La puerta de entrada a la primavera tiene una indudable conexión con el primer Monumento ciclista del año. La Milán-San Remo celebra su 115ª edición el próximo sábado 16 de marzo. Una carrera que a menudo se ha descrito como el monumento más fácil de terminar, pero el más difícil de ganar. La incerteza del resultado marca su personalidad, cuyo distintivo reside en los cerca de 300 kilómetros que se han mantenido desde su creación en 1907. Una ruta que une la llanura padana, en el norte de Italia, con la irregular costa del Mar de Liguria, y en la que, de nuevo, el Cipressa y el Poggio tendrán un papel decisivo.
La extensa biografía de La Classicissima está compuesta por las figuras más ilustres de este deporte. Constante Girardengo sumó once podios —y seis victorias— entre 1917 y 1928. Learco Guerra y Alfredo Binda, por un lado, y Fausto Coppi y Gino Bartali, por otro, protagonizaron rivalidades históricas. Las siete victorias de Eddy Merckx (1966, 1967, 1969, 1971, 1972, 1975 y 1976), que lo convierten en el ciclista más laureado. Roger de Vlaeminck, Erik Zabel, Óscar Freire… y la multitud de ganadores en las últimas ediciones.
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Este 2024, Mathieu van der Poel tratará de lograr su segunda victoria consecutiva, una hazaña que nadie ha podido replicar desde el alemán Erik Zabel a comienzos del siglo XXI. No será una tarea sencilla en una carrera que reúne la mejor combinación de clasicómanos, velocistas y rodadores del pelotón como Filippo Ganna, Mads Pedersen, Arnaud de Lie, Christophe Laporte, Matej Mohorič, Kasper Asgreen o Jasper Philipsen. Y, por supuesto, un superlativo Tadej Pogačar que buscará en su cuarta participación superar la complejidad intrínseca de esta carrera para alcanzar su primer triunfo en Sanremo.
Recorrido Milán-San Remo 2024
Mapa de la Milán-San Remo 2024 (Fuente: RCS)
La 115ª edición de la Milán-San Remo mantiene su innegable personalidad como una de las carreras más largas del calendario. Sin embargo, este año el inicio de la ruta de 288 kilómetros regresa por segunda ocasión a la ciudad de Pavia, al sur de Milán. Esta pintoresca ciudad, con un nutrido patrimonio medieval y renacentista, fue el lugar escogido para la salida de la carrera en 1965 como consecuencia de un experimento por parte de la organización para buscar una mayor selección a mitad del recorrido. La decisión fue efímera, pues al año siguiente la capital de la Lombardía volvió a ser el punto de partida.
De esta forma, la ruta clásica durante los primeros 140 kilómetros es completamente llana camino de la provincia de Genoa, hacia el punto más alto de la carrera, el Passo del Turchino. Precisamente, esta ascensión de 3 km al 5,1%, y rampas por encima del 11% en la parte final, es el encargado de cambiar el escenario predominante durante la primera mitad. Está demasiado lejos de la meta, por lo que su incidencia en el resultado será nula, aunque el descenso conduce hacia la rocosa costa del Mar de Liguria.
Perfil de la Milán-San Remo 2024 (Fuente: RCS)
A partir de ese punto comienza el tradicional camino serpenteante a través de las zonas acantiladas de la costa, en el que los últimos 60 kilómetros estarán marcados por la sucesión de cotas. Esta complicación en la orografía se inicia con el encadenado de los tres “capos” (cabo en italiano), con sus respectivos faros perfilando la costa: Capo Mele (1,5 km al 4,9%), Capo Cervo (1,8 km al 2,8%) y Capo Berta (2 km al 6%), en el que podrían producirse los primeros movimientos. Aun así, resulta complicado que algún ciclista pueda escapar del control del pelotón más allá de la presumible fuga inicial.
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Esa posibilidad está reservada a los últimos 25 kilómetros del recorrido, donde se concentran los elementos decisivos de La Classicissima. El primero de ellos es La Cipressa, con 5,6 km de longitud y una pendiente media del 4,1%. Durante los kilómetros de aproximación veremos una lucha constante por las primeras posiciones del pelotón, ya que la colocación en el inicio de esta subida es fundamental. Es el primer instante en el que los ciclistas más explosivos tratan de poner en apuros a los velocistas, que suelen verse relegados a la parte trasera en las rampas más exigentes cercanas al 9%.
Altimetría Cipressa | Altimetría Poggio |
Unos kilómetros más adelante aguarda el famoso Poggio di Sanremo, cuando la tensión in crescendo estalla como consecuencia de los ataques determinantes. A falta de 10 km para la línea de meta, los ciclistas afrontan esta subida descrita como "los seis minutos más importantes del ciclismo". El Poggio (3,6 km al 3,7%) ha sido el escenario de los movimientos decisivos en las siete ediciones anteriores, la oportunidad definitiva para distanciar a los esprinters en los tramos más exigentes, con una pendiente máxima del 8%, y gozar de una mínima ventaja para hacerse con la victoria.
En ocasiones no suele ganar el más fuerte, sino el que ha sabido interpretar el momento adecuado para generar dudas en sus rivales. Y en esa circunstancia, asumir riesgos en un descenso rápido, extremadamente técnico y sobre carretera estrecha suele ser el factor diferencial, como hizo el año pasado Mathieu van der Poel tras conseguir una ligera ventaja en la parte final del Poggio.
Las amplias calles finales de Sanremo, camino de Via Roma, son caóticos, con los corredores al límite tras completar más de 280 km de carrera y una persecución que mantiene la tensión hasta el último metro. De hecho, esa incertidumbre de los instantes finales convierten a La Classicissima en una carrera única y extremadamente compleja de predecir.
Imagen de cabecera: RCS