París-Roubaix 2023: previa, recorrido y favoritos

El recorrido mantiene la esencia de cada edición, con 257 kilómetros marcados por los 29 sectores adoquinados que completan el 'Infierno del Norte'. El bosque de Arenberg, Mons-en-Pévèle y Carrefour de l'Arbre volverán a ser protagonistas camino del velódromo de Roubaix para encumbrar al nuevo rey de los adoquines.

El aroma de los adoquines y los caminos empedrados de la primavera ciclista en 2023 culmina el próximo domingo 9 de abril, cuando se dispute la 120ª edición de la París-Roubaix. Justo un día después de que el pelotón femenino haga lo propio con la tercera edición de la prueba. La primera vez que los ciclistas surcaron los complicados tramos de pavé del norte de Francia fue en el siglo XIX, concretamente en 1896. Apodada como el Infierno del Norte tras los desoladores paisajes y la devastación de la zona como consecuencia de la Primera guerra Mundial, lo cierto es que el apelativo sigue igual de vigente, aunque desde un punto de vista deportivo, por la dureza de su recorrido.

Se trata de una de las carreras más exigentes, cuya reputación reside en la dificultad de poder llegar al velódromo André-Pétrieux de Roubaix y terminarla. Los corredores acaban envueltos entre polvo, barro, gravilla y sudor, dejando una de las instantáneas más conocidas del panorama ciclista. Una prueba basada en la tradición y con muy pocas variaciones a lo largo de la historia, facilitando que el itinerario quede dibujado mentalmente entre los aficionados. París-Roubaix tiene una personalidad muy definida, con elementos tan significativos como Trouée d'Arenberg, Mons-en-Pévèle, Carrefour de l'Abre, el velódromo de Roubaix… y el mítico adoquín que se le otorga al ganador. 

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Porque hay quienes tienen la capacidad de sobreponerse a cualquier dificultad y cosechar múltiples victorias a lo largo de historia. En su palmarés, destacan corredores como Octave Lapize y  Francesco Moser, únicos ciclistas con tres triunfos consecutivos, Rik Van Looy, Eddy Merckx, Sean Kelly, Johan Museeuw o Fabian Cancellara. Pero si hay dos ciclistas que trascienden el mito, esos son Roger de Vlaeminck y Tom Boonen. Ambos ciclistas belgas, país que domina la carrera con 57 triunfos y 160 podios, consiguieron ser los reyes de los adoquines en hasta cuatro ocasiones. De Vlaeminck en 1972, 1974, 1975 y 1977; Boonen en 2005, 2008, 2009 y 2012.

Recorrido París-Roubaix 2023

La 120ª edición de la París-Roubaix cuenta con 257 kilómetros de recorrido, 55 de ellos sobre sectores de pavé. Sin embargo, los primeros 100 kilómetros no tienen dificultades adoquinadas. Será una ruta camino del departamento del Norte, inmerso en la región de Hauts-de-France, que comienza en Compiègne —una ciudad que acoge la salida de la carrera desde 1960— y que se despliega hasta Cambrai, la puerta de entrada definitiva hacia el pavé. Este es el tramo en el que habitualmente se forma la fuga antes de acceder al verdadero Infierno del Norte. 

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El recorrido de 2023 es muy similar al de la temporada anterior, aunque este año se ha introducido una ligera variación pasando de los 30 sectores protagonistas en las últimas ediciones a 29. Además, en la aproximación al bosque de Arenberg regresa el tramo de Haspres, que no formaba parte de la carrera desde la victoria de Magnus Bäckstedt en 2004. En esta primera fase, los ciclistas irán entrando en contacto con el pavé a través de una sucesión de tramos de dos y tres estrellas, así como los de de Quiévy à Saint-Phyton y el de D’Havelluy à Wallers, que llegan hasta las cuatro estrellas de dificultad con 3.700 metros y 2.500 m de longitud, respectivamente.

