Genesis, la fuerza del ciclismo inclusivo

El tándem formado por Bernat Moreno y Juanjo Méndez, tripe medallista paralímpico, fundó en 2002 el conjunto Genesis, un club que trata de transmitir los valores y la filosofía del deporte inclusivo.

Avanzando por los pasillos del Velòdrom Municipal d’Horta-Miquel Poblet de Barcelona, dejando atrás las oficinas de la Federación Catalana de Ciclismo, varios vestuarios, talleres y el acceso a la pista, dos maillots de campeón del mundo presiden la sede social del Genesis Cycling Team. "¡Berni, por fin lo hemos conseguido!", firma en el primero de ellos Juanjo Méndez , ganador en la persecución en el velódromo italiano de Montichiari en 2011, mientras que en el otro arcoíris, esta vez una contrarreloj de ruta conquistada en Canadá en 2013 recuerda que "un sueño es un sueño hasta que decides hacerlo realidad".

Y es que Juanjo Méndez, triple medallista entre Atenas 2004 y Pekín 2008, es todo un icono del deporte paralímpico. Seguro que en alguna ocasión habréis visto una foto de su impresionante figura sobre una bicicleta, sin la pierna y brazo izquierdo que perdió en un accidente en 1992, siendo alentado por un preparador de pelo rizado. Ambos fundaron en 2002 un club que orgullosamente definen de "ciclismo inclusivo" y que, recuerdan, está a punto de cumplir 20 años. ¿Y qué les viene a la mente tras este tiempo? "¡Que han pasado muy rápido!", bromea Bernat Moreno, quien lleva junto a Méndez las riendas de un club que ahora mismo da cobijo a una numerosa escuela de ciclismo, dos equipos de competición de referencia en paraciclismo y ciclismo en pista e incluso, desde este 2021, un equipo júnior. Una historia de determinación y tenacidad que ahora quiere seguir sembrando los valores que les llevaron a lo más alto.

La referencia de Juanjo Méndez

"Aunque siempre se nos vincule con la discapacidad, nuestra filosofía siempre ha sido la de ser un club inclusivo, donde todo el mundo tenga cabida", explica Moreno, amigo de Méndez desde su época de ciclistas jóvenes antes del accidente y cuya historia compartida define inevitablemente el proyecto. "Yo tenía mucho sobrepeso, estaba en más de 100 kg. No me podía levantar de la silla", recuerda Méndez, que empezó a hacer deporte como parte de su rehabilitación sin ninguna referencia de las posibilidades que le permitía su discapacidad.

"Había probado la natación pero no le gustaba, así que pensamos en probar la bici, que es lo que había hecho siempre. Pedimos un tándem, pero como tardaban tanto en fabricarlo, Juanjo acabó probando solo aquí en la pista", relata Moreno. "Y en la primera pedalada ya me di cuenta que podría hacerlo. Imagínate, la sensación fue la hostia", rememora con los ojos abiertos Méndez, para quien ese primer día de la nueva vida sigue siendo uno de los momentos más emocionantes de su carrera.

Ambos fueron dando pasos, tanto como deportista como técnico, "al principio, sin pensar en la competición, y por supuesto absolutamente sin referentes. Los referentes en esta categoría fuimos nosotros", recuerdan sobre sus primeras competiciones: el primer Campeonato de España, en 1996, o el primer Mundial, en 1997. "No teníamos ni idea de las adaptaciones ni nada. Recuerdo que Bernat compró una cámara de fotos para ir cogiendo ideas de lo que veíamos en competición y lo trasladábamos aquí. Un mecánico nos ayudaba e íbamos añadiendo cosas a la bicicleta", recuerdan, antes de fundar definitivamente el club en 2002 con el nombre de Genesis, que significa el origen. Su nuevo origen.

"Queríamos enseñar a la gente lo que estábamos haciendo, porque muchos nos venían a preguntar», recuerda Juanjo, aunque Bernat insiste en que "sobre todo, la idea era ser un club de los de toda la vida, pero siendo realmente inclusivos. Y eso creo que lo hemos conseguido. Cuando nosotros empezábamos, los clubs tenían un objeto social claro, una voluntad de hacer actividad más allá del desayuno tras las salidas, para entendernos", explica Moreno. "Ahora vemos muchos clubs que, o no pasan de eso, o crean solo un equipo de competición o lo que sea. Nuestra idea siempre ha sido la de volver a esa idea de club integral".

