo encasilla únicamente como un hombre Tour exento de carisma.
Un solitario Jonas Vingegaard avanza en solitario en el paisaje lúgubre de San Giacomo (Foto: Dario Belingheri)
Foto: Sprint Cycling
¿Y ahora qué? Pues sobre el papel resulta muy complicado que ninguno de los rivales del danés tenga la capacidad de recuperar el tiempo perdido. El ciclista mejor colocado para tratar de asaltar el singular tridente de la Tirreno es el alicantino Juan Ayuso (+54”). El corredor de UAE Team Emirates apuntaló sus opciones de enfundarse el maillot azul tras una fantástica actuación en la contrarreloj de Lido de Camaiore, batiendo a todo un especialista como Filippo Ganna. Sin embargo, el gran paso adelante de Ayuso en este sentido es la sensación de consolidarse como la alternativa; el primero del resto.
Por delante queda todavía una dura jornada en el abrupto terreno de la región italiana de Marcas. Más de 180 kilómetros de recorrido en los que el pelotón deberá hacer frente a La Forchetta (7,2 km al 4,5%), Pian di Trebbio (7 km al 5%), la explosividad de Monte Moria (2,4 km al 8,4%, y máximas por encima del 11%) y el prácticamente desconocido Monte Petrano. Tan solo una etapa del Giro d’Italia, en el año 2009 con victoria para Carlos Sastre, ha concluido en la cima de este puerto que durante sus diez kilómetros mantiene un despiadado y agotador 8%. Parece el lugar idóneo para que Vingegaard remate la faena y se convierta por primera vez en su carrera en el Rey de los Dos Mares.
Sin embargo, se trata de la última, y única, oportunidad de que alguno de los aspirantes muestre una actitud valiente e irrespetuosa con el statu quo establecido por Visma-Lease a Bike y Jonas Vingegaard. También un día en el que acabarán por definirse las plazas de un podio en el que hasta seis ciclista se encuentran en menos de un minuto y medio. La última etapa en Benedetto del Tronto, a pesar de su inicio más escarpado, se presume como una nueva jornada en la que velocistas como el belga Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck), el italiano Jonathan Milan (Lidl-Trek) o el alemán Phil Bauhaus (Bahrain-Victorious) rompan la igualdad en las volatas.
Foto de cabecera: Visma-Lease a Bike