Esta zona sirve de anticipo a la llegada del icónico, y siempre respetado, Trouée d'Arenberg a falta de 95 kilómetros para Roubaix, el primero de los tres sectores de cinco estrellas de la carrera. Un tramo de 2.300 metros sobre un adoquín difícil de transitar, donde los ciclistas sufren los estragos de los botes constantes y la complejidad para controlar la bicicleta, y que se abre paso a través de una enorme recta resguardada por los árboles situados a los costados junto al ferviente público animando sin descanso. Un embudo al que el pelotón entra a gran velocidad, por su ligera tendencia descendente, y en el que la tensión previa y la dureza de su paso lo convierten en una auténtica escabechina.

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Mathieu van der Poel atravesando el sector de Arenberg en la otoñal, y embarrada, edición de 2021 (Fotografía: A.S.O. / Gruber)

Precisamente, el bosque de Arenberg da comienzo a la fase más exigente y decisiva de la carrera. A partir de ese punto se concentra la mayor parte de los sectores adoquinados más duros de París-Roubaix como Hornaing à Wandignies (3.700 m) o Auchy à Bersée (2.700 m), que dan paso al segundo tramo de cinco estrellas: Mons-en-Pévèle (3.000 metros). Tras una consecución de caminos empedrados durante los siguientes 25 kilómetros, la carrera se adentra en su fase definitiva con el encadenado adoquinado que forman Champin-en-Pévèle, Carrefour de l'Abre, el último de cinco estrellas, y Gruson.

La aparición de la lluvia puede ser un elemento desestabilizador, como ocurrió en 2021. Así mostraba Les Amis de París-Roubaix cómo se encontraba Mons-en-Pévèle tan sólo dos semanas antes de la carrera:

Esta zona arranca a 20 kilómetros para la línea de meta y concluye a falta de 13,8 km después de más de 5.000 metros adoquinados de forma casi consecutiva. Históricamente, este tramo suele tener una relevancia clave en el resultado final, pues es el lugar donde se producen los últimos movimientos sobre un pavé en mal estado, con curvas cerradas y en los que la fatiga es más que evidente. El velódromo André-Pétrieux de Roubaix, que acoge el final del Infierno del Norte desde la edición de 1945, salvo entre 1986 y 1988, será el encargado de decretar al nuevo rey de los adoquines tras la tradicional vuelta y media después de 257 kilómetros estratégicos, en los que el desgaste y la colocación serán elementos decisivos. 

Sectores de pavé

 29

Troisville à Inchy (160,3 km a meta)

 2.200 m / 3 estrellas

 28

Viesly à Quiévy (153,8 km)

 1.800 m / 3 estrellas

27

Quiévy à Saint-Python (151,2 km)

 3.700 m / 4 estrellas
26

Saint-Python (146,5 km)

 1.500 m / 2 estrellas
25

Vertain à Saint-Martin-sur-Écaillon (139,4 km)

 2.300 m / 3 estrellas
24 Verchain-Maugré a Quérénaing (129,4 km)  1.600 m / 3 estrellas
23 Quérénaing à Maing (126,7 km)  2.500 m / 3 estrellas
22 Maing à Monchaux-sur-Écaillon (123,6 km)  1.600 m / 3 estrellas
21 Haspres à Thiant (117 km)  1.700 m / 3 estrellas
20 D'Havelluy à Wallers (103,5 km)  2.500 m / 4 estrellas
19 Trouée d'Arenberg (95,3 km)   2.300 m / 5 estrellas
18 Wallers à Hélesmes (89,3 km)  1.600 m / 3 estrellas
17 Hornaing à Wandignies (82,5 km)  3.700 m / 4 estrellas
16 Warlaing à Brillon (75 km)   2.400 m / 3 estrellas
15

Tylloy à Sars-et-Rosières (71,6 km) 

 2.400 m / 4 estrellas
14 Beuvry à Orchies (65,2 km)   1.400 m / 3 estrellas
13 Orchies (60,2 km)   1.700 m / 3 estrellas
12 Auchy à Bersée (54,1 km)  2.700 m / 4 estrellas
11 Mons-en-Pévèle (48,6 km)   3.000 m / 5 estrellas
10 Mérignies à Avelin (42,6 km)   700 m / 2 estrellas
9 Pont-Thibault à Ennevelin (39,2 km)  1.400 m / 3 estrellas
8 Templeuve (33,8 km)  1.100 m / 2 estrellas
7 Cysoing à Bourghelles (26,9 km)  1.300 m / 3 estrellas
6 Bourghelles à Wannehain (24,4 km)  1.100 m / 3 estrellas
5 Champin-en-Pévèle (19,9 km)   1.800 m / 4 estrellas
4 Carrefour de l'Arbre (17,2 km)   2.100 m / 5 estrellas
3 Gruson (14,9 km)  1.100 m / 2 estrellas
2 Willems à Hem (8,2 km)  1.400 m / 3 estrellas
1 Roubaix (1,4 km)  300 m / 1 estrella

Favoritos

La defensa del reinado adoquinado reside en la figura de Dylan van Baarle. El neerlandés consiguió una contundente victoria en solitario en 2022 después de atacar en Champin-en-Pévèle a 19 kilómetros para la meta. Este 2023, defendiendo los colores del conjunto Jumbo-Visma, quizá no tenga la libertad absoluta de pensar únicamente en sus opciones. Será un ciclista clave en la estrategia del equipo neerlandés, pero esa condición también le puede brindar la oportunidad de conseguir el triunfo. Aun así, llega a Roubaix con cierta incertidumbre tras no poder disputar el Tour de Flandes por una caída en E3 Saxo Bank Classic.

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Precisamente, en Harelbeke se impuso su compañero Wout van Aert. El belga buscará redimirse de un Tour de Flandes aciago, estrenando su palmarés en el Infierno del Norte. El año pasado acabó en segunda posición y demostró ser, al menos por sensaciones, el ciclista más fuerte. Pero Roubaix también supone saber moverse en el momento indicado y Van Baarle aprovechó esa virtud. Por ello, Van Aert deberá apostar por una actitud ofensiva y no enfrascarse en la situación de persecución trasera en la que se encuentra en las grandes citas habitualmente.

Fotografía: París-Roubaix

El círculo para Jumbo-Visma lo cierra un Christophe Laporte que, al igual que Van Baarle en Omloop y Van Aert en E3, se impuso en Gante-Wevelgem y A través de Flandes para completar una fantástica campaña flamenca. El debe para el equipo, y el propio Van Aert, sigue siendo sellar una buena actuación en los Monumentos. Quizá la París-Roubaix, donde la potencia rodadora tiene mayor importancia que la explosividad, sea el lugar indicado.

En ese camino hacia la victoria en el velódromo de Roubaix, Mathieu van der Poel querrá escribir un nuevo capítulo en su particular batalla con Wout van Aert y alzarse con su cuarto Monumento, el tercero diferente tras sus dos victorias en Flandes (2020 y 2022) y su brillante triunfo en la Milán-Sanremo de este mismo 2023. El neerlandés rozó la victoria en la otoñal edición de 2021, pero se tuvo que conformar con ser tercero en el esprint después de un día agotador en el que se impuso Sonny Colbrelli. Van der Poel llega a Roubaix en plena de forma, a pesar de no haber podido con la fortaleza de Tadej Pogacar en De Ronde, y con la ambición de convertirse en el nuevo rey de los adoquines.

Fotografía: Alpecin-Deceuninck

Uno de los elementos que hace tan única la París-Roubaix es la incertidumbre que acompaña a la carrera desde el inicio de los tramos adoquinados, donde cualquier mínimo detalle puede desencadenar un desenlace completamente diferente al teóricamente previsto. Esa bonita circunstancia hace que el abanico de posibles ganadores sea increíblemente amplio. 

En este 2023, pueden brillar ciclistas como Filippo Ganna, segundo en Milan-Sanremo, Stefan Kung, Matej Mohoric, Mads Pedersen, Jasper Stuyven, Florian Vermeersch, que ya fue segundo en 2021, Yves Lampaert, Kasper Asgreen… También hay que estar atentos a las opciones de un Movistar Team especialmente protagonista en esta temporada de clásicas con grandes resultados en E3 y A través de Flandes. Están sabiendo aprovechar sus cartas y moverse de forma inteligente en carrera, una situación que deberán intentar calcar en Roubaix tanto Iván García Cortina, como Johan Jacobs, Mathias Norsgaard u Oier Lazkano.

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