Milán-San Remo 2023: previa, recorrido y favoritos
Incertidumbre, tensión, diferentes alternativas, el Poggio... El mes de marzo es sinónimo de La Classicissima, que este 18 de marzo abre la temporada de Monumentos ciclistas. Repasamos todos los detalles del reconocible recorrido de 294 kilómetros de la Milán-San Remo y los favoritos a hacerse con la victoria en 2023.
La puerta de entrada a la primavera se produce con la disputa del primer Monumento ciclista del año. La Milán-San Remo celebra su 114ª edición el próximo sábado 18 de marzo. Una carrera que a menudo se ha descrito como el monumento más fácil de terminar, pero el más difícil de ganar. La incerteza del resultado marca su personalidad, cuyo distintivo reside en los cerca de 300 kilómetros que se han mantenido desde su creación en 1907. Una ruta que une la llanura padana, en el norte de Italia, con la irregular costa del Mar de Liguria, y en la que, de nuevo, el Cipressa y el Poggio tendrán un papel decisivo.
La extensa biografía de La Classicissima está compuesta por los nombres más ilustres de este deporte. Constante Girardengo y sus diez podios —y seis victorias— entre 1918 y 1928. Las rivalidades de Learco Guerra y Alfredo Binda, junto con la de Fausto Coppi y Gino Bartali. Las siete victorias de Eddy Merckx (1966, 1967, 1969, 1971, 1972, 1975 y 1976), que lo convierten en el ciclista más laureado. Roger de Vlaeminck, Erik Zabel, Óscar Freire… y la gran variedad de ganadores en las últimas ediciones. Este 2023, Matej Mohorič tratará de lograr su segundo triunfo consecutivo, una hazaña que nadie ha conseguido desde el alemán Erik Zabel en los años 2000 y 2001.
Recorrido Milán-San Remo 2023
Mapa de la Milán-San Remo 2023 (Fuente: RCS)
La 114ª edición de la Milán-San Remo mantiene su innegable personalidad como una de las carreras más largas del calendario, y su más que reconocible recorrido. Sin embargo, este año el inicio de la ruta de 294 kilómetros será en Abbiategrasso, 22 km al suroeste de Milán. La organización se ha visto obligada a trasladar el histórico punto de salida fuera de la capital de la Lombardía ante la escasa disponibilidad de policía de tráfico. De esta forma, los ciclistas completarán cerca de 30 km siguiendo el curso del río Tesino antes de regresar a la ruta clásica a través de Pavía.
Los primeros 140 kilómetros son completamente llanos camino de la provincia de Genoa, hacia el punto más alto de la carrera, el Passo del Turchino. Precisamente, esta ascensión de 3 km al 5,1%, y rampas por encima del 11% en la parte final, es el encargado de cambiar el escenario predominante durante la primera mitad. Está demasiado lejos de la meta, por lo que su incidencia en el resultado será nula, aunque el descenso conduce hacia la rocosa costa del Mar de Liguria.
Perfil de la Milán-San Remo 2023 (Fuente: RCS)
A partir de ese punto comienza el tradicional camino serpenteante a través de las zonas acantiladas, en el que los últimos 60 kilómetros estarán marcados por la sucesión de cotas. Esta complicación en la orografía se inicia con el encadenado de los tres “capos” (cabo en italiano), con sus respectivos faros perfilando la costa: Capo Mele (1,5 km al 4,9%), Capo Cervo (1,8 km al 2,8%) y Capo Berta (2 km al 6%), en el que podrían producirse los primeros movimientos. Aun así, resulta complicado que algún ciclista pueda escapar del control del pelotón.
Esa posibilidad está reservada a los últimos 25 kilómetros del recorrido, donde se concentran los elementos decisivos de la Classicissima. El primero de ellos es La Cipressa, con 5,6 km de longitud y una pendiente media del 4,1%. Durante los kilómetros de aproximación veremos una lucha constante por las primeras posiciones del pelotón, ya que la colocación en el inicio de esta subida es clave. Es el primer momento en el que los ciclistas más explosivos tratan de poner en apuros a los velocistas, que suelen verse relegados a la parte trasera en las rampas más exigentes cercanas al 9%.
Altimetría Cipressa | Altimetría Poggio |
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El famoso Poggio di Sanremo aguarda en el momento en el que la tensión habitual de los últimos kilómetros de la Milán-Sanremo está in crescendo. A falta de 10 km para la línea de meta, los ciclistas afrontan esta subida descrita como "los seis minutos más importantes del ciclismo". El Poggio (3,6 km al 3,7%) ha sido el escenario de los movimientos decisivos en las seis ediciones anteriores, la oportunidad definitiva para distanciar a los esprinters en los tramos más exigentes, con una pendiente máxima del 8%, y gozar de una mínima ventaja para hacerse con la victoria.
