Óscar Saiz, el gurú del descenso

El exciclista de montaña Óscar Saiz lleva más de una década enseñando a los ciclistas de carretera a mejorar el rendimiento en los descensos, afrontarlos con mayor agilidad y, sobre todo, seguridad. Descubrimos cada detalle de su trabajo y charlamos sobre Pinot, la destreza cognitiva, la confianza y la búsqueda de los límites.

La figura de Óscar Saiz es, probablemente, muy poco conocida para la gran mayoría de aficionados al ciclismo. Sin embargo, se trata de una persona que ha tenido un impacto enorme en el pelotón profesional. El catalán fue uno de los pioneros del mountain bike en España durante la segunda mitad de los años noventa y la primera década del siglo XXI. Saiz compitió en descenso de montaña y rara vez estuvo fuera del top 10 de la Copa del Mundo. Ahora, a sus cuarenta y nueve años, se encarga de convertir a los mejores ciclistas de carretera del mundo en expertos del descenso, utilizando sus años de experiencia para combatir el miedo y aumentar la velocidad (controlada).

A lo largo de esta pretemporada, Óscar Saiz ha estado en la concentración del equipo femenino del Trek-Segafredo en Dénia (Alicante), pero equipos como el Israel-Premier Tech, el Team DSM, el UAE Team ADQ y el Lotto-Dstny también recurren a sus servicios. En el pasado trabajó con la estructura del Rabobank, actual Jumbo-Visma, y a título individual con ciclistas de Movistar Team, Ineos Grenadiers y muchos más. En resumen, sus servicios como experto en descenso están muy solicitados.

¿Cuándo nace tu pasión por el ciclismo de montaña?

La verdad es que lo descubrí en mi época universitaria. Cuando era muy joven competía en trial y BMX, y lo hice hasta los dieciocho años. Descubrí el ciclismo de montaña a principios de la década de los noventa, cuando empecé a estudiar Derecho con la intención de convertirme en abogado. Desde ese momento, el derecho pasó a un segundo plano y pronto me convertí en profesional de descenso en bicicleta de montaña. 

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¿Siempre pensaste en dedicarte al mundo del entrenamiento después de tu retirada en 2008?

Al dejar de competir quise retomar mis estudios de Derecho, pero de inmediato recibí la llamada de la Federación Española para entrenar a la selección nacional de ciclismo de montaña y eso cambió mis planes. Estuve un tiempo, pero cambié de aires, porque no me gustaba cómo enfocaban las cosas. Acabé entrenando al Giant Factory Team, que fue la última marca para la que corrí. Las cosas salieron muy bien y trabajé también con el equipo de cross-country, perfeccionando los aspectos más técnicos de las carreras. Recuerdo que fue muy gratificante cuando Danny Hart ganó el Campeonato del Mundo de Descenso en 2011.

Y entonces se produjo tu paso a la carretera.

En 2012 comencé a trabajar específicamente en técnica y descenso con Rabobank [ahora Jumbo-Visma]. El vínculo era que en ese momento usaban bicicletas Giant. Trabajé con [Robert] Gesink, [Bauke] Mollema y [Steven] Kruijswijk, que eran muy jóvenes. Tuvimos muy buenos resultados, pero poco tiempo después empecé a trabajar por cuenta propia.

Oscar Saiz 2006Saiz en el Campeonato del Mundo de Mountain Bike en 2006 (Fotografía: Getty)

¿Con quién trabajaste entonces?

Con muchos ciclistas, pero creo que el más conocido en aquel momento era Thibaut Pinot. Su círculo más cercano se puso en contacto conmigo antes de la Vuelta a España de 2013 para tratar de mitigar sus problemas en el descenso. Ese mismo año había abandonado el Tour de Francia cuando se encontraba en una muy buena posición y sus carencias descendiendo se hicieron más que notables. Pasé tiempo con él trabajando diferentes aspectos, pero el problema no era solo su técnica encima de la bicicleta, estaba completamente bloqueado mentalmente. Se había convertido en la gran esperanza de Francia para lograr la soñada victoria en París y eso le pasó factura. 

¿Cómo es el trabajo con los ciclistas?

Tanto en el aula como en la carretera, aunque puede ser restrictivo. Pasas mucho tiempo con ellos entre noviembre y enero, y un poco menos en febrero y marzo, porque ya ha comenzado la temporada. Al principio les explico en qué consiste una buena técnica y cómo les beneficiará. Después de esa primera sesión informativa trabajamos en un entorno cerrado. Para muchos es algo novedoso, ya que no es habitual entrenar la técnica en el ciclismo de carretera. Puede que a los ocho años hayan rodado alrededor de conos de plástico colocados en forma de S, pero eso es todo.