El trabajo desde la base

"Está claro que nuestro presidente y alma mater es discapacitado y es un referente para nuestra filosofía, pero ahora mismo estamos sobre las 130 licencias y el 20% son de paraciclismo", explica Bernat Moreno sobre el proyecto del Genesis. Para ellos, está claro: "el principal apoyo del club es el socio. Gente que se involucra y se acaba creando una red de voluntariado que lo sustenta. Contamos con algunos apoyos como la Fundación Cruyff o la Fundación BH para el tema de la escuela inclusiva, pero nuestro reto sigue siendo consolidar el club. Sobrevivir ya es mucho, aunque sabemos que el proyecto es potente".  Su mejor ejemplo de inclusión fueron en los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde contaron con un representante paralímpico con el mismo Méndez y otro en las pruebas olímpicas de pista, con la velocista Helena Casas. "¡Y los dos del mismo club!"

La escuela es el primer peldaño del proyecto Genesis, donde cuentan con cerca de 60 niños y niñas. "No deja de ser una actividad extraescolar de dos días a la semana, que entendemos de forma lúdica. Los niños se lo deben pasar bien, y ellos mismos, con el paso de los años, ya ven si les llama la competición", apuntan. Aunque el valor añadido de la escuela inclusiva es incuestionable, ya que, como recuerda Juanjo, "el deporte es la vida, te ayuda muchísimo mentalmente. Es una experiencia que compartes con más gente, donde te superas, y notas que los críos mejoran", explica. Es a partir de los 13 y 14 años que se empieza a pensar en la competición. Y, aunque no haya sido hasta esta temporada 2021 que han tenido formalmente un equipo de competición en categorías de formación, llevan años dejando huella en ellas.

"Yo llegué a Genesis cuando era cadete de segundo año", explica Pau Miquel, esta año ganador de la Copa España sub23. "Tenía muchas dudas, preguntas que te vienen cuando empiezas a competir: ‘¿cómo me escapo? ¿cómo lo hago para que no me sigan?’ Y un buen amigo me llevó a hablar con Bernat, porque ellos estaban en aquel momento creando su proyecto de tecnificación", explica el ahora profesional de Sant Quirze del Vallès. "Nosotros veíamos que muchos ciclistas jóvenes se marchaban a correr fuera, llámese Fundación Contador o lo que sea. Y lo hacían porque allí les daban apoyo con material, viajes, entrenador...", explica Bernat Moreno.

"La júnior es una categoría muy cara, donde empiezas a tomártelo en serio y casi todo te lo pagan tus padres –confirma Miquel–. En Genesis nos cogieron a un grupo de cuatro o cinco chicos y nos ayudaban en todo lo que podían: entrenamientos en el velódromo, entrenador, terapeuta... Desde entonces he estado muy ligado a ellos y siempre me han echado una mano. Creo que hacen un gran trabajo y, sobre todo, tienen unos valores muy importantes que a mí me han dado una visión muy amplia", explica el catalán, que en 2022 dará el salto profesional con el equipo Kern Pharma.

El llamado Centro de Tecnificación Genesis contaba "solamente con corredores de la provincia de Barcelona, por proximidad, y queríamos iniciar un modelo que lo pudieran imitar en otros sitios. Ahora los júniors suelen pagarlo todo, pero eso antes no pasaba. Como en el fútbol, las cuotas de los pequeños sufragaban los costes de los grandes", explica Moreno, que finalmente vio la necesidad de crear su propio equipo.

Este 2021 ha salido al pelotón el equipo Finques Feliu, bajo el paraguas del club Genesis, hermanado con la Unió Ciclista Les Franqueses y dirigido por el socio fundador del club Santi Segú. "Los chicos están becados, siempre y cuando lleven al día los estudios. Esto es lo más importante. Tenemos solamente a siete corredores, no como otros que tienen plantillas muy grandes. De esta forma ganamos con ellos el compromiso de llevarles a todas las carreras, pero ellos también tienen el compromiso de ir. Y la verdad que no ha ido mal, hemos ganado el Campeonato de Catalunya tanto de CRI como de ruta, y también dos títulos en los de pista!", celebra el director técnico.

Los referentes femeninos

En un club que tiene su sede en el Velòdrom d’Horta, para muchos el velódromo más rápido de España, no es de extrañar que cuente con un equipo de competición de ciclismo en pista. Sin embargo, no deja de ser una anomalía en un ciclismo estatal todavía muy centrado en la carretera. La que probablemente sea la mejor velocista española de la historia, Helena Casas, lidera un grupo de competición de pista que, para Genesis, parte de una idea de discriminación positiva. "Es un equipo mayormente de chicas. Todavía somos un deporte machista, y creíamos que necesitábamos referentes chicas para la escuela. Cuando acabó el Catalunya Track, invitamos a Helena a venir con nosotros, con quien siempre hemos tenido una gran relación. Y ahora, aunque también tenemos a varios chicos que hacen velocidad y viajan con el equipo, el apoyo está pensado para ellas".

Una de los nombres es Laura Rodríguez, una de las corredoras con más determinación entre las jóvenes especialistas en pista españolas, ganadora este año del Campeonato de España de puntuación en su último año sub23. "Al final la pista es un mundo muy pequeño. Conocía el proyecto, entre otras cosas porque mi pareja lleva toda la vida corriendo con ellos en velocidad, y la verdad es que estoy encantada de compartir equipo con dos compañeras como Helena Casas y Ester Rubio que también son amigas. Para mí, que tengo ambiciones en pista, es muy importante contar con un equipo que nos ayuda a correr en esta disciplina. Es el único en Catalunya y de los pocos de España que hacen esta apuesta por la competición internacional de pista, y es importantísimo", explica la de Badalona, que seguirá con ellos en su salto a la categoría élite.

Sembrando valores

Para Juanjo Méndez, a sus 57 años, la competición deportiva de más alto nivel va quedando poco a poco algo más lejos. "A partir de Pekín juntaron las categorías de discapacidad físicas con parálisis cerebrales, que tienen más posibilidades de entrenar a un nivel altísimo. A nuestro entender, se han alejado de la filosofía del paraciclismo, que debería dar espacio a que personas con adaptaciones tuvieran una inclusión social, un reconocimiento, y con ello oportunidades de recuperación, incluso mental. De esta forma, se está reduciendo", comenta Méndez.

"Pasa también con los tándems. Antes eran un piloto y un ciego, entendido como una persona que era totalmente dependiente. Ahora es una persona con discapacidad visual, personas que entrenan solas y tienen una preparación de calidad autónoma. Ahora ya no quedan ciegos en el alto nivel", explican las cabezas visibles del Genesis. "Y luego, claro, las prótesis han evolucionado muchísimo. Tú ves a Ricardo Ten, y biomecánicamente es perfecto: tiene los cuatro apoyos, puede ponerse se pie y hacer cosas que Juanjo no podría hacer nunca. Hay otros ciclistas como Juanjo que hacen bici, pero ya se olvidan de la alta competición porque no llegarían a las marcas», lamentan.

Así pues, "ahora ha llegado mi momento de enseñar a la gente todo lo que he aprendido, acompañar a los que vengan ahora", asume Méndez, que recuerda que muchas veces, la barrera es el desconocimiento: "Siempre ha sido mi pelea con el Comité Paralímpico, que no se hace pedagogía. ¡A nosotros nos costó muchos años llegar donde llegamos! Primero, claro, hay mucho trabajo, pero se puede hacer". Moreno también alerta que existe "la barrera de las familias, que ven peligro en el ciclismo para la gente con discapacidad, sufren por si se caerán... Por suerte, aquí en Catalunya tenemos al referente de Juanjo. Ya es casi un mantra: ‘¡si Juanjo puede, con solo una pierna y un brazo, yo también!’", ríen ante la labor pedagógica que ha supuesto su ejemplo para muchos.

"Últimamente vamos mucho a marchas cicloturistas, que nos hemos dado cuenta que es una experiencia muy didáctica. Son eventos donde sales con 400, 500 ciclistas más, la gente te ve subiendo el mismo puerto que ellos... Yo creo que te da más impacto que ser campeón del mundo, que al final es algo que se enteran su padre, tu madre, algunos amigos y poco más", explica Bernat. Juanjo Méndez ha estado haciendo varias marchas del calendario 2021 montado en un nuevo tándem que han adquirido junto con el compañero de equipo Xavi Caballol. "Es un tándem único en el mundo, ¡con una pierna cada uno!", recuerda con una sonrisa el paralímpico. "Es bestial, la gente alucina. Por eso siempre digo, que no sé si tenemos que hablar de discapacidades o de las capacidades extraordinarias que tienen. Yo no les podría seguir", sonríe Moreno.

¿Y una vez llegados hasta aquí, qué les queda? "Mira, teníamos el objetivo de que un Genesis llegara a ser profesional, y Pau (Miquel) acaba de conseguirlo. Ahora decíamos que queríamos redistribuir esto para poner aquí una tele y poder verle estos años próximos corriendo", celebra el director técnico del club. "Son cosas que te hacen redondear el círculo del trabajo que venimos haciendo, y con la voluntad de que él devuelva al club lo que ha conseguido, ahora como referente. Al final, para los pequeños ya no les hables de Indurain que no saben quién es, su referente es Pau Miquel", apuntan con orgullo las cabezas visibles de Genesis.

"Estamos contentos de ver que los valores que intentamos trabajar siguen allí, él sigue estudiando Psicología, cumplirá su sueño y seguro que de vez en cuando sigue saliendo con nosotros", comentan. "Al final, nuestros valores son los del ciclismo. El sacrificio, la constancia y no perder la ilusión". Y la suerte de contar con un club que da la oportunidad de ser, a través del ciclismo, un nuevo inicio para todo el mundo.

 

Shop now