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En ocasiones no suele ganar el más fuerte, sino el que ha sabido interpretar el momento adecuado para generar dudas en sus rivales. Y en esa circunstancia, asumir riesgos en el descenso rápido, extremadamente técnico y sobre carretera estrecha suele ser el factor diferencial, como hizo el año pasado Matej Mohorič. Las amplias calles finales de Sanremo, camino de Via Roma, son caóticos, con los corredores al límite tras completar más de 290 km de carrera y una persecución que mantiene la tensión hasta el último metro. De hecho, esa incertidumbre de los instantes finales convierten a la Classicissima en una carrera única, con una gran variedad de alternativas para conseguir el triunfo.
Favoritos
Aunque repetir victoria de manera consecutiva en la Milán-San Remo es una tarea complicada, parte de las miradas estarán puestas en las posibilidades de Matej Mohorič. El esloveno defiende la corona lograda en 2022 con un descenso simplemente brillante en el Poggio, en el que estuvo a punto de irse al suelo en más de una ocasión, que le valió para sellar su primera victoria en un Monumento. Ahora, el ciclista del Bahrain-Victorious, y su famosa tija telescópica, ya no juegan con el factor sorpresa, por lo que estará más vigilado.
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— Milano Sanremo (@Milano_Sanremo) March 19, 2022
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Su compatriota Tadej Pogačar seguirá su particular camino para brillar en el mayor número de terrenos posibles. La ambición del ciclista del UAE Team Emirates no tiene límite, por lo que volverá a tratar de alzar los brazos en Sanremo. El año pasado despejó las posibles dudas sobre sus opciones en una carrera de estas características, aunque se tuvo que conformar con la quinta plaza después de poder marcharse en solitario en el Poggio. De nuevo, este debería ser el punto clave para el esloveno. Es uno de los principales favoritos porque llega en un momento de forma espléndido, pero en Milán-San Remo influyen una infinidad de factores a la hora de decidir el ganador.
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Pogačar en el descenso de Cipressa en 2022 (Fotografía: RCS)
El inicio de temporada en carretera de Mathieu van der Poel y Wout van Aert está siendo, por el momento, tranquilo. Ambos han coincidido en la Tirreno-Adriático y, aunque han dejado pequeños destellos, todavía no se encuentran en su mejor momento de forma. Quizá afinando su preparación de cara a afrontar el primer Monumento del año. El belga consiguió la victoria en el año 2020, mientras que el neerlandés fue tercero en la pasada edición. A pesar de que los dos son las bazas principales de sus respectivos equipos, lo cierto es que tanto Alpecin-Deceuninck, con Jasper Philipsen en una posible volata y el danés Soren Kragh Andersen, como Jumbo-Visma, con la figura de Christophe Laporte, pueden diversificar sus opciones.
El eritreo Biniam Girmay (Intermarché-Circus-Wanty) también se postula como una alternativa para luchar por el triunfo gracias a su versatilidad. Su hándicap puede radicar en saber situarse en el momento adecuado en el lugar oportuno, pero en un grupo reducido es un ciclista casi infalible. Julian Alaphilippe (Soudal-Quick Step) es uno de los ciclistas con mayor experiencia. El francés ganó Milán-San Remo en 2019 y fue segundo en 2020 y parece que poco a poco va encontrando su mejor versión. El británico Tom Pidcock (Ineos Grenadiers), que consiguió una sensacional victoria en Strade Bianche, finalmente no participará tras la caída sufrida en la última etapa de Tirreno-Adriático.
Sin duda, Milán-San Remo es el Monumento más adecuado para los velocistas, aunque la carrera no se decide en un esprint masivo desde la edición de 2016. En aquella ocasión, el francés Arnaud Demare (Groupama-FDJ) fue el ganador. Ahora, con un inicio gris de 2023, se antoja complicado que pueda estar en la pelea. Quienes sí parecen tener opciones reales son los ciclistas del Lotto-Dstny, Caleb Ewan y Arnaud de Lie.
Sorprendió la solvencia con la que Arnaud de Lie superó el Kapelmuur (Fotografía: Getty)
El australiano se adapta bien al recorrido y ha rozado el triunfo en 2018 y 2021, mientras que el belga se postula como futura estrella de las clásicas tras su gran actuación en Omloop Het Nieuwsblad. La nómina de esprinters con posibilidades de victoria la completan Sam Bennet (Bora-Hansgrohe), Michael Matthews (Jayco-AlUla), Mads Pedersen (Trek-Segafredo) o Tim Merlier (Soudal-Quick Step).
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Otros ciclistas que podrían aprovechar su condición de ‘outsider’, que siempre suele tener un papel relevante en la parte final de la Milán-San Remo, son Magnus Cort Nielsen y Alberto Bettiol (EF Education-Easy Post), los españoles Álex Aranburu, capaz de estar en el grupo definitivo en 2022, e Iván García Cortina (Movistar Team), Jasper Stuyven (Trek-Segafredo), ganador de La Classicissima en 2021, o el inagotable sprinter británico Mark Cavendish (Astana-Qazaqstan), que consiguió la victoria en 2009.
Imagen de cabecera: RCS