Este inicio de La Vuelta está siendo muy especial. Todo el equipo Euskaltel hemos llegado con muchas ganas y muy ilusionados por poder volver a lucir el color naranja en esta carrera, la gran carrera por etapas de casa, después de ocho años de ausencia. El pasado sábado, cuando estaba ya en la rampa de salida de la crono individual de Burgos en la primera etapa, le dije por radio a Jorge Azanza, nuestro director deportivo: “Jorge, estoy muy emocionado”. Y lo estaba por muchos motivos: por volver a empezar una Vuelta a España, por lo que significa este proyecto, por toda la gente trabajando en la cantera del equipo, por todos los años recorridos antes de volver a participar en una grande, y, como amante de ciclismo y aficionado que soy, por el solo hecho de que el Euskatel pueda volver a dar batalla. Tener todas estas sensaciones es una motivación extra para contribuir a que el proyecto siga creciendo paso a paso y también para ser competitivos durante estas tres semanas.
El Euskaltel no somos un equipo para ganar La Vuelta, pero sí tenemos un conjunto para luchar por todas las etapas y para ser protagonistas, para meternos en las fugas y estar en cabeza todo el tiempo que sea posible. Esa actitud forma parte de la esencia de la casa, como demostró ayer, Xabier Mikel Azparren, que es un chaval de la casa, de la cantera, que consiguió entrar en la escapada del día.
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Fue un movimiento redondo, porque es lo que se había hablando en el bus antes de la salida. Él, que está debutando en su primera carrera por etapas, disfrutó muchísimo estando un día por delante. Luego, por detrás, el equipo ha corrido super bien. Era un día peligroso por el viento, pero hemos ido todo el rato delante, evitando las caídas. Además hemos ganado por equipos, y eso no pasa todos los días. En esta Vuelta, donde todos tendremos nuestras oportunidades, tenemos que estar en todas las guerras.
En la cuarta etapa, tras la etapa de hoy lunes en el Picón Blanco, empezará otra Vuelta, la de verdad. Desde que llegamos el pasado miércoles a Burgos para entrenar y trabajar juntos, la ciudad nos ha tratado muy bien, pero el hecho de dormir casi una semana entera en el mismo hotel, no deja de ser una anomalía en una gran vuelta por etapas.
Estoy deseando que empiece la itinerancia, salir de un sitio y dormir en otro; también por ver cómo los más jóvenes del equipo conocen esa experiencia. Tengo muchas ganas de pasar horas en el bus, de cambiar de hotel cada día, de tener la sensación de no saber dónde estoy... Estar en una vuelta por etapas es como estar dentro de una burbuja maravillosa en la que pierdes la noción de muchas cosas. Esa es la verdadera Vuelta.
* Contenido producido con el apoyo de Ekoi. Descubre más sobre los modelo de gafas y cascos Ekoi que usa el Euskatel Euskadi durante La Vuelta.