Interesante.

Me gusta ver sus capacidades en los descensos y cómo gestionan las curvas, así que elijo un tramo de entre 1 y 3 kilómetros y les pido que lo recorran constantemente. Me fijo en cómo leen las curvas para anticipar las trazadas. Un ciclista que realmente sabía analizar la carretera era [Vincenzo] Nibali. Era un excelente bajador. De todos modos, en cada sesión trabajamos una cosa diferente. ¿Cuáles son las distancias de frenado? ¿Dónde debemos entrar en una curva? ¿Cómo vamos a salir de ella? No me importa repetir un pequeño tramo de carretera muchas veces, ya que eso desarrolla la habilidad. Todo se graba para poder analizarlo junto al corredor más tarde. La parte audiovisual es importante.

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Vincenzo Nibali, Giro d'ItaliaVincenzo Nibali fue uno de los grandes bajadores del pelotón (Fotografía: Getty)

Mencionas a Nibali, famoso por su suavidad en los descensos. ¿Qué ciclista del pelotón actual te impresiona más en esta faceta?

Tom Pidcock, por supuesto. Es magnífico, como demostró en la exhibición descendiendo el Galibier o al ganar la etapa reina en el Tour el año pasado. Optimizando las trazadas y casi sin esfuerzo físico rebasó a un montón de corredores. Tiene ese puntito extra que a otros les falta. [Matej] Mohorič, Michał Kwiatkowski, Peter Sagan y Julian Alaphilippe también son muy rápidos. Pero no todo es velocidad. Son tan buenos técnicamente que se estresan menos en los descensos. La gente cree que sólo se trata de ahorrar vatios y piernas, pero no es cierto: también se trata de no desgastarse mentalmente. El control psicológico conserva la energía. 

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¿Qué define a un buen bajador?

Para mí, hay dos aspectos claves: el manejo de la bicicleta y el aspecto cognitivo. Hay que ser ágil y mover la bicicleta de izquierda a derecha sin esfuerzo, pero no sirve de nada si no eres capaz de interpretar el entorno. Te pondré un ejemplo de ciclismo de montaña. Un ciclista de trial es excelente saltando y tiene una técnica maravillosa, pero cuando lo pones a descender no tiene la capacidad cognitiva de absorber y entender la información que tiene delante. No tienen "visibilidad". Los mejores bajadores están dotados de ese sentido que yo llamo "atención externa". Gestionan las distancias al entrar y al salir de la curva. Saben cuánta velocidad deben reducir. Su ordenador procesa esa información mucho mejor y más rápido que el de los demás.

¿Existe un límite entonces?

Es similar al VO2máx. Puedes entrenar, desarrollar y perfeccionar tus cualidades en el descenso, aunque cada uno tendrá un techo diferente.

¿En qué medida influye el equipamiento en la velocidad y en las habilidades?

La llegada de los frenos de disco ha supuesto una gran mejora a la hora de afrontar los descensos y frenar en las curvas. Las ruedas y los neumáticos también influyen. Cuando empecé a trabajar con Rabobank entré en el camión de los mecánicos y empecé a apretar los neumáticos. Por aquel entonces todos llevaban tubulares, claro, y me di cuenta de que la presión era muy alta. Llegaba a los diez bares y yo les repetía que eso era una locura. Para mí no era compatible con la carretera, ya que podría rebotar y perder agarre. Sin embargo, estaban tan convencidos de que era lo correcto… Por supuesto, con los años, la presión de los neumáticos ha bajado, las ruedas se han ensanchado y todos usan tubeless. 

¿Cuál será la próxima gran novedad?

Tendrán que ser las tijas telescópicas, pero tardarán en generalizarse, porque el ciclismo de carretera es muy tradicional. He visto cómo este elemento ha cambiado el ciclismo de montaña en los últimos diez años. Yo soñé con la posibilidad de montar una bicicleta de montaña con tija telescópica para no tener que bajar el sillín de forma manual. Un tiempo más tarde se diseñó y se puso en práctica. Aprietas un botón y tu sillín está en la posición biomecánica perfecta. Es un gran invento. No sé por qué no los usan más a menudo en la carretera. Además, no me extrañaría que dentro de no mucho alguien hiciera una bicicleta de carretera con suspensión total. Es lógico pensar en ello. Junto con los karts, son las únicas dos cosas sobre ruedas que no tienen suspensión. 

¿Algún consejo para los ciclistas aficionados?

Hay que ver el ciclismo de carretera de forma holística. Muchos ciclistas aficionados —y profesionales— tienen dificultades en descender o tomar bien las curvas, así que acaban centrándose en sus puntos fuertes (escalar, esprintar, rodar…) en lugar de en sus puntos débiles. Es la naturaleza humana. Pero únicamente progresas cuando te das cuenta de que debes trabajar en aquellas facetas en las que te sientes más incómodo y no descuidarlas.

Lo mejor es practicar en una carretera local tranquila que conozcas bien. Cuando te acerques a una curva establece diferentes puntos de entrada, cambia de trazada y observa cómo respondes. Experimenta. Observa qué respuesta obtienes de las distintas trazadas. Y disfruta, eso también ayuda. Es importante aprovechar al máximo tus frenos. Fija un punto de frenado (X) y mira dónde acabas (Y). ¿Cuánto tardas en frenar?¿Y en acelerar de nuevo? Reduce paulatinamente esas distancias de frenado al acercarte a la curva y analiza cómo te desenvuelves.

¿Y la posición de la bicicleta?

Es difícil decirlo, ya que cada persona es diferente. Lo importante es centrarse en las sensaciones que tienes al inclinar la bicicleta. Cuando estoy trabajando con un ciclista me gusta probar las diferencias sutiles y que tengan en cuenta cómo se sienten a escasos 40 cm de diferencia al entrar en una curva. La cosa cambia mucho si bajas a 25 km/h o a 60 km/h. Hay que aprender a ser preciso a la hora de juzgar las distancias y los puntos de entrada, dónde llegar al vértice y en qué punto salir.

¿El descenso con lluvia es diferente?

La técnica en mojado es similar a la de seco. Lo primordial es asegurarse de frenar con eficacia. La posición sí que cambia ligeramente, ya que con lluvia estás más limitado, no puedes ir tan profundo e inclinar mucho la bicicleta. En el aspecto técnico, es interesante reducir la presión de los neumáticos, aunque hay que probarlo y ver cómo respondemos. Eso sí, no hay que bajar demasiado la presión o se pondrá en riesgo el balanceo. Entre 10 y 15 psi es una cifra correcta. En definitiva, no hay un método científico. Es un arte que se desarrolla.

Practice makes perfect to become a great descender (Alex Broadway/SWpix)

A lo largo de tu trayectoria has afrontado descensos tanto en carretera como fuera de ella, ¿cómo se comparan?

En carretera es mucho más peligroso cuando buscas tus límites. Es cierto que puedo hacer cien días de bicicleta de montaña y estar a punto de irme al suelo en veinticinco de ellos. Sin embargo, es más fácil detectar tus límites fuera de la carretera, ya que el barro te da mucha información sobre lo que ocurre a tu alrededor. El asfalto, por su parte, es más impredecible. Es interesante, porque cuando empecé a trabajar con ciclistas de carretera fue a causa de las lesiones, y me resultaba curioso que comentaran que los que veníamos de descenso de montaña estábamos locos. No estoy de acuerdo.

Por supuesto que tenemos accidentes, pero entre los cincuenta mejores bajadores de BTT ninguno “está loco”. Si lo estuvieran realmente estarían lesionados todo el tiempo. Saben lo que hacen. Descienden al 100% porque necesitan rozar el límite para ganar las carreras, pero conocen los riesgos y los controlan. Los ciclistas de carretera es habitual que pierdan la concentración que se necesita para afrontar un descenso con garantías después de llevar cuatro horas pedaleando, por eso existen más peligros y más caídas.

De todos modos, como he dicho, primero empecé a trabajar con los ciclistas por las lesiones, pero luego los equipos se dieron cuenta de que perdían carreras en los descensos. Ahora, gran parte de mi trabajo consiste en mejorar el rendimiento más que en prevenir lesiones. Y también en recobrar la confianza, por lo que una buena técnica ayuda a esa recuperación. 

¿Cuál es el descenso más emocionante que has vivido?

Todos son especiales a su manera. Unos te pueden gustar más que otros por el tipo de asfalto o el entorno. Pero prefiero las carreteras técnicas a las rectas y las curvas a gran velocidad. Por eso me gustan los Alpes franceses y, sobre todo, los Dolomitas. Carreteras técnicas y sinuosas en las que debes concentrarte y rodar cerca de tu límite.

Imagen de cabecera: James Startt

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