Volta a Catalunya 2023 - Previa etapa 6: Molins de Rei brinda una opción a la fuga

La ausencia del explosivo Alt de Fontpineda en los últimos 15 kilómetros modifica la identidad de la etapa, aunque sigue siendo un terreno propicio para que triunfe la escapa. Una jornada de media montaña marcada por el quebrado perfil inicial y el único ascenso al Alt de la Creu d’Aragall.

El rostro de Primož Roglič tras conseguir su segunda victoria en la Volta a Catalunya 2023 transmitía una felicidad inmensa. Y no solo por el simple hecho de alzar de nuevo los brazos, la sexta ocasión en lo que va de temporada, sino por el significado de la victoria ante el que será su máximo rival en el próximo Giro d’Italia: Remco Evenepoel. También por encontrar mejores sensaciones con el paso de los días de competición. “Estoy muy contento porque me he sentido mejor que los días previos. Hacía mucho tiempo que no prolongaba esfuerzos sostenidos tan largos y el cuerpo ha reaccionado genial”, comentaba alegre el esloveno en línea de meta.

En el Mont Caro la etapa se resolvió con un desenlace agónico. Un mano a mano entre Roglič y Evenepoel que se decidió en los últimos cincuenta metros. Ese instante fugaz en el que el esloveno consiguió abrir una pequeña brecha que acabó siendo de seis segundos —más los cuatro por la bonificación— tras la explosión del belga. Se quedó vacío, exhausto, casi sin poder avanzar hacia la línea de meta. De hecho, el ciclista del Soudal-Quick Step reconocía ante los medios de comunicación presentes en línea de meta que se había equivocado en la gestión de la parte final de la etapa: “He atacado muy pronto y lo he pagado en los últimos metros”. Hasta un talento natural como el belga también requiere de una de las mayores virtudes: la experiencia. Un buen aprendizaje de cara a su particular duelo en la corsa rosa

Fotografía: Volta a Catalunya

La llegada de la sexta etapa será inédita, ya que Molins de Rei estrena en este 2023 su condición como línea de meta de la Volta a Catalunya. Este municipio del Baix Llobregat ha formado parte de la carrera en hasta ocho ocasiones, pero siempre ha sido un lugar de paso. Tan solo en 2003, el año de su debut en la ronda catalana, acogió la salida de la sexta etapa. Fue una contrarreloj con final en Vallvidrera en la que se impuso José Antonio Pecharromán. Sin embargo, Molins del Rei ya había tenido relación con el ciclismo años atrás, en la Setmana Catalana de 1973, siendo el inicio de una crono en la que consiguió la victoria Luis Ocaña, y 1993, cuando alzó los brazos el suizo Stefen Wesemann.

Relacionado – Suscríbete a VOLATA, tu revista de cultura ciclista
Relacionado – Volta Catalunya 2023: recorrido, etapas y perfiles

En un recorrido de la Volta a Catalunya 2023 que fusiona lugares habituales con algunos menos concurridos, en esta sexta etapa también regresa a la ruta la ciudad de Martorell. Lo hace por cuarta ocasión en la ronda catalana, la primera en el siglo XXI. El italiano Pierino Gavazzi estrenó esta localidad con su victoria en el primer sector de la séptima etapa de 1975. Más tarde, en el segundo sector, Fausto Bertoglio fue el más rápido en una contrarreloj que acababa en Terrassa. En 1994, Martorell no abandonó su relación con el país transalpino, pues Massimo Donati ganó la última vez que la Volta llegó a este municipio.

Recorrido de la 6ª etapa: Martorell - Molins de Rei (174,1 km) 

Peril modificado de la sexta etapa / Fuente: Volta a Catalunya

La penúltima jornada se presentaba con un desenlace más que interesante, con posibilidad de que una fuga consiguiera brillar. Sin embargo, una modificación en la parte final ha cambiado la naturaleza completa de la etapa. Aun así, la primera mitad propiciará que se conforme una escapada con ciclistas de entidad, pues los kilómetros iniciales estarán marcados por un terreno con tendencia ascendente camino del altiplano de la Segarra, en Lleida. Aunque no hay ningún puerto puntuable, se pasa de poco más de 150m de altitud a más de 700m en el kilómetro setenta. Será a partir de este punto cuando los ciclistas regresen en sentido contrario al entorno del área metropolitana de Barcelona.

Relacionado – Siete imágenes, siete historias de la Volta a Catalunya 2023

Por tanto, la parte central tendrá un perfil inverso al que se presenta en el comienzo camino de los últimos 40 kilómetros. En esta parte final se encadenaban dos ascensiones en la cordillera prelitoral catalana que podrían poner algo de picante al colofón de la sexta jornada. El Alt de la Creu d’Argall (6,7 km al 6,2%, y máximas del 13%) se mantiene en el recorrido, pero el explosivo Alt de Fontpineda, con pendientes superiores al 12% y máximas cercanas al 20%, finalmente se evitará por motivos de seguridad, según informó la organización de la Volta a Catalunya el pasado jueves.

La ausencia de esta subida, que se coronaba a falta de 12 kilómetros para la línea de meta, supone una merma importante en un recorrido que se presentaba muy atractivo en la batalla por el triunfo de etapa. Aunque las opciones de la fuga se reducen, no desaparecen en su totalidad, pues será una jornada complicada de controlar por parte del pelotón. Además, el inicio del Alt de la Creu d'Aragall cuenta con rampas en torno al 10%, un tramo central que no baja del 5,5% y una parte final que vuelve a ser exigente con porcentajes entre el 9% y el 11%.

Esta dureza podría ser suficiente para descartar a los velocistas y eso hace pensar que desde el grupo no habrá ningún equipo interesado en reducir la diferencia de la presumible escapada. El descenso será largo e irregular, con algún que otro repecho, a través de una carretera estrecha, técnica y sin margen de error. Los últimos 15 kilómetros serán completamente llanos en la ribera izquierda del río Llobregat camino de Molins de Rei.

Imagen de cabecera: Volta a Catalunya

Shop now