Un recorrido por el heterogéneo paisaje de Asturias

Más allá de los Lagos de Covadonga y L’Angliru, el principado de Asturias tiene muchas cimas y rincones para ofrecer y la bicicleta es la mejor manera de descubrirlos

Cuenta la leyenda que en las montañas asturianas, en la ladera de la larga y sinuosa subida de El Jito De Escarandi, hay un monstruo llamado el Grumante. Se trata de un gigantesco cíclope que vive en las cuevas rocosas, y que extiende sus enormes brazos para capturar y devorar a los que merodean por sus montañas con cara de desidia.

Así que, por si la subida de 14,5 km con pendientes máximas que llegan al 17% no fuera suficiente para mantenernos preocupados, tenemos que pedalear con una sonrisa forzada por miedo a las represalias de una bestia mítica descontenta. Pero antes de adentrarnos en esta aventura recorriendo la región de Asturias, hagamos una pequeña parada en el camino para explicar el enclave y nuestro objetivo.

Aunque es muy conocida por su actividad ciclista, Asturias no es siempre la primera opción para los que quieren escaparse una semana en bicicleta. Mientras que la mayoría de europeos prefiere los destinos de clima cálido que utilizan los equipos profesionales en sus entrenamientos, los que buscan un lugar que satisfaga tanto las necesidades del ciclismo como las de la cultura tienen un ubicación distinguida en la región asturiana.

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La Vuelta a España la ha visitado en numerosas ocasiones, siendo uno de los puntos montañosos clave en la mayoría de las ediciones de la carrera. Sin embargo, para los cicloturistas extranjeros, el parque nacional de los Picos de Europa sigue siendo una especie de joya desconocida. Es por ello que David Rodríguez, mánager general de Astur Cycling, construyó esta experiencia para dar a conocer al mundo este rincón asturiano.

Justo al aterrizar en el aeropuerto de Asturias nos recibe el propio David Rodríguez, que tras años de trabajo y vida en el extranjero, se instaló de nuevo en la región y creó Astur Cycling, una empresa encargada de gestionar viajes de una semana para recorrer la diversidad de la región asturiana en bicicleta. "Siempre tuve esta idea en mente y cuando volví a España me animé a hacerla realidad con el objetivo, simplemente, de probar si funcionaría”, explica.

Descubrió el ciclismo mientras residía en Barcelona en 2006, aunque de rebote acabó interesándose por el triatlón. Rodríguez llegó a completar tres IronMan antes de dejar la carrera y la natación y centrarse únicamente en el ciclismo. La pasión por montar en bicicleta se convirtió en una pasión por organizar viajes anuales para sus amigos, que a su vez se transformó en un negocio de vacaciones.

El año pasado iba a ser el estreno del proyecto tras un largo periodo de tiempo de intenso trabajo. Sin embargo, la pandemia de la Covid-19 y las restricciones a los viajes hicieron que todo quedara en suspenso. Tras una dilatada espera, la experiencia de Astur Cycling se puso en funcionamiento en abril de 2021.

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La variedad de terrenos de Asturias es el elemento principal que la distingue de otros destinos dedicados al cicloturismo. "Tenemos la alta montaña muy cerca del mar. Conozco al detalle el potencial que tiene esta zona para los viajes en bicicleta", subraya Rodríguez. Además, existen un gran número de atractivos que complementan el disfrute de la bicicleta que convierten a la región en un enclave imperdible.

Saber aprovechar la oportunidad

A poco más de una hora del aeropuerto de Asturias se encuentra Cangas de Onís, la ciudad donde nos alojamos, un lugar pintoresco en el corazón de la región con un puente romano —el Puente Vieyu—situado en la zona central que cruza el río Sella. El municipio es un animado centro de bares, restaurantes, tiendas y sidrerías, así como el punto neurálgico de las mejores rutas ciclistas. Un lugar acogedor para descansar la noche antes de nuestra gran aventura.

La cultura de la sidrería forma parte de la idiosincrasia asturiana. La tradición dicta que un hábil escanciador debe sostener el vaso en posición baja y la botella en posición alta, escanciando a altura, normalmente sin mirar, para maximizar las burbujas de la bebida. Más adelante, David Rodríguez explica que el vaso se comparte entre un grupo y cada persona bebe su parte antes de retirar los posos, aunque como con tantas cosas la pandemia ha acabado con ese método.

Sin embargo, conocer y adentrarse en el mundo de la sidra es tan solo una pequeña parte del menú. Los viajes de Astur Cycling pretenden ofrecer tanto calidad en el ciclismo como lujo fuera de la bicicleta con alojamientos de cuatro y cinco estrellas, así como algunas de las mejores experiencias culinarias de la zona.

Tras un trayecto montañoso repleto de curvas, nuestro destino era Casa Marcial, un restaurante con dos estrellas Michelín centrado en la cocina local. El restaurante comenzó como un bar regentado por la misma familia generaciones atrás y ha mantenido sus raíces caseras y su conexión local a pesar de su reinvención en alta cocina. El menú de degustación fue una deliciosa visión de los sabores típicos asturianos, incluso como vegetariano en una cultura con mucha carne.

Covagonga y El Jito De Escarandi

El día amaneció con un precioso cielo azul y una neblina matinal de montaña. Estábamos advertidos sobre el cambiante clima marítimo de Asturias, por lo que veníamos preparados para cualquier eventualidad. Sin embargo, se presentó una jornada con un día muy claro para disfrutar sobre la bicicleta.

Asturias es sinónimo de ascensiones icónicas de la Vuelta, como L'Angliru, pero, con el estilo típico de los guías locales, David Rodríguez estaba más interesado en mostrarnos las joyas menos conocidas de la zona. De esta forma, nos dirigimos hacia El Jito de Escarandi. Suele ser la última ruta del itinerario de seis noches que presenta la experiencia de Astur Cycling, pero la nuestra era una visita relámpago, así que su gerente quería asegurarse de que experimentaríamos el paseo que habitualmente deja como colofón.

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Pedalear en Asturias significa dureza, en mayor o menor medida, pero dureza al fin y al cabo. Las rutas que David Rodríguez incorpora cuentan todas con más de 2.000 metros de desnivel positivo acumulado, llegando hasta los 3.000 m la que realizaremos nosotros en particular. Por supuesto, también existen rutas llanas, aunque el poder de seducción de las montañas es tan elevado que prácticamente la totalidad de las rutas en Asturias pasan por alguna cima reconocible.

Además, en caso de que no consigas canalizar tu Primož Roglič interior mientras subes la emblemática subida de Lagos de Covadonga —que también figura en el itinerario— bajo la lluvia, o el sol, David Rodríguez tiene cobertura asistencial. Su objetivo es proporcionar dos furgonetas en todo momento para que los visitantes puedan utilizarlas durante los paseos cuando el terreno o el tiempo sea demasiado duro.

El inicio de la ruta se dirige hacia la primera subida del día atravesando Mestas de Con, localidad famosa por el Gamoneu, un queso de origen protegido que lleva el nombre de un pueblo de la región. Tras serpentear por el valle, pronto llegamos a Arenas de Cabrales, donde comienza la subida que supera los 20 kilómetros a El Jito De Escarandi. La subida comienza de forma suave, aunque se trata de una ascensión in crecendo, por lo que es necesario guardar gasolina en el deposito para disfrutar de las vistas panorámicas del parque nacional de los Picos de Europa cerca de la cima. 

Ver ruta en Komoot

A medida que la subida va abriéndose camino, la luz de la mañana se refleja en los escarpados acantilados de piedra caliza en un paisaje que recuerda a los Dolomitas. De hecho, la sensación que transmite —con su personalidad única— tiene trazos que recuerdan a las gran cadena montañosa italiana: aire enrarecido, paisajes remotos y verdes e imponentes montañas a través de las sinuosas carreteras flanqueadas por el ganado bovino.

En plena ascensión se encuentra el pueblo de Sotres, el más alto de los Picos de Europa. Esta pequeña localidad, situada a mitad de la subida, presenta unas carreteras estrechas que merece la pena explorar, así como un conjunto de casas de color pastel que desembocan en las impresionantes vistas del valle.

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El trayecto hacia la cima atraviesa una zona irregular, donde los tramos en los que la carretera se estabiliza se entrelazan con kilómetros duros. Cuando el recorrido se eleva por encima de la ladera de la montaña se encuentra rodeada por rocas, generando la impresión de un arco o una línea de meta natural que marca el final de la subida y un breve respiro en forma de descenso suave y fluido.

Tras el descenso, la ruta continúa en pleno valle paralelo al río Cares antes de llegar a la costa y a Pimiango. Es en este punto en el que el paisaje cambia de enormes laderas rodeadas de roca caliza a carreteras arboladas que vislumbran las vistas del mar. A medida que nos acercamos a la costa, aparece el clima inestable de Asturias, en el que las nubes bajas cubren las montañas y generan una atmósfera sombría. Sin embargo, en lugar de restarle valor a la experiencia, crea una sensación de calma.

La ruta concluye muy cerca de Colombres tras 136 kilómetros y 3.000 metros de desnivel positivo. Y no se trata de un recorrido fijo, si no que David Rodríguez explica que el itinerario se puede ajustar en función del kilometraje que los visitantes quieran realizar.

De vuelta a Cangas de Onís, David señala algunas de las carreteras que forman parte del itinerario de Astur Cycling. Una experiencia conformada por cinco rutas diferentes que recorren las principales cimas de la región asturiana: La Farrapona, el Gamoniteiru, L’ Angliru, Los Lagos de Covadonga y el Jito de Escarandi. Un recorrido en el que tanto los amantes de superar sus límites como los que buscan unas relajadas vacaciones ciclistas confluyen en una región que ofrece experiencias ciclistas, culturales y culinarias. Todo ello aliñado con el característico y variado paisaje asturiano.

Astur Cycling está disponible para reservar viajes de varios días o a medida, encuentre más detalles aquí